Las drogas psicoactivas

Por Pablo Barrecheguren, el 3 junio, 2019. Categoría(s): Medicina • Neurociencia • Vídeos

Las diferencias entre idiomas a veces son bastante curiosas… por ejemplo, en inglés se llama “drug” (droga) tanto a sustancias con uso terapéutico como el ibuprofeono como otras con fines lúdicos como la cocaína, mientras que en castellano solemos distinguir entre medicamentos (sustancias con fines terapéuticos) y drogas (fines lúdicos).

Pese a esta diferencia en el lenguaje coloquial, la definición científica de una droga es “Cualquier sustancia que cuando entra al organismo genera un cambio fisiológico y/o psicológico”. Esto es interesante porque nos permite clasificar las drogas según su finalidad a la hora de consumirlas:

  1. Drogas con finalidad terapéutica. Por ejemplo la aspirina, la píldora anticonceptiva o las medicinas para la tensión.
  2. Drogas consumidas con fines recreativos, como pueden ser el alcohol o la cocaína.
  3. Drogas que según el contexto pueden tener un uso u otro. La morfina, que aparte de su uso recreativo es históricamente uno de los anestésicos más importantes que ha habido, o el cannabis son dos representantes de este grupo. Sin embargo, no hay que olvidar que aunque una droga tenga aplicaciones terapéuticas eso no la convierte en una sustancia sin efectos negativos; por ejemplo, es posible morir por sobredosis de morfina y hay muchos trabajos que han visto que el consumo de cannabis, especialmente en grandes cantidades durante la adolescencia, puede provocar el desarrollo de esquizofrenia en algunos grupos de población.

 

¿Qué es una droga psicoactiva?

Por definición, una droga psicoactiva es toda aquella sustancia que afecta al funcionamiento del sistema nervioso. Genera cambios que se traducen en modificaciones psicológicas en áreas como la percepción, la conciencia, el humor, el comportamiento o la cognición. Sabiendo esto, resulta que todas las drogas recreativas, (alcohol, LSD, cocaína, etc.) son psicoactivas, y se pueden ordenar en seis grupos según sus efectos:

  1. Estimulantes (cafeína, cocaína, etc.).
  2. Empatógenos (MDMA/éxtasis)
  3. Psicodélicos (LSD)
  4. Cannabinoides (marihuana)
  5. Depresores (alcohol)
  6. Opioides (heroína)

Las diferencias en los efectos de las drogas psicoactivas se deben a las diferentes formas en que estas modulan la actividad cerebral. Por ejemplo, el alcohol lo que hace es alterar esta comunicación aumentando los niveles de dopamina y serotonina, lo cual genera una mejora temporal en el estado de ánimo. Pero el alcohol es clasificado como depresor porque también potencia la vía GABAérgica, que es una ruta inhibidora del sistema nervioso y responsable del efecto depresor del consumo de alcohol.

 

La mentalidad y el contexto

La relación entre el sistema nervioso y las drogas psicoactivas no es banal ya que implica que también el estado en el que esté nuestro sistema nervioso condicionará la experiencia psicoactiva. Con lo cual tanto el estado de ánimo como el contexto son relevantes, y una mentalidad negativa o un contexto problemático pueden dar un giro tremendamente peligroso a la experiencia. Por este motivo, en el caso de que se vaya a consumir drogas psicodélicas se recomienda hacerlo en ambientes tranquilos sin estímulos inesperados y posibles connotaciones negativas ya que los psicodélicos, entre otras cosas, intensifican la respuesta emocional a cualquier tipo de estímulo.

 

La reducción de daños

El caso anterior es un ejemplo de lo que se conoce como “reducción de daños”. La reducción de daños está basada en evidencias científicas y ha demostrado ser un método eficiente, seguro y de bajo coste que no promueve el consumo de drogas psicoactivas, pero asume que hay individuos que experimentarán con las drogas y fomenta un consumo responsable e informado en el cual se minimizan los riesgos y efectos secundarios de su uso. Un ejemplo de reducción de daños es la práctica en los coffeshops de Amsterdam (donde se puede consumir cannabis) de no vender alcohol ni permitir la entrada a personas ebrias, ya que el consumo simultáneo de ambas sustancias aumenta significativamente los riesgos que ya tienen de por si ambas sustancias por separado:

En este contexto, la empresa social “Drugs and Me” está realizado un importante trabajo. Fundada por estudiantes españoles en el Reino Unido, está formada por neurocientíficos, farmacólogos, pedagogos e investigadores que tienen como objetivo informar con rigor y claridad sobre los riesgos del consumo de drogas. Y han sido de gran ayuda para escribir este artículo.

Para más información: https://www.drugsand.me/en/