Hablemos de sexo

Por Colaborador Invitado, el 29 mayo, 2018. Categoría(s): Biología • Divulgación

La vida sexual de los animales es muy variada y presenta aspectos realmente sorprendentes. No es una exageración afirmar que podría dar para una enciclopedia. Pero seré sucinto en este artículo y me ceñiré a algunos aspectos curiosos del comportamiento reproductivo de algunas especies domésticas que, no por más cercanas, resultan necesariamente más conocidas.

La propia anatomía de las gónadas en algunos animales resulta ya de por sí harto interesante. Comencemos por los gatos: el pene de estos felinos resulta ciertamente llamativo puesto que presenta unas pequeñas espículas en el glande. Estas púas están hechas de queratina (como las uñas) y tienen una función cuando menos sorprendente: raspar las paredes del aparato reproductor de la gata durante la cópula. A qué fin, se preguntará más de un lector, pues bien, la gata tiene una ovulación inducida, es decir, no ovula al entrar en celo, sino que lo hace poco tiempo después de la cópula y las pequeñas lesiones que el pene ocasiona parecen ser la espoleta que activa la síntesis de las hormonas (gonadotropina en el hipotálamo y hormona luteinizante en la pituitaria) que desencadenarán la ovulación 1-3 días después. Otros animales domésticos presentan también ovulación inducida, como ejemplo sirvan el conejo, la llama o el camello.

Detalle del glande de un gato. Commons Wikipedia
Detalle del glande de un gato. Commons Wikipedia

Tampoco se quedan cortos los cerdos en lo que se refiere a curiosidades de su anatomía y prácticas sexuales:

En el caso del macho de la especie porcina, el pene siempre presenta el mismo estado de rigidez, es decir no se endurece durante la estimulación sexual. Lo que sucede es que, cuando está en reposo, se encuentra flexionado en el interior de la cavidad abdominal. Cuando entra en erección ese pliegue desaparece y alcanza así su longitud total saliendo del abdomen al exterior en toda su extensión, pero su rigidez no varía (el pene del toro se comporta de la misma forma).

Dibujo de pene de toro en reposo. En erección el pene se elonga y desaparece la flexión en forma de S que vemos en el círculo rojo, pero la rigidez no varía. Fuente: Sisson, Anatomy of domestic animals
Dibujo de pene de toro en reposo. En erección el pene se elonga y desaparece la flexión en forma de S que vemos en el círculo rojo, pero la rigidez no varía. Fuente: Sisson, Anatomy of domestic animals

Pero lo más interesante del pene de los cerdos y jabalíes se encuentra en el glande ya que éste presenta forma de sacacorchos. Nada en la naturaleza es caprichoso. Esta curiosa morfología obedece a la necesidad de insertarse en la entrada del útero de la cerda que presenta unos pliegues que obligan al miembro viril a, literalmente, enroscarse en el cérvix. Obviamente este acoplamiento facilita la llegada del semen al óvulo aumentando las probabilidades de éxito de la inseminación.

La cópula porcina dura entre 5-15 minutos, lo que la convierte en la más prolongada entre las especies domésticas.

Detalle del glande de un verraco. Obsérvese la peculiar forma de sacacorchos. Fuente: https://www.minipiginfo.com/pig-anatomy-and-terminology.html
Detalle del glande de un verraco. Obsérvese la peculiar forma de sacacorchos. Fuente

También el verraco se erige en el animal doméstico con mayor volumen de eyaculado, hasta 300 ml (un toro eyacula unos 5 ml). No menos curioso resulta el dato de la duración de la gestación de la cerda: 3 meses, 3 semanas y 3 días. Entre los profesionales del sector el 333 es un guarismo muy conocido.

Ahora bien, no es necesario desplazarnos a una granja para observar estructuras anatómicas y comportamientos sexuales dignos de interés. Nuestros mejores amigos, los perros son un claro ejemplo: Comenzaremos mencionando que los perros tienen un hueso en el pene, que se denomina aún hoy en latín como baculum u os penis.

hueso peneano de perro. Fuente Wikicommons
hueso peneano de perro. Fuente Wikicommons

Como curiosidad, es interesante mencionar que no solamente los perros tienen esta particularidad anatómica. Otros animales también la presentan, como por ejemplo la morsa, en algunos de cuyos ejemplares se han extraído huesos peneanos de más de un metro de longitud. Muchos roedores tienen también esta estructura.

Hoy por hoy no se conoce a ciencia cierta la función de este hueso, esbozaremos aquí alguna teoría.

La especie humana no tiene os penis, sin embargo, algunos primates sí lo tienen, ¿por qué lo han perdido los humanos?, el conocido autor Richard Dawkins presenta en su bestseller “El gen egoísta” una teoría en la que argumenta que la ausencia del mismo implica que una erección es sinónimo de un macho saludable, por ello la ausencia de báculo y la capacidad de tener una erección sería una ventaja competitiva ya que indicaría a las hembras un buen estado de salud y por lo tanto una buena elección para la reproducción. No deja de ser una teoría interesante y bastante plausible, aunque no podemos tener la certeza absoluta de que sea cierta.

La propia cópula de la especie canina es en sí misma digna una mención un tanto pormenorizada ya que la pareja queda “enganchada” sin poder separarse durante bastantes minutos.

