Midiendo todo lo medible (6) – Nostradamus 2.0

Por Alfonso Araujo, el 7 enero, 2021. Categoría(s): Curiosidades • Historia • Matemáticas
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La ciencia de la psicohistoria no trataba del hombre, sino de las masas. Era la ciencia de las muchedumbres, contadas por miles de millones. Podía predecir las reacciones a estímulos con la precisión que otra ciencia podía calcular el rebote de una bola de billar. La reacción particular de un individuo no podía ser predicha por ninguna matemática conocida; pero la reacción de un millón de individuos era una cosa totalmente distinta.

Isaac Asimov, Fundación e Imperio (1952)

 

En esta serie hemos visto la fundamental importancia de la medición en la ciencia. El sentimiento general es que “lo que no se puede medir no existe”, y son las mediciones las que podemos usar para analizar con detalle nuestras observaciones e hipótesis y, sobre todo, predecir lo que pasa en un sistema cualquiera.

Pero las cosas que medimos, por más complejas que sean, tienen por lo general como poder predictivo un evento en un sistema limitado: digamos la trayectoria de una bala, un satélite o una galaxia; o el efecto de una droga en una bacteria; o el área de una ciudad donde es posible hallar a un asesino en serie.

Todas estas cosas y miles más son bastante impresionantes por la precisión con la que podemos predecir eventos y hasta propiedades fundamentales de la naturaleza. Por ejemplo: en base a pacientes observaciones y mediciones, y a análisis matemático, hemos logrado descubrir planetas que no sabíamos que existían (Neptuno), predecir la existencia de partículas (el neutrino, el bosón de Higgs y más) y hasta saber que sólo podemos crear 17 tipos de simetría, y ni uno más, con diseños repetidos en una pared.

Pero por supuesto, el Santo Grial de las predicciones no es nada de eso: lo que quisiéramos es poder observar, medir y analizar, para entonces predecir El Futuro, así con mayúsculas. ¿Podemos crear una bola de cristal?

Pues, en eso estamos…

 

PATRONES QUE LLEVAN A EVENTOS

Como dice el científico experto en “psicohistoria” Hari Seldon en la famosa obra Fundación, de Asimov, lo importante no es poder predecir el comportamiento de un ser humano, sino de muchos de ellos. Para poder “ver el futuro” en una sociedad, usamos el mismo principio que para predecir el movimiento de una nube: es prácticamente imposible calcular los movimientos de todas las moléculas que la componen, pero sí podemos ver su movimiento en conjunto y saber que habrá lluvias al este o al oeste.

Aquí es donde entran modernas técnicas que combinan estadística, geografía, teoría de juegos y muchas otras disciplinas, porque el saber qué hace una sociedad en su conjunto es mucho más complejo que el movimiento de una nube. Lo que podemos hacer es tratar de observar la mayor cantidad de factores que “mueven la nube”: si para ésta podemos calcular vientos y temperaturas, para una sociedad debemos ver un montón de otros factores que son a veces muy difíciles de medir, estudiarlos por separado y combinarlos para hacer nuestras predicciones.

Veamos a tres pioneros de estas técnicas.

 

LOS IRES Y VENIRES DE LA HISTORIA

Empecemos con Ian Morris. En su genial libro, Porqué Occidente Manda…Por Ahora propone que las civilizaciones están íntimamente relacionadas con su situación geográfica y de acceso a recursos naturales, y se desarrollan y obtienen preeminencia en base a cuatro claves:

  • su eficiencia para usar energía,
  • su capacidad de organización,
  • su capacidad de guerra, y
  • su eficiencia para generar y distribuir información.

Con estas sencillas herramientas, Morris realiza un análisis donde ve los patrones históricos de ascensos y descensos de civilizaciones: estos patrones se ajustan sorprendentemente bien a su hipótesis. Claro, analizar hacia atrás cualquiera lo hace, pero su teoría también predice los vaivenes del siglo XX y XXI en el sentido de llegar a un máximo de influencia en Occidente, para empezar a declinar a medida que el foco de la región oriental sube.

