Si hablas de algunos temas, indefectiblemente te encuentras personas que ni te escuchan. Automáticamente se cierran en banda y aluden a lo que les enseñaron de pequeños, ¿para qué van a comprobar nada? Esta situación se hace más penosa si medios de referencia habitual, como la Wikipedia, solo recogen la visión palurda y desinformada del asunto. Nos ha ocurrido esta semana. La versión “oficial” es que la iatroquímica (la aplicación de la química a la medicina) la inició Paraceloso y punto pelota. El hecho de que Los avanzados alquimistas indios y chinos del s. XIV ya la aplicasen cientos de años antes tiene que ser o un error o irrelevante. ¡Pero si hasta la Wikipedia en inglés solo nombra como antecedente al pseudo-Llull, poldió! Pues eso, que después os extrañáis que el común de los mortales vote populista por el mundo.
En la misma línea tras 25 años de planetas extrasolares, la Tierra sigue siendo el centro del universo, y Homo sapiens el centro de la Tierra. Da igual que haya Un nuevo tipo de mundo terrestre: los planetas granates. Eso son cosas de las películas. Como que ahora digan que La formación de la Luna tras múltiples impactos contra la Tierra primitiva es una idea plausible; es que estos científicos nunca están seguros de nada. Por no estar seguros, tras 110 años de Koroliov (¿o era Korolev?) dudan sobre como se translitera el ruso.
Algunos se quedaron en el Parirás con dolor y eso es lo que hay. Según estos, como mucho puedes admirarte de Un poderoso crustáceo, o decir “¡qué curioso!”si La estructura 3D de la cota de malla invierte el efecto Hall, o entretenerte con la Criptografía con matrices, el cifrado de Hill o incluso reclamarle a la NASA, ¿cuándo vas a llevarnos a Venus en un barco (o en lo que sea)?. Pero no se te ocurra poner en duda lo que les explicaron en el cole y casa con el “sentido común”. Eso sí que no.
Con todo, algunos optimistas elaboran estrategias sobre Cómo convencer a alguien cuando los hechos fallan.
Químico. Trabajo en Euskampus Fundazioa con la Cátedra de Cultura Científica de la UPV/EHU, para la que edito el Cuaderno de Cultura Científica y Mapping Ignorance. Escribo cosas para el Donostia International Physics Center y el Basque Center for Applied Mathematics.