¿Por qué los gansos vuelan en formación de V y las palomas no?

Por Colaborador Invitado, el 9 marzo, 2018. Categoría(s): Biología • Divulgación

Los gansos u ocas son aves muy interesantes. Además de las gustosas delicatesen con las que nos deleitan también han sido utilizados como animales guardianes o como recurso literario ya que sus plumas fueron las más utilizadas hasta que las prácticas estilográficas y más tarde los bolígrafos las substituyeron. Nos centraremos en este artículo en otro curioso aspecto de su comportamiento y que comparten con algunas otras aves: su vuelo.

Tanto los ánsares como otras aves migratorias se caracterizan por volar en una formación que, observada desde tierra, recuerda a una V.

Desde tiempos remotos, la humanidad ha contemplado fascinada esta disposición. Ya en el año 79 de nuestra era, Plinio el viejo anotó que las ocas vuelan “como rápidas naves que surcan el aire con mayor facilidad que si lo hiciesen en línea recta”

Típica formación en V de gansos en plena migración. Fuente Wiki Commons
Típica formación en V de gansos en plena migración. Fuente Wiki Commons

¿Por qué adoptan estas aves esta disposición tan peculiar?, ¿qué ventaja les aporta? Y, ¿por qué otras aves que también migran largas distancias no se posicionan del mismo modo?

Vamos a intentar dar respuesta a estas preguntas:

No resulta fácil obtener datos sobre estas aves, puesto que, cualquier adminículo electrónico que se les adose para monitorear su vuelo, constantes vitales, etc. resultará poco menos que imposible de recuperar. Sin embargo; los ornitólogos no han cejado en su intento y no sólo han conseguido entrenar algunas bandadas para que regresen al punto de partida y recuperar así los monitores sino que incluso vuelan con las ocas con el fin de seguir sus evoluciones aéreas a muy corta distancia.

Ornitólogos siguiendo el vuelo de una bandada de gansos
Ornitólogos siguiendo el vuelo de una bandada de gansos

Utilizando estas técnicas se llevó a cabo un estudio, publicado más tarde en la revista Nature, en el que se adosaba a las aves (pelícanos en este caso) unos sensores para medir su frecuencia cardíaca, así como el número de aleteos que llevaban a cabo en sus vuelos. Pudo así constatarse que cuando estas aves vuelan en la típica formación en V, el ritmo de los latidos de su corazón descendía un 14% y daban menos aleteos que cuando volaban solos.

Parece claro pues que, cuando vuelan en este tipo de disposición necesitan menos recursos para mantener el vuelo, pero por qué, qué tiene este tipo de formación para ser más efectiva.

Veamos primero, muy someramente, qué hace que un ave vuele, ya que este será el punto de partida sobre el que podremos comprender las ventajas de la formación en V.

Cuando el ave impulsa sus alas hacia abajo, lo que hace es comprimir el aire que se encuentra en la parte inferior de las mismas. Como consecuencia, el aire en esa zona aumenta de presión. El aire se mueve de donde hay alta presión a donde la presión es menor (eso es lo que hacemos al soplar: crear una alta presión y mandar el aire expelido donde la presión es menor). Pues bien, esa diferencia de presiones crea un efecto succión de abajo arriba que permite que el ave vuele.

Esquema de ave vista de frente: al impulsar las alas, el ave aumenta la presión del aire debajo de las mismas (en rojo), simultáneamente, la presión en la parte superior de las alas es menor (en verde). Esa diferencia de presión crea un efecto de “succión” que hace que el ave se mantenga en vuelo.
Esquema de ave vista de frente: al impulsar las alas, el ave aumenta la presión del aire debajo de las mismas (en rojo), simultáneamente, la presión en la parte superior de las alas es menor (en verde). Esa diferencia de presión crea un efecto de “succión” que hace que el ave se mantenga en vuelo.

Sin embargo; esto no explica la formación en V de las aves en su vuelo migratorio. Profundicemos un poco más:

El aleteo genera un remolino de aire: una parte del aire que mueve el ala en su impulso viaja hacia abajo pero otra parte de ese aire es impulsado hacia arriba cuando las alas se mueven en esa dirección. El impulso hacia abajo se manifiesta inmediatamente detrás del ave, mientras que el impulso ascendente lo hace detrás de la punta de las alas. Ese impulso hacia arriba es el que aprovechan las aves que se hallan detrás para hacer su propio vuelo más fácil y por eso se sitúan detrás del vértice del ala del ave que tienen inmediatamente delante.

