¿Por qué lloramos los humanos y no los animales?¿Lloran los cocodrilos?

Por Colaborador Invitado, el 8 enero, 2021. Categoría(s): Biología

Todos los vertebrados terrestres poseemos glándulas lacrimales cuya función primordial es la de mantener el ojo húmedo y limpio, libre de partículas irritantes como polvo o gases molestos (como por ejemplo, el gas syn-propanethial-S-óxido que se desprende de las cebollas una vez las cortamos y que todos hemos comprobado cómo nos hace llorar).

Se trata pues de una función mecánica y también anti-infecciosa -en las lágrimas hay numerosas enzymas que impiden la colonización de diversos gérmenes- que evita lesiones a un órgano tan importante como el ojo.

a) Glándula lacrimal. b) Punctum lagrimal superior, c) Canalículo, lagrimal superior, d) saco lagrimal e) Punctum lagrimal inferior, f) canalículo lagrimal inferior, g) conducto nasolagrimal

Sin embargo; los humanos no sólo emitimos lágrimas ante una situación irritante para el órgano visual, sino que también lo hacemos en situaciones muy emotivas, bien de pena, de alegría, acompañando a la risa o porque nos emociona una canción, por poner algunos ejemplos que todos hemos vivido alguna vez.

La emisión de lágrimas en los animales se debe exclusivamente a factores mecánicos

¿Por qué poseemos este mecanismo que ningún otro animal tiene, qué hace que nuestras lágrimas tengan una función distinta a la puramente mecánica de limpieza?

En principio, podemos convenir que muchos animales lloran, aquellos que tienen perros saben bien cuándo su amigo está llorando, ahora bien, aunque entendamos lo que significan los quejidos o gemidos del animal, no hay emisión de lágrimas. Tampoco en un bebé recién nacido puesto que las glándulas lacrimales no están aún plenamente desarrolladas.

Pero, a las pocas semanas ya lloramos y esta característica, entre otras, nos hace diferente a los otros animales.

Las lágrimas de origen emocional o consecuencia del dolor son exclusivamente humanas

Porque si bien todas las especies derraman lágrimas si los ojos se irritan, sólo los humanos lo hacemos debido a factores emocionales.

Podemos clasificar las lágrimas en 3 tipos diferentes:

  1. Lágrimas basales: humedecen el ojo cada vez que parpadeamos y están siempre presentes.
  2. Lágrimas de reflejo: aquellas que se producen como consecuencia de un factor irritante: humo, cebollas, polvo, etc.
  3. Lágrimas emocionales: tanto debidas a fuertes emociones como a un traumatismo doloroso

Son éstas últimas las que nos llaman particularmente la atención y están ausentes en el mundo animal. Es interesante constatar que éstas últimas tienen una composición distinta a las dos primeras, así la concentración de proteínas de las lágrimas emocionales es un 24% superior a la de los dos tipos anteriores. También contienen una muy alta concentración de manganeso.

Además, se ha demostrado que, entre esas proteínas, las lágrimas emocionales contienen varias hormonas: prolactina y hormona adrenocortical entre otras. Según los expertos, eliminar estas substancias vía lacrimal tendría una función de-toxicadora, reducir los niveles de estas hormonas tendría un efecto positivo anti-estrés y de ahí la sensación de bienestar que se percibe frecuentemente tras el llanto.

Otra función de las lágrimas sería generar una reacción de empatía por parte del observador de esa reacción, esto habría servido para mejorar nuestra atención sobre los niños en particular pero en general sobre todos aquellos que sufren. Ambas finalidades del llanto desmentirían lo que Darwin consideró como una acción intrascendente.

Vistas las principales características que distinguen el llanto humano de la emisión de lágrimas animales, detengámonos un momento en una leyenda que, como veremos, tiene su base en la realidad: ¿Lloran los cocodrilos?, ¿a qué se debe la expresión lágrimas de cocodrilo? Todo comenzó con la aparición, hacia el año 1400, del “Libro de las maravillas del mundo o Viajes de Juan de Mandeville”. Uno de sus pasajes describe cómo estos enormes reptiles vierten lágrimas mientras despedazan y se comen a los incautos que se han acercado demasiado a sus aguas.

De ahí nació la expresión “lágrimas de cocodrilo” que describe la falsedad de sentimientos, es decir, mostrar pena con el llanto mientras, simultáneamente, se daña a quien es el pretendido objeto de nuestras lágrimas.

Libro de las maravillas de Mandeville

Los cocodrilos también tienen glándulas lacrimales, con la función de limpieza que hemos descrito anteriormente, pero lo realmente interesante es que, como cuenta Mandeville, efectivamente lloran cuando comen. Como demostró un profesor de la universidad de Florida, los caimanes emiten lágrimas al masticar su comida. Como de manera general comen dentro del agua, es muy difícil observar este acto reflejo, por ello la comprobación se hizo alimentando a los reptiles fuera del medio acuático.

No se conoce exactamente cuál es la razón por la que estos animales secretan lágrimas durante la ingesta de alimentos. Lo que sí está comprobado hoy es que su llanto no es una leyenda vacía de contenido.

izquierda: lágrimas y burbujas en un caimán en el momento de la comida. A la derecha secreción lagrimal de tipo mecánico

No obstante todo lo anterior, aún restan importantes cuestiones para conocer en toda su dimensión el llanto humano, su función para el individuo y para la sociedad, así como por qué los animales no han desarrollado esta manifestación externa.

 

Este artículo nos lo envía Juan Pascual (podéis seguirlo en twitter @JuanPascual4 o linkedn). Me licencié en veterinaria hace unos cuantos años en Zaragoza y he desarrollado mi vida profesional en el mundo de la sanidad animal, de ahí mi interés en divulgar lo que los animales aportan a nuestro mundo actual. Soy un apasionado de la ciencia. Creo que es fundamental transmitir el conocimiento científico de una manera sencilla para que los jóvenes se enganchen pronto y para que la sociedad conozca más y mejor lo mucho que la ciencia aporta a nuestro bienestar. Viajar es otra de mis pasiones junto con la literatura, que no deja de ser otro modo de viajar.

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Referencias científicas y más información:

  1. Frey WH 2nd, DeSota-Johnson D, Hoffman C, McCall JT. Effect of stimulus on the chemical composition of human tears. Am J Ophthalmol. 1981 Oct;92(4):559-67. doi: 10.1016/0002-9394(81)90651-6. PMID: 7294117.
  2. https://www.nytimes.com/1982/08/31/science/biological-role-of-emotional-tears-emerges-through-recent-studies.html
  3. http://www.scienceiq.com/Facts/ScienceOfTears.cfm
  4. Malcolm Shaner, Kent A. Vliet, Crocodile Tears: And thei eten hem wepyngeBioScience, Volume 57, Issue 7, July 2007, Pages 615–617, https://doi.org/10.1641/B570711
  5. https://www.scientificamerican.com/article/are-humans-the-only-prima/
  6. https://www.apa.org/monitor/2014/02/cry
  7. https://www.huffpost.com/entry/why-do-we-cry-when-were-sad_n_2583885
  8. Mekana et al. Role of Lacrimal Gland in Tear Production in Different Animal Species: A Review. Livestock Research International | April-June, 2015 | Vol 3 | Issue 2 | Pages 40-42
  9. https://www.scientificamerican.com/article/why-humans-like-to-cry/


Por Colaborador Invitado, publicado el 8 enero, 2021
Categoría(s): Biología