Reciclaje de plásticos en España: Ecoembes vs. Greenpeace

Por Colaborador Invitado, el 8 septiembre, 2019. Categoría(s): Divulgación • Medio Ambiente
Botella de plástico colonizado en el fondo del mar. Fuente: Lorenzo Bramanti.

Antecedentes

España, cuarto país productor de envases de plástico de la Unión Europea, es partícipe del modelo insostenible del «usar y tirar». De acuerdo con un informe de Greenpeace de marzo de 2019, casi el 80% de los envases terminan en vertederos, incinerados o lanzados al medio ambiente, y del total de envases producidos, un 40% es de un solo uso. Por si fuera poco, España tiene bajos porcentajes de reciclaje global de toda la basura doméstica (33%) ya que el 83% de estos desechos se recogen como residuos mezclados en la bolsa de la fracción de rechazo (más info aquí). Según Greenpeace, la cantidad de residuos plásticos domésticos en España es en los alrededores del 10.5% del total de residuos domésticos generados.

Antes de continuar, deberíamos aclarar la diferencia entre recuperación, selección y reciclaje. La recuperación de plásticos, es de hecho, la recogida de los residuos plásticos por parte de empresas especializadas. Posteriormente se hace la selección y clasificación de los plásticos de acuerdo con su idoneidad para su reciclaje. El material recuperado, incluye tanto los plásticos del contenedor amarillo como los plásticos de los contenedores de desecho que son recuperados, así como los de otros orígenes como la limpieza viaria. De los plásticos que se lanzan en el contenedor amarillo, una parte no son reciclables y son rechazados en el proceso de selección, tanto en las plantas de selección como en las de reciclaje. También se recuperan plásticos comerciales e industriales por parte de empresas especializadas. El reciclaje es el proceso destinado a obtener materias primas para fabricar nuevos artículos de plástico con los residuos plásticos recuperados.

Economía circular del plástico

Ecoembes (Ecoembalajes España, SA) es una empresa privada que funciona como un consorcio financiado por las empresas adheridas al sistema integrado de gestión de residuos (SIG). Ecoembes gestiona el sistema de recogida selectiva de envases domésticos a través del contenedor amarillo y el contenedor azul y transfiere a las empresas adheridas los materiales a reciclar. Este mecanismo da cumplimiento al principio de responsabilidad ampliada del productor de la Unión Europea, que viene a decir que el fabricante de un producto debe responsabilizarse de la gestión de los residuos generados por dicho producto más allá de su  comercialización (más info aquí). Es curioso que en la web de Ecoembes eso no es muy explícito, y da la impresión de que se trate de una especie de ONG al servicio del reciclaje y el medioambiente.

En un informe de Ecoembes se dan datos sobre el porcentaje de envases recuperados en el contenedor amarillo que han sido después reciclados. A 2018 se reciclaron el 78.1% (ca.) de envases recuperados. Hay que tener presente que este porcentaje engloba a todo los envases recuperados que son competencia de Ecoembes (plástico, madera, papel/cartón y metales).

Los porcentajes correspondientes al reciclaje de plásticos en los últimos tres años se desglosan así:

Fuente: Ecoembes

Por su parte, Greenpeace estima el reciclaje de envases de plástico en un 25.4% para 2017 (en contraste con el 69.7% de Ecoembes). Textualmente, indica que «[…] el nivel de Recuperación/reciclaje de envases de plásticos en España rondaría el 25.4%.» Por recuperación/reciclaje entendemos los plásticos reciclados de todos los que se han recogido.

 

La polémica.

En un comunicado a Europa Press de marzo de 2019 (casi inmediatamente después de que Greenpeace publicara su informe sobre el reciclaje de plásticos) Ecoembes acusaba Greenpeace de mentir en los datos de reciclaje de plásticos: Según Greenpeace, sólo se recicla el 25.4% de los envases de plásticos que se recuperan, mientras que en 2017 las empresas adheridas a Ecoembes reciclaron el 77.1% de envases ligeros (entre los que se encuentran los envases de plástico).

