Doctora en Bioarqueología y profesora de la Universidad de Reading (UK), es una pionera en el estudio de la infancia en el pasado a través de la osteología. Empezó a publicar sobre enfermedades de la infancia a partir de restos arqueológicos hace veinte años y en el 2007 publicó la influyente monografía: “The Bioarchaeology of Children. Perspectives from Biological and Forensic Anthropology”. Desde entonces ha seguido profundizando tanto en la elaboración de nuevos criterios diagnósticos que nos permiten acercarnos mejor a la relación entre salud y enfermedad en el pasado, como en cuestiones sociales como el impacto de la urbanización, el trabajo y la migración en la salud infantil en distintos periodos históricos.
La Arqueología es una disciplina relativamente joven, centrada en el estudio de la cultura material de las sociedades pasadas. Aunque las necrópolis y lugares de enterramiento fueron desde los inicios objeto de estudio predilecto, los restos humanos en sí mismos, pese a ser la razón de ser de esas tumbas y el elemento central en torno al cual se ordenan las prácticas funerarias, no empezaron a incluirse en los análisis hasta los años ochenta. En este sentido, mujeres como Jane E. Buikstra en EEUU o Charlotte Roberts en UK (mentora de Lewis) fueron pioneras en el estudio de restos óseos procedentes de contextos arqueológicos. A su vez, el estudio de restos infantiles no fue incluido en los principales estudios sobre poblaciones del pasado hasta los años 90 del siglo XX de la mano de los estudios de género, sin embargo, en la actualidad es un fértil campo de estudio que no deja de crecer.
Difíciles de excavar e identificar, a veces en peor estado de preservación y acompañados de ajuares de menor entidad, se han considerado durante años como poco relevantes para conocer las sociedades del pasado. Sin embargo, investigaciones como la de Mary E. Lewis han mostrado cómo el estudio de los esqueletos infantiles proporciona una gran cantidad de información sobre la vida física y social del niño a partir del análisis de su patrón de crecimiento, dieta y edad de muerte, así como de los factores que los exponen a la enfermedad en diferentes etapas de sus vidas.
De este modo, poner el foco en los restos infantiles, amplió enormemente el tipo de cuestiones a las que la Antropología Física podía responder y actualmente hay grupos de investigación de la infancia desde un enfoque bioarqueológico en múltiples facultades de Arqueología de Europa y EEUU.
Hemos elegido a esta importante científica por el interés que representa para nuestro trabajo y porque pertenece a un campo de estudio en el cual, en la actualidad, son fundamentalmente mujeres las que están dando importantes pasos.
Por: Almudena García-Rubio y Berta Martínez, de la Sociedad de Ciencias Aranzadi.
Bibliografía
Lewis, M.E. y Roberts C.A. (1997) Growing pains: the interpretation of stress indicators. International Journal of Osteoarchaeology 7: 581-586
Lewis, M.E. (2007) The Bioarchaeology of Children. Perspectives from Biological and Forensic Anthropology. Cambridge University Press.
VVAA. (2010). Infancia y cultura material en Arqueología. Complutum Vol. 21.2
Arqueóloga y antropóloga forense, su actividad principal en los últimos años ha sido la exhumación de fosas comunes de la guerra civil en España con el equipo de la Sociedad de Ciencias Aranzadi. Prepara una tesis doctoral sobre Arqueología forense e identificación. Su otro ámbito de trabajo es la arqueología funeraria que le ha llevado a excavar y estudiar los restos óseos de diversas necrópolis prehistóricas, de época romana, islámica, moderna y a dirigir la búsqueda de los restos de Miguel de Cervantes en la cripta del convento de las Trinitarias de Madrid.