Cuando el grajo vuela bajo, hace un frío del carajo.
Dicho popular.
A unos 5000 años-luz de distancia de nosotros, en la constelación austral de Centaurus, se encuentra el lugar donde se ha medido la temperatura más baja del universo conocido. Nos referimos a la Nebulosa Boomerang, una protonebulosa planetaria bipolar. Nos encontramos con un objeto realmente peculiar, ya que se encuentra en fase de evolución de estrella de la rama asintótica gigante a nebulosa planetaria. Se considera que esta fase suele durar alrededor de un millar de años (apenas un suspiro en términos astronómicos), con lo que nos encontramos ante un objeto extraordinariamente raro de observar.
El nombre con el que se conoce a esta nebulosa le fue puesto en 1980, cuando los astrónomos Keith Taylor y Mike Scarrott usaron uno de los telescopios del Observatorio Anglo-Australiano para estudiarla en detalle. Entonces creyeron ver una forma de bumerán, al observar una ligera asimetría en los lóbulos de esta nebulosa. Observaciones posteriores han obtenido imágenes mucho más definidas (especialmente desde el espacio) y hacen pensar que quizás el nombre de Nebulosa de la Pajarita hubiera sido más apropiado.
Nuestra protagonista se encuentra en la fase inicial de expansión de material estelar y lo hace a unas velocidades realmente impresionantes, poco más de 590000 km/h. Precisamente esta altísima velocidad de expansión de material hace que la nebulosa se enfríe ¡y de qué manera! hasta el extremo de alcanzarse la temperatura más baja medida fuera de un laboratorio. Nada menos que 1 K (-272º C), o sea, tan sólo 1 grado por encima del 0 absoluto. Aún más, el Fondo Cósmico de Microondas (el remanente del lejanísimo Big Bang hace unos 13700 millones de años) tiene incluso una temperatura superior, que se encuentra en torno a los 2,7 K.
Recordemos que el 0 absoluto (-273,15º C) es la temperatura teórica más baja posible, donde el movimiento de las partículas se detiene por falta de energía (más o menos, porque a nivel cuántico siempre queda algo de energía residual, o energía de punto cero, para así cumplir el Principio de indeterminación de Heisenberg).
Se estima que en los últimos 1500 años nuestra protagonista ha perdido el equivalente a 1’5 masas solares. Esto supone una tasa de pérdida de 10 a 100 veces más alta que otras nebulosas similares en tamaño. Este datos, junto con su baja luminosidad (apenas unas 300 veces la del Sol, significativamente menor que otras nebulosas), hace que sea un objeto de un extraordinario interés para establecer modelos teóricos sobre la pérdida de masa de las nebulosas planetarias, tras la fase de secuencia principal de la estrella progenitora.
Se cree que la estrella progenitora era una gigante roja con poco más de 4 masas solares, mientras que el flujo ultra frío de gas y polvo en los lóbulos de la nebulosa está en torno a las 3,3 masas solares y se extiende hasta las 120000 AUs de radio (1 AU = 150 millones de km, la distancia que separa a la Tierra del Sol).
Mediciones llevadas a cabo usando el observatorio del ESO en Chile ALMA (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array) han llevado a determinar que una pequeña compañera de la estrella progenitora se zambulló en su núcleo en el pasado, acelerando dramáticamente el proceso de eyección de masa de la nebulosa protoplanetaria y haciendo que su temperatura haya descendido a extremos nunca vistos antes.
La zona central de la Nebulosa Boomerang, la más densa, tiene unas dimensiones de 1740×275 AUs y se expande a menor velocidad que los lóbulos norte y sur de la nebulosa. Por otro lado, la nebulosa tiene una extensión de unos 2 años-luz, la mitad de la distancia que nos separa de Proxima Centauri.
Con el tiempo, a medida que el flujo ultra frío de la nebulosa vaya entrando en contacto con el medio interestelar que está más cálido (es un decir), su temperatura irá aumentando poco a poco hasta equilibrarse con su entorno.
Referencias:
- The Coldest Place in the Universe: Probing the Ultra-Cold Outflow and Dusty Disk in the Boomerang Nebula
- ALMA Observations of the Coldest Place in the Universe: The Boomerang Nebula
- The Boomerang Nebula – the coolest place in the Universe?
- The Boomerang Nebula, the coldest region of the Universe?
Apasionado de la informática, que me da de comer. También loco de la astronomía y la ciencia, de vez en cuando escribo sobre ellas en Pirulo Cósmico. Colecciono meteoritos y a veces me gusta hacer fotografías del cielo nocturno. Miembro de la tripulación de @radioskylab_es. Hilo astronómico cada lunes en Twitter (@vmanchado)