Su análisis se centra en los grandes patrones históricos y tiene un enfoque global, aunque se puede adaptar para el estudio de naciones grandes, que han explotado en complejidad y que tienen varios focos de desarrollos distintos, distribuidos por regiones. Sin embargo, no puede predecir eventos puntuales, con lo que pasamos a:

 

TEORÍA DE JUEGOS

La Teoría de Juegos es una rama de las matemáticas que trata de modelar y predecir el comportamiento de varios actores, en situaciones de competencia. Estos actores siempre buscan su propio bien por principio, aunque a veces pueden ser convencidos de buscar un bien compartido o un bien común; a veces están dispuestos a cooperar y a veces no, y así. Estas actitudes pueden ser modeladas en ecuaciones, se les pueden asignar valores, se puede definir cómo cambian en el tiempo o bajo presión… y el modelo nos da un resultado que, traducido de regreso al mundo real, es la predicción de una decisión.

Así que en esencia, tenemos:

  • jugadores en competencia
  • acciones y restricciones
  • premios y castigos
  • flexibilidad o inflexibilidad en sus acciones

Un ejemplo clásico es el llamado Dilema del Prisionero, en el que dos ladrones son capturados e interrogados por separado: su castigo dependerá de si deciden delatar a su compañero o no.

Esta técnica se ha usado para predecir el programa nuclear de Irán o la salida de Musharraf de Pakistán, y el profesor Bruce Bueno lo ha usado incluso para predecir la amenaza terrorista a EEUU o el proceso de paz en Irlanda del norte.

La Teoría de Juegos predice entonces cosas mucho más específicas que el análisis global de Morris, en base a reglas de competencia. Pero tenemos cosas todavía más detalladas:

 

ANÁLISIS DE FENÓMENOS PUNTUALES

Allan Lichtman se ha hecho famoso por tener tres décadas de predicciones acertadas de los resultados de las elecciones en EEUU. En un caso tan puntual, lo que se hace es analizar con cuidado todas las posibles variables que pueden influir, y crear con ellas un modelo ponderado o en este caso, un modelo binario, con claves de Sí/No.

Lichtman empezó este análisis con más de 40 variables y con los años lo fue refinando hasta quedar en sus “13 claves para la Casa Blanca”. Estas claves son altamente específicas y no son fácilmente traducibles a elecciones en otros países: es un modelo diseñado ad hoc. Su método es sencillo: cada clave tiene un valor de Sí/No, y si el presidente en turno tiene “No” en más de 6 claves, perderá la elección. Las claves incluyen percepción del prestigio militar, existencia de candidatos independientes, escándalos, descontento social, y más.

El ejercicio, aunque no transferible, es muy interesante porque para Lichtman los candidatos no importan tanto: para él la elección no es una decisión entre dos contrincantes, sino un referéndum sobre el presidente en turno. Su método predijo correctamente la victoria de Trump en 2016, y tarde, pero también su derrota en 2020.

 

De modo que ahí está: por el momento podemos predecir grandes tendencias y algunos eventos que tienen un Sí/No como resultado posible, pero aún falta mucho para poder predecir cosas inesperadas, como el equivalente humano de la existencia de un planeta invisible… o si nos embarcaremos en un viaje a una tierra exótica y conoceremos a un hombre alto, guapo y moreno.

 

Siguiente capítulo: ¿qué más se nos ocurrirá?

 

 

Referencias:

Morris, Ian.  “Neck and Neck” y “Decline and Fall”, en Why the West Rules…For Now: The patterns of history and what they reveal about the future. Picador, 2011.

Zagare, Frank C. y Slantchev, Branislav L., Game Theory and Other Modeling Approaches.

Thompson, Clive. Can Game Theory Predict When Iran Will Get the Bomb?  New York Times. Agosto 12, 2009.

Lerner, E. Hill. The New Nostradamus. Good Magazine. Oct. 4, 2007.

Britannica Blog. Allan Lichtman: The 13 Keys to the White House … Why the Democrats will take back the White House.  History News Network.  Mayo 10, 2007.

Stevenson, Peter W., Trump is headed for a win, says professor who has predicted 30 years of presidential outcomes correctly.  Washington Post. Sept. 23, 2016.

Rozsa, Matthew. Political prophet Allan Lichtman: How Iran attack could hurt Trump in 2020 election. Salon. Enero 7, 2020.