La enfermadad de alzhéimer no tiene tratamiento. De hecho, por no tener, no tiene etiología (causa) conocida y sin ella es imposible actuar sobre la base de la enfermedad. El problema es que su desarrollo antes de dar síntomas puede llevar años, si no décadas. Esta combinación de factores lleva a un callejón sin salida en el que las compañías farmacéuticas han enterrado miles de millones de euros, sin resultado. A este respecto, lean a Javier Burgos en Alzhéimer, ¿el fin de la expedición?.
Este cronista ya ha afirmado en otra parte que esto solo se arreglará con un proyecto global con financiación pública a largo plazo que se enfoque en encontrar la causa de la enfermedad. Algo que, visto el resurgir del nacionalismo populista se antoja improbable.
El alzhéimer está relacionado con las placas de un amiloide. Pero estas agrgaciones fibrosas pueden tener otros papeles biológicos importantes: Los amiloides y el origen de la vida
Aquí, Rocío Pérez: “Si todos tus amigos se tiran por un puente, ¿tú también te tiras?”: los adolescentes, los amigos y los riesgos La presión social es responsable de buena parte de los populismos que nos rodean y más en la época de las redes sociales y las fake news .Y hay quien quiere dar el voto a los 16 años. ¿Por qué será?
También son muy interesantes:
Posible efecto de la materia oscura sobre la formación de las primeras estrellas
La base lunar soviética de la oficina de diseño de Koroliov
Pierre Fatou, un matemático poco (re)conocido
100 años después el neandertal de La Ferrassie sigue dando información
El canal iónico responsable del sabor ácido
El funcionamiento de la condensina observado en tiempo real
Las fulguraciones mortales de Proxima Centauri
La tentación de la explicación única
Confirmación experimental de la teoría de la relatividad especial (y 2)
LHCb descarta el estado excitado del mesón Bc observado por ATLAS a 5 sigmas
El interactoma: la red que relaciona proteínas y metabolitos
LIDAR integrado ultrarrápido para vehículos autónomos
Químico. Trabajo en Euskampus Fundazioa con la Cátedra de Cultura Científica de la UPV/EHU, para la que edito el Cuaderno de Cultura Científica y Mapping Ignorance. Escribo cosas para el Donostia International Physics Center y el Basque Center for Applied Mathematics.