Perros callejeros entrelazados tras la cópula en lo que se denomina abotonamiento. Fuente: Commons Wikipedia
Perros callejeros entrelazados tras la cópula en lo que se denomina abotonamiento. Fuente: Commons Wikipedia

Cuando la hembra está receptiva, el macho la monta y penetra sin necesidad de tener una erección ya que no olvidemos que los perros tienen un hueso en el pene que le proporciona rigidez. Inmediatamente tras la entrada del miembro viril, la base de éste se hincha y, simultáneamente, los músculos vaginales de la perra abrazan el miembro dando lugar a un auténtico bloqueo que imposibilita que la pareja se separe. Una vez la erección se ha completado, el perro pasa una pata trasera sobre el lomo de la perra y gira quedando la pareja mirando en direcciones opuestas pero trabados por sus genitales. Esto se denomina “abotonamiento”. Esta unión puede prolongarse hasta 30 minutos y durante ella, el macho vierte el fluido seminal. Esta unión tan intensa tendría como función que la totalidad del semen pasase al aparato reproductor de la hembra. Una separación más temprana podría significar que parte de éste saliera al exterior por la vagina. Otra hipótesis apunta a la posibilidad de que el abotonamiento impide que otro macho copule de manera inmediata con la hembra aumentando la posibilidad de transmitir los genes paternos a la camada.

Vayamos pues con la paternidad de los cachorros de la camada. En más de una ocasión, los dueños de una perrita se sorprenden de que los cachorros de su camada tengan aspectos muy distintos. ¿Cómo es posible, si son hermanos de padre y madre?. Bien de madre sí, de padre, no siempre.

La razón para que esto se produzca estriba en lo siguiente: las camadas de las perras pueden tener 5-6 cachorros fácilmente. Esto se debe a que la perra produce más de un óvulo. En un momento dado, tenemos en el útero de la perra varios óvulos en disposición de unirse con los espermatozoides procedentes del macho.

Cachorros de aspecto muy variado en una misma camada. Fuente: Commons wikipedia
Cachorros de aspecto muy variado en una misma camada. Fuente: Commons wikipedia

Por otra parte, el celo de la perra dura unos 2-3 días; si no está bajo supervisión de sus dueños, es más que probable que la hembra copule con más de un perro. Tenemos por lo tanto un útero con óvulos dispuestos a ser fecundados y espermatozoides de más de un macho. Conclusión: es más que probable que los óvulos se unan a espermatozoides de distintos padres.

Este fenómeno también se produce en los gatos, y podría darse en los humanos. En este caso es poco frecuente que una mujer ovule dos óvulos simultáneamente, pero puede darse. Si en estas circunstancias una mujer tuviera relaciones con más de un hombre, podría perfectamente alumbrar a dos niños de distinto padre. Poco probable, pero posible.

Terminemos nuestro recorrido volviendo a la granja y prestando atención al aparato reproductor del morueco o carnero, el macho de la oveja. Lo más llamativo en este caso resulta ser la uretra que se prolonga varios centímetros más allá del glande, dando lugar a un pequeño latiguillo como puede verse en la figura adjunta:

Prolongación de la uretra en el aparato reproductor del morueco. Fuente: Sisson, Anatomy of domestic animals
Prolongación de la uretra en el aparato reproductor del morueco. Fuente: Sisson, Anatomy of domestic animals

Esta estructura recibe el nombre de proceso uretral y su función consiste en vibrar en el momento en el que se produce la eyaculación. Mediante este mecanismo, los espermatozoides son lanzados hacia las partes más distantes del aparato reproductor femenino lo que aumenta la probabilidad de fecundar el óvulo.

Vemos pues que, también entre los animales domésticos, la morfología así como el comportamiento se aúnan para facilitar la fecundación y perpetuar la especie mediante mecanismos dispares pero todos ellos enfocados en un mismo fin.

 

Este artículo nos lo envía Juan Pascual (podéis seguirlo en twitter @JuanPascual4 o linkedn). Me licencié en veterinaria hace unos cuantos años en Zaragoza y he desarrollado mi vida profesional en el mundo de la sanidad animal, de ahí mi interés en divulgar lo que los animales aportan a nuestro mundo actual. Soy un apasionado de la ciencia. Creo que es fundamental transmitir el conocimiento científico de una manera sencilla para que los jóvenes se enganchen pronto y para que la sociedad conozca más y mejor lo mucho que la ciencia aporta a nuestro bienestar. Viajar es otra de mis pasiones junto con la literatura, que no deja de ser otro modo de viajar.

Puedes leer todos sus artículos en Naukas en este enlace.

Referencias y más información:

Sisson, S. The anatomy of domestic animals. Saunders company, 1914

Margaret V. Root Kustritz, DVM, PhD, DACT. Feline reproduction: An overview (Proceedings). Aug 01, 2009. CVC IN KANSAS CITY PROCEEDINGS

Kelly, D. A. Anatomy of the Baculum-corpus Cavernosum interface in the Norway Rat, and implications for force transfer during copulation. 2000. Journal of morphology, 244_ 69-77.

Dawkins, R. The selfish gene. Oxford University presss. 2006

http://www.slate.com/blogs/wild_things/2014/03/25/how_do_dogs_have_sex_copulatory_tie_baculum_humping_coital_tie_dog_knot.html

 

 



Por Colaborador Invitado, publicado el 29 mayo, 2018
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