Las fiestas navideñas llevan asociadas una serie de consecuencias con las que hay que saber lidiar científicamente. Así:
Comemos más de la cuenta, pero si lees a Deborah García Bello Estas Navidades no engordarás medio kilo.
Si tu cuñado comparte como una gracia memes de su partido político favorito (que no es el tuyo) y le respondes como merece, que sepas que Disculparse no es un arte, es una ciencia como te cuenta Rocío Pérez.
Si resulta que juegas al impuesto voluntario de los pobres, vulgo lotería, y ganas pero te pilla en la calle sin el móvil, el saber Contar hasta un millón con los dedos de las manos de Raúl Ibáñez te resultará de extrema utilidad.
Que en año nuevo no te pierdes el Concierto, pues ahí estás tú disfrutando a otro nivel con Física de las ondas estacionarias: frecuencia fundamental y sobretonos.
Para todo lo demás, también son muy interesantes:
El impacto de la actividad humana sobre los ecosistemas fluviales
El retorno al equilibro térmico de electrones fotoexcitados en grafito observado con trARPES
Los primeros alrededor de la Luna (medio siglo del Apolo 8)
La amenaza fantasma cuando el imperio (de la materia con masa negativa) contraataca
La diferencia entre una cara de hombre masculinizada y feminizada
La gran nave de acero de Elon Musk
Un pequeño juego: ¿Puedes adivinar a qué artículo pertenece la imagen de arriba solo con el titular?
Químico. Trabajo en Euskampus Fundazioa con la Cátedra de Cultura Científica de la UPV/EHU, para la que edito el Cuaderno de Cultura Científica y Mapping Ignorance. Escribo cosas para el Donostia International Physics Center y el Basque Center for Applied Mathematics.