El comunicado de Ecoembes mueve a la confusión en el lector poco perspicaz. Greenpeace habla de envases de plástico recuperados y posteriormente reciclados, mientras que Ecoembes habla de envases ligeros totales reciclados. Así, Ecoembes compara cifras de conceptos que son diferentes.

Según los datos de Ecoembes, para el 2017 se reciclaron un total de 521.572 Tn de 747.922 Tn. Esto da una tasa de reciclaje de plásticos del 69.7%. Este porcentaje, inferior al 77.1% antes mencionado, está todavía muy lejos del 25.4% estimado para Greenpeace.

Si nos vamos un año más atrás, de acuerdo con los datos de la industria europea del plástico (memoria de Plastics Europe para 2017, poco sospechosa de ecologista) en España en el año 2016 se recogieron 2.3 millones de toneladas de residuos plásticos post-consumo de las que se recicló el 37%. Esta información fue suministrada por la organización empresarial española de industrias del plástico Cicloplast. Si hacemos caso de los datos de Ecoembes con respecto a las toneladas de plástico reciclados en 2016, resulta que se recicló el 66.5% de plásticos recuperados. Entre los dos porcentajes hay una diferencia notable y, en todo caso, el 37% de Plastics Europe está más cerca del 25.4% de Greenpeace, a pesar de la diferencia de un año.

Otro dato interesante sobre el año 2016 es la que corresponde al informe del Ministerio de Transición Ecológica (MTE) suministrado a la UE, citado en el mismo informe de Greenpeace. Según el MTE, el porcentaje de reciclaje de envases de plástico recuperados totales sería 45.46% para este año. Este porcentaje se situaría entre el suministrado por Ecoembes y por Plastics Europe para el mismo periodo. Hay que decir que, estos porcentajes de envases reciclados incluyen no sólo los envases domésticos sino también los comerciales e industriales.

En resumen, tenemos tres datos muy diferentes en cuanto al reciclaje en 2016 (66.5%, 37% y 45.46%) y dos datos (69.7% y 25.4%), también muy discrepantes, con respecto al 2017. Si las cifras para 2017 ya parecen muy contradictorias, las de 2016 nos confirman el tremendo baile de cifras en lo que concierne al reciclaje de plásticos en España.

 

Así pues: ¿Qué porcentaje de reciclaje de plásticos recogidos es el correcto?

Con independencia de las discrepancias debidas a las diferentes fuentes de los datos originales, que pueden ser institucionales o empresariales, la estima de reciclaje de Greenpeace para 2017 se hace en base al material recogido, pero el porcentaje de Ecoembes se hace sobre los plásticos que han de entrar en las plantas de reciclaje, después de ser seleccionados. Es lo que Ecoembes denomina «Tn adheridas» en su informe, que se refiere a los datos de las empresas adheridas a Ecoembes. Las empresas que hacen selección de los residuos plásticos recogidos son las encargadas de proporcionar (en forma de balas compactas) los plásticos que serán utilizados por las empresas de reciclaje. En el proceso de selección una buena parte del plástico recogido es desviado para incinerar o bien para depositar en vertederos (y para exportar a otros países, como veremos más abajo …).

Andoni Uriarte, director técnico de Recircula, una plataforma que defiende modelos alternativos de gestión de residuos en España dice que «En una bala de envases PET, un reciclador puede llegar a descartar el 40% porque es material que no se puede aprovechar debido a que llega en muy mal estado” (ver fuente aquí). Es decir: de todo el plástico recogido sólo una parte llegará a las plantas de reciclaje en forma de balas, y una vez allí, otra parte será también rechazada.

Ecoembes parece ignorar estos aspectos en su crítica a Greenpeace. Además, a pesar de las auditorías a que está sometida Ecoembes (obligatorias) no se puede descartar el conflicto de intereses a la hora de recopilar y tratar la información.

En resumen, teniendo en cuenta todos los datos disponibles, el porcentaje del 25.4% de reciclaje de plásticos totales estimado por Greenpeace para 2017 parece bastante razonable.

