La pregunta Naukas 2018 – Deborah García Bello

Por Deborah García Bello, el 2 febrero, 2018. Categoría(s): Naukas
La pregunta Naukas 2018
La pregunta Naukas 2018

¿Qué persona o hecho marcó tu carrera, tu interés por la ciencia o tu investigación? 

No fue un momento pomposo como en los libros malos. Fueron varios momentos y varias personas que hicieron y dijeron algo que quedó escrito en negrita en mi memoria. Pasado el tiempo puedo leer mi historia como si se tratase de una novela bien armada. En mi querencia por la ciencia no sólo han influido aspectos relacionados con la ciencia, sino que hago lo que hago y miro como miro tanto por el Mechanical animals, como por American beauty, El club de la lucha o Alejandra Pizarnik. Si tuviese que elegir el nombre de la persona de carne y hueso más relevante, diría que mi interés por la ciencia lo marcó Joselu, mi carrera la marcó Manu y mi investigación la marcó Chris.

The-girls-American-Beauty

Cuando algo le parecía extraordinario, tanto que ni la ciencia pretendía describirlo con detalle, Joselu nos decía que aquello era cosa de Paquito. Cuando una reacción química no salía según lo previsto, Joselu nos decía que lo que está bien es lo que sucede en el laboratorio, no lo que diga nadie, aunque lo diga Paquito. Así me dio dos de las lecciones más perspicaces que un profesor de ciencias pudo haberme dado.

Aunque hubiese pasado un verano de por medio, comenzaba las clases diciendo «como decíamos ayer». Era nuestro Fray Luis de León contemporáneo. Decía «pinta la reacción». No decía «escribe», decía «pinta». Sigo creyendo que las reacciones se pintan, no se escriben. En los exámenes nos pedía «menos matemáticas y más literatura».

Me daba la sensación de que aquellas formas pasaban inadvertidas para los demás, que yo las percibía porque tenía el poder de ver como él. La plástica del lenguaje, la estética de la química. Lo interesante está precisamente en las frases que sugieren volver a ser leídas. Quise estudiar química porque quería saberlo todo sobre aquello. Quise ser profesora porque quería hacer mi propio teatro. Yo no acudiría a Paquito ni a Fray Luis de León. Yo mentaría a Dios o a Tyler Durden, que viene a ser lo mismo.

Ser profesora no solo consiste en disfrutar en un aula con los alumnos. Está todo lo demás. Mi experiencia con todo lo demás fue decepcionante. Y el aula una habitación demasiado estrecha. Manu me animó a abrir un blog. Lo hice como una extensión de mi trabajo docente. Y sorpresa, lo que representa el blog, que en el futuro fueron las charlas, los libros, los vídeos, los artículos, empezaron a ocupar todo mi tiempo. «La fortuna pertenece a los audaces» me dijo Manu. «Deja las clases, te distraen de lo importante». Mi carrera como divulgadora empezó realmente con esa frase.

Mi interés por el arte, en convivencia con mi formación científica, derivaron en el tema de mi investigación: la relación entre la ciencia y el arte contemporáneo. Mi afinidad por el arte fue forjándose poco a poco. Desde las acuarelas que pintaba con mi madre los domingos por la tarde, a las figuras de alabastro que pintaba con acrílico los sábados por la mañana en el taller de manualidades de la tienda de arte del barrio. Me di cuenta de que las técnicas y los materiales aportan fondo, no solo forma. Eso me fue revelado visitando una exposición con mi hermano Chris. Fue la exposición en la que vi la venus azul de Klein. Ninguno de los dos conocíamos la supuesta receta secreta de aquella pintura azul. Podría ser un temple, podría ser sintética. Debatimos acerca del uso de peanas, acerca del fin de las vanguardias y los iconos. Años después escribí para una clase de Filosofía un texto interpretando aquella escultura. El texto fue valorado con la máxima puntuación. Los materiales cuentan una historia que no suele aparecer en los libros de arte ni de ciencia. Ese era mi tema. Con los años se ha convertido en una de mis especialidades, en ese algo mío que me representa. En el mundo de la divulgación soy la de la ciencia y el arte.

He escogido tres nombres, sin embargo, la lista de personas y momentos que me han traído hasta aquí está plagada de conversaciones, películas, discos y libros. Casi ninguno de pretendido contenido científico. Al fin y al cabo, lo importante de las ciencias, como lo importante de todo, apela a la sensibilidad y al sentido.