Representación gráfica de las corrientes de aire, ascendentes y descendentes, provocadas por el aleteo del vuelo de los ánsares (izda). A la dcha. véase cómo cada ave se sitúa detrás del vértice del ala del ave que las precede
Representación gráfica de las corrientes de aire, ascendentes y descendentes, provocadas por el aleteo del vuelo de los ánsares (izda). A la dcha. véase cómo cada ave se sitúa detrás del vértice del ala del ave que las precede

Si observamos este mismo fenómeno atendiendo sólo a la ondulación en sentido vertical veremos claramente que según cómo mueva el ave sus alas el aire que va dejando detrás impulsa a los gansos que le siguen arriba o hacia abajo. Obviamente las aves que van detrás se situarán de modo que el impulso las empuje hacia arriba y sincronizarán su aleteo para que las alas suban cuando la corriente de aire que deja el líder de la bandada es ascendente.

La onda nos muestra la dirección del aire detrás del líder de la manada. El ave que se sitúe donde está la flecha roja, batirá sus alas hacia arriba para aprovechar la corriente ascendente
La onda nos muestra la dirección del aire detrás del líder de la manada.
El ave que se sitúe donde está la flecha roja, batirá sus alas hacia arriba para aprovechar la corriente ascendente

En la siguiente imagen puede apreciarse como en la punta de las alas se genera una corriente ascendente que ayudará al ave que se sitúe en esa posición. Al hacerlo varias aves simultáneamente, la bandada adopta la forma de V.

Dirección de los vectores de aire, ascendente y descendente. Fuente: adaptado por el autor de Lissaman, Shollenberger and formation flight in birds
Dirección de los vectores de aire, ascendente y descendente. Fuente: adaptado por el autor de Lissaman, Shollenberger and formation flight in birds

Otra ventaja del vuelo en V es que cada animal tiene una visión amplia del recorrido que tiene por delante, además parece que también esta formación permite a los distintos miembro de la bandada comunicarse de forma más eficaz entre sí.

Ahora bien, hay otras aves que, cuando vuelan en grupo, no lo hacen en esta disposición en forma de V. Tenemos los gorriones, estorninos, colibríes o palomas que vuelan agrupadamente pero sin una disposición ordenada. Por su parte cigüeñas, grullas, flamencos o pelícanos lo hacen en V.

Bandadas de estornino (izda.) y palomas (dcha.) que no adoptan la disposición en V
Bandadas de estornino (izda.) y palomas (dcha.) que no adoptan la disposición en V
A la izda. cigüeñas y a la dcha. grullas en formación V. Fuente: Wiki commons
A la izda. cigüeñas y a la dcha. grullas en formación V. Fuente: Wiki commons

La diferencia en la formación que adoptan unas y otras aves se debe a su propio tamaño. Gansos, ibis, pelícanos, etc. provocan las corrientes de aire antes descritas que ayudan a los congéneres que vuelan tras ellos. Por el contrario, las aves de menor tamaño como golondrinas, tordos o mirlos desplazan poco aire por tanto la pequeña corriente que generan no supone una ventaja para las compañeras que se sitúan detrás.

 

Este artículo nos lo envía Juan Pascual (podéis seguirlo en twitter @JuanPascual4 o linkedn). Me licencié en veterinaria hace unos cuantos años en Zaragoza y he desarrollado mi vida profesional en el mundo de la sanidad animal, de ahí mi interés en divulgar lo que los animales aportan a nuestro mundo actual. Soy un apasionado de la ciencia. Creo que es fundamental transmitir el conocimiento científico de una manera sencilla para que los jóvenes se enganchen pronto y para que la sociedad conozca más y mejor lo mucho que la ciencia aporta a nuestro bienestar. Viajar es otra de mis pasiones junto con la literatura, que no deja de ser otro modo de viajar.

Puedes leer todos sus artículos en Naukas en este enlace.

 

Referencias y más información:

  1. Portugal, S et al. Upwash exploitation and downwash avoidance by flap phasing in ibis formation flight. Vol 505. Mar 2014
  2. Weimerskirch, H. et al; Energy saving in flight formation.
  3. May, R. M. Flight formations in geese and other birds. Nature 282, 778–780. (1979).
  4. Lissaman, P. B. & Schollenberger, C. A. Formation flight of birds. Science 168, 1003–1005 (1970).
  5. Algunos vídeos en YouTube:


Por Colaborador Invitado, publicado el 9 marzo, 2018
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