Midiendo todo lo medible (5) – las mates te persiguen

Por Alfonso Araujo, el 5 enero, 2021. Categoría(s): Actualidad • Curiosidades • Matemáticas • Tecnología

Hay un juego de adivinación que se juega con un mapa. Uno de los participantes pide al otro que encuentre una palabra dada: el nombre de una ciudad, un río, un Estado o un imperio; en suma, cualquier palabra que figure en la abigarrada y complicada superficie del mapa. Por lo regular, un novato en el juego busca confundir a su oponente proponiéndole los nombres escritos con los caracteres más pequeños, mientras que el buen jugador escogerá aquellos que se extienden con grandes letras de una parte a otra del mapa.

Edgar Allan Poe, La Carta Robada (1844)

 

Pues bien, ya tenemos un poco asumido que en el siglo 21, esa cosa de la privacidad es un concepto que tiende a la obsolescencia. Y lo es porque, independientemente de las regulaciones que podamos inventar, el avance de la tecnología está demasiado por delante de ellas. Ya antes he explicado aquí y aquí que si usted es un tanto paranoico, le tengo malas noticias porque desde mediados de los años 80 hemos desarrollado tecnologías de espionaje para tener acceso a móviles, monitores, aparatos domésticos y hasta a esa cucaracha que parece haberse escondido tras el refrigerador de manera inofensiva.

Ahora bien, la mayoría de esas tecnologías son hardware (lásers, antenas, transmisores, etc.), y no tienen mucho qué ver con nuestro tema de esta serie, que es el medir y analizar todas las cosas bajo el cielo.

Pero hay tres temas que sí que están relacionadas: reconocimiento facial, espionaje de movimiento, y lo más futurista: rastreo de crímenes.

RECONOCIMIENTO FACIAL

Este es fácil de entender: hemos aprendido a medir rostros. ¿Cómo? Pues sobreponiendo redes de cuadrícula sobre ellas (como en la imagen portada) y midiendo la distancia entre los puntos, en tercera dimensión. Además, podemos medir los efectos de la luz a medida que un rostro se mueve, cómo varían las sombras con el movimiento, cómo hacer caso omiso de maquillaje, etc. de manera que esa cuadrícula, bien medida, llega a ser el equivalente facial de una huella digital. Incluso podemos medir las diferencias del efecto de sombras entre 2D y 3D, de manera que el sistema sepa cuando está viendo un rostro real, o cuando está queriendo ser engañado por una foto.

¿Qué tan exactos son nuestros sistemas de reconocimiento facial?

Ya son ampliamente usados en nuestros móviles, en lugar de (o complementando) nuestras claves de seguridad. Pero para darnos una idea de su fineza: en 2018, un hombre que era buscado por la justicia en China, fue identificado por reconocimiento facial en mitad de un concierto pop, de noche, entre 60 mil espectadores.

En temas mucho más controvertidos, y haciendo uso de la potencia de computación que tenemos hoy, hay quien se pone a intentar hacer frenología moderna y tratar de identificar criminales simplemente por las medidas de sus rostros (China, 2016) o bien predecir comportamiento criminal por su salud cerebral durante la infancia (EEUU-Nueva Zelanda, 2016). Esperemos que no llegue a ser popular.

MONITOREO DE MOVIMENTO

El espionaje de movimiento se refiere a usar los datos de GPS de los móviles y usar las locaciones para, a partir de datos anonimizados, saber con precisión cómo se mueven los “punto rojos” en el mapa y medir sus actividades en busca de algún tipo de riesgo.

Con la pandemia de coronavirus de 2020, muchos países han creado apps de móvil para hacer precisamente esto y poder controlar cuando una persona está en proximidad de áreas donde hay riesgo de contagio. China fue la primera en hacerlo con mucho éxito, y apps parecidas se han empezado a usar en Alemania, Francia y España (“Radar Covid”).

Ahora bien: en una nota más tenebrosa, no se necesita una app especial para monitorear movimiento, si bien es deseable usarla para que el usuario esté consciente de que sus idas y venidas son rastreadas. Pero realmente, como mostró una filtración espectacular al New York Times a fines de 2019, basta sólo tener un móvil para que las empresas que rastrean movimientos anonimizados, vendan la información y pueda ser usada por terceros, en la esperanza de que la ética del comprador se limite a promover publicidad.

CONTRA EL CRIMEN

Muy de la mano con el mencionado monitoreo de movimiento, hemos aprendido a medir y analizar actividades, de forma que no sólo nos indican rutinas, sino que nos sirven para encontrar criminales e inclusive predecir crímenes. ¿Cómo es esto posible? ¿Es posible que Auguste Dupin, Sherlock Holmes y Hércules Poirot, vayan a ser ahora encarnados por softwares? ¿Estamos en vía de ver a los precogs de Minority Report?

Pues no tanto aún.

Expectativas vs. realidad

La técnica de perfil geográfico (geographical profiling) se usa en especial para crímenes seriales, como violaciones, vandalismo, robo a domicilios o incendios provocados. La idea es medir y evaluar la relación entre las escenas del crimen y, junto con modelos que aproximan las “actitudes de caza”, encontrar áreas geográficas limitadas en donde es posible que resida el criminal.

De modo que no es tanto una forma de encontrar a un asesino, sino de manejar la gran cantidad de información que genera una investigación, para reducir el tiempo y enfocarse en áreas más probables.

No suena por el momento tan impresionante como las otras técnicas, pero con el tiempo seguramente se irá mejorando. Por otro lado, también hay quienes usan mediciones de todo tipo de factores para hallar la “química de las relaciones románticas.”

Para esa app seguro va a haber muchos usuarios.

 

Siguiente capítulo: Nostradamus 2.0

 

 

Referencias:

Chinese man caught by facial recognition at pop concert. BBC News, abril 13, 2018.

Díez, Pablo. Criminales por la cara. ABC. Noviembre 27, 2016.

Goldhill, Olivia. The disturbingly accurate brain science that identifies potential criminals while they’re still toddlers. Quartz, diciembre 18, 2016.

Caspi, Avshalom et al. Childhood forecasting of a small segment of the population with large economic burden. Nature Human Behaviour, diciembre 12, 2016.

Paul Mozur, Raymond Zhong y Aaron Krolik. In Coronavirus Fight, China Gives Citizens a Color Code, With Red Flags. The New York Times, marzo 1, 2020.

Stuart A. Thompson, Charlie Warzel. Twelve Million Phones, One Dataset, Zero Privacy. The New York Times, diciembre 19, 2019.

Geographic profiling, Chapter 6: Crime Mapping Futures. Crime Mapping Research Center.

Jo Craven McGinty. The Math Behind Successful Relationships. Wall Street Journal. Feb. 8, 2019.