También Ecoembes acusa de mentir a Greenpeace cuando dice que una buena parte de los plásticos recuperados en plantas de selección de envases que tratan los residuos del contenedor amarillo en España son exportados a otros países. Y retan a Greenpeace a que aporte pruebas.

Según la comunicación de la Comisión Europea de 2018 llamada Una estrategia europea para el plástico en una economía circular, anualmente se generan en Europa unos 25,8 millones de toneladas de residuos de plástico y menos del 30% de ellos se recogen para su reciclaje. De esta cantidad, una parte significativa sale de la UE para ser tratada en terceros países, en los que posiblemente se aplican normas medioambientales diferentes. Aquí, se utiliza un eufemismo que da a entender que los países receptores pueden no aplicar norma medioambiental alguna. Por tanto, está claro que la Comisión Europea admite (como no podía ser de otro modo) que los países europeos exportamos la contaminación por plástico a otros países, muchos de los cuales no reciclarán (esto explicaría en buena parte la existencia de la isla de plástico del Pacífico).

Acusando a Greenpeace de mentir en este punto, Ecoembes hace gala de una doble muestra de cinismo. Por un lado, Greenpeace no afirma en ningún momento que las plantas de selección y reciclaje de residuos adheridos a Ecoembes exporten plásticos por sí mismas. No lo hace probablemente porque no tiene pruebas concretas fehacientes. Es evidente que si las tuviera haría las denuncias públicas correspondientes. Dicho esto, según un artículo de Elena Freixa en el diario Ara, la organización Cicloplast indica que en 2016 una cuarta parte del plástico para reciclar se exportaba a China, que recibió un 43%, seguida de Hong Kong (22%). Malasia y Vietnam recibieron un 10% del plástico cada uno. El resto se repartió entre 76 países. Estos datos son compatibles con la información aportada por Greenpeace en su informe.

Por si lo anterior fuera poco, miembros de Greenpeace han encontrado en vertederos de Malasia envoltorios de productos comercializados en España, lo que es del dominio público. No es difícil imaginar cuál es el origen de estos desechos.

La exportación de residuos a países de renta baja no es una actividad que el conjunto de la sociedad considere moralmente aceptable y, de hecho, se encuentra rodeada de intereses comerciales y personales bastante opacos. Por este motivo, y porque China ha cerrado la frontera a la importación de residuos, los datos recientes de esta actividad no son fácilmente accesibles.

Como resumen, Ecoembes califica de «grave irresponsabilidad» las afirmaciones de Greenpeace. Sin embargo, el análisis expuesto en el presente artículo deja claro que los representantes de Ecoembes no son los más indicados para tachar de irresponsables a los autores del informe de Greenpeace.

Nota final del autor: La empresa privada utiliza las necesidades de la sociedad para promover su propio lucro, en una lógica muchas veces perversa de oferta y demanda. El reciclaje de residuos en general y de plásticos en particular se ha convertido en un negocio de magnitud creciente ya que, finalmente, se repercuten los costes en el consumidor. Cada vez que compramos un producto envasado pagamos, como coste añadido, tanto la manufactura como el reciclaje del envase. Por eso, las empresas del plástico son las primeras interesadas en fabricar, para después reciclar, artículos de plástico. Preferentemente artículos de un solo uso, pero esto ya es otra historia.

 

Este artículo nos lo envía Ricard Mollá, «Doctor en Biología, especializado en toxicología. Empecé investigando en neurociencia, pero mi trayectoria profesional ha estado vinculada durante muchos años a la evaluación de la seguridad de los medicamentos. También me interesan la astrofísica y el modelismo naval. Creo firmemente que el mundo sería diferente si la política estuviera supeditada a la ciencia y no al revés. Haríamos mejor ciencia y mejor política». Blog: http://elquesedeciencia.blogspot.com/, con artículos en catalán y en español.

 



Por Colaborador Invitado, publicado el 8 septiembre, 2019
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