A 3400 años luz de la Tierra, proyectada sobre la constelación de Pegaso, el caballo alado, se encuentra un objeto muy inusual. En 2010 unas imágenes del Telescopio Espacial Hubble (NASA/ESA) descubrieron una espiral difusa de polvo interestelar en esa región. Observaciones más detalladas confirmaron de que se trata de la formación de las fases iniciales de una nebulosa planetaria: la manera que tienen las estrellas como el Sol de terminar sus días. Esta espiral de polvo, conocida por los astrofísicos como IRAS 23166+1655 por su intensa emisión en infrarrojo, se encuentra alrededor de la estrella LL Pegasi. Este astro es una estrella gigante al menos 200 veces más grande que el Sol y que está atravesando en la actualidad una de las últimas fases de su vida. El Sol no alcanzará esa misma fase hasta dentro de unos 3500 ó 4000 millones de años.
Nunca antes se había encontrado algo similar alrededor de una estrella evolucionada. ¿Cómo se crea esa espiral? En realidad LL Pegasi es un sistema binario: son dos estrellas muy cercanas danzando conjuntamente y ligadas por la fuerza gravitatoria. Una de las estrellas está perdiendo material al entrar en la fase de pre-nebulosa planetaria. Pero al girar una estrella alrededor de la otra la dirección de pérdida de masa va también cambiando. La acción combinada del giro de las estrellas y la expansión del gas dan como resultado esta preciosa estructura espiral. Los astrofísicos pudieron calcular que el material se aleja de la estrella a unos 50 mil km/h. Combinando este número con la distancias entre capas se ha podido estimar que están separadas por unos 800 años. Este sería el tiempo que necesitan las estrellas de LL Pegasi para completar una revolución.
Recientemente el radio-interferómetro ALMA (Atacama, Chile) ha obtenido nuevas observaciones de la espiral de polvo que rodea a LL Pegasi. Las observaciones de ALMA permiten a la vez estudiar la morfología y el movimiento del gas, gracias a las técnicas de la radio-astronomía. En concreto se observó la emisión de moléculas de monóxido de carbono (CO) y cianoacetileno (HC3N), que aparecen de forma muy evidente dentro del polvo y gas liberado por LL Pegasi. Las nuevas imágenes de ALMA (recuadro derecho), que muestran muchas revoluciones completas del patrón espiral, ofrecen pistas sobre la dinámica del sistema binario a lo largo de un periodo de 5000 años. Estos nuevos datos, combinados con simulaciones informáticas, han permitido a un grupo de astrofísicos, liderados por el joven astrónomo taiwanés Hyosun Kim (ASIAA, Taiwán), concluir que la morfología del gas es así porque el sistema binario tiene una órbita muy elíptica.
El estudio, además de ser único al no conocerse otra estrella con estas características, está ayudando a entender cómo pierden masa las estrellas evolucionadas antes de morir. Además, nos informa sobre el posible origen de las caprichosas formas que muchas veces encontramos en las nebulosas planetarias y que se creen son precisamente consecuencia de haber sido un sistema de estrellas binario o múltiple. Aún nos queda muchos misterios que arrancarle al Cosmos.
Artículo originariamente publicado el 2 abril de 2017 en el Suplemento «El Zoco» de Diario Córdoba.
Ángel López-Sánchez es astrónomo y comunicador científico en la Escuela de Ciencias Matemáticas y Físicas de la Universidad de Macquarie (MQ) con sede en Sydney, Australia. Es un reconocido experto en el estudio de cómo el gas se convierte en estrellas en galaxias cercanas y cómo esto afecta la evolución de las galaxias, particularmente el enriquecimiento químico. Dirige el programa «HI KOALA IFS Dwarf galaxy Survey» (Hi-KIDS), que utiliza el instrumento KOALA en el Telescopio Anglo-Australiano (AAT) de 3,9 m para diseccionar 100 galaxias enanas cercanas ricas en gas para comprender su historia y evolución. También brinda apoyo a los astrónomos visitantes del AAT. Es un miembro activo en grandes estudios de galaxias espectroscópicas y los próximos estudios de galaxias ópticas y de radio.
Tras recibir la licenciatura en Física Teórica en Granada en 2000 completó su Tesis Doctoral en Astrofísica en el prestigioso Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC, España) en diciembre de 2006. Se trasladó a Australia en 2007, cuando se incorporó al CSIRO «Astronomy and Space Science» para trabajar en el «Local Volumen HI Survey ”(LVHIS), que realizó observaciones radio-interferométricas de galaxias ricas en gas en el Australian Telescope Compact Array. En 2011 se unió al Australian Astronomical Observatory (AAO) y a la Universidad de Macquarie combinando soporte de instrumentación telescópica, investigación, conferencias y divulgación. En mayo de 2023 fue incorporado como investigador académico a tiempo completo en la Escuela de Ciencias Matemáticas y Físicas de la Universidad de Macquarie.
Es el actual presidente de la asociación de Investigadores Españoles en Australia-Pacífico (SRAP, Spanish Researchers in Australia-Pacific), entidad de la que es miembro fundador, y participa activamente en RAICEX (Red de Asociaciones de Investigadores Españoles en el Extranjero) dentro de la comisión de comunicación y en diplomacia científica. Es el vicepresidente de la Agrupación Astronómica de Córdoba (AAC), representante de la Red Andaluza de Astronomía (RAdA) y miembro de la Unión Astronómica Internacional (IAU), la Sociedad Española de Astronomía (SEA) y la Australian Astronomical Society (ASA).
Es miembro de la comisión ProAm (relaciones entre astrofísicos profesionales y astrónomos aficionados) de la SEA, de la que fue coordinador entre 2016 y 2020, y participa activamente en poner en contacto el mundo de la astrofísica profesional y de la astronomía aficionado. Es un apasionado astrónomo aficionado que utiliza su propio equipo para capturar la belleza del Cosmos.
Fue el primer astrofísico español en tener un blog de divulgación astronómica («El Lobo Rayado», en 2003) y es miembro fundador de la red Naukas, donde tiene el blog «Universo Rayado» desde 2015.