Adornando el pensamiento

Por Alfonso Araujo, el 14 julio, 2021. Categoría(s): Historia • Matemáticas • Personajes

John Dee (1527 – 1609) fue un matemático y astrónomo escocés de la época isabelina. Siendo además un destacado bibliotecario, tenía una de las colecciones de libros más impresionantes de su tiempo.

De nueva cuenta me inspiro en un tuit de Snezana Lawrence, historiadora de las matemáticas, en el que compartió una cita del prefacio (Mathematical Preface) que Dee escribió para la primera edición inglesa de uno de los libros fundamentales de la historia del pensamiento: los Elementos de Geometría de Euclides. El fragmento es éste:

Muchas son las artes que embellecen la mente del hombre, pero ninguna le confiere tal adorno como aquellas artes que son llamadas matemáticas.

De forma distinta a la celebración de las matemáticas de Isaac Barrow, que habla de cómo estructura el pensamiento, Dee, que tenía gran afición por la metafísica y el ocultismo, se acerca a ellas de forma más mística. Propone que existen en el mundo “cosas sobrenaturales y naturales” y que en medio de ellas, o sea entre lo ideal y la materia, se encuentran las cosas matemáticas: inmateriales en esencia pero que pueden ser encarnadas en el mundo y percibidas. El número y la magnitud son, según él, estudiadas por la aritmética y la geometría al manifestarse en el plano físico, pero el mismo tiempo pueden ser estudiados de manera puramente ideal.

A continuación presento cinco extractos más de este breve ensayo, con algunas de las curiosas ideas de Dee acerca de las matemáticas, de su relación con el mundo y con el ser humano:

 

«La sensata y delicada prosa puede ser de buen servicio a las cosas naturales y esto es digno de elogio; pero en el razonamiento matemático un simple argumento probable no lleva ningún peso. Ni se da consideración a los decires de un testigo, ni a palabras ingeniosas: tan sólo una demostración perfecta, de certeza necesaria e invencible, puede ser aceptada como suficiente.

«Consideremos el infinito deseo de conocimiento, aunado a la inacabable capacidad de búsqueda del hombre. Apreciemos cómo en unión, a través de constante alternancia de especulación y práctica, han llegado a perfeccionar el uso práctico en el mundio, de esas inmateriales ideas que son los números.

«Estas reglas de aritmética o de álgebra, son tan profundas, tan generales y contienen tanto poder, que nada les supera en su práctica aplicación; y el alma no encuentra ejercicio más provechoso y útil.

«El dedo meñique de la aritmética tiene más efectividad y poderío que las elucubraciones que cien mil hombres podrían realizar sin ella.

«¿Qué privilegio tienen las matemáticas, que pueden exhibir las cosas del mundo con tal poder, libertad, simplicidad y perfeccion? ¿Qué privilegios para mostrar con tal certeza y orden, y con tal precisión proceder? ¿Qué otro arte puede acercarse a representar y demostrar así las cosas? Ésta nuestra Ciencia, de aritmética y geometría, manteniéndose pura y absoluta en sus propios términos y en sus dominios, permite demostraciones siempre claras, siempre ciertas, eternas y universales.»

 

REFERENCIAS

Euclides. Los Elementos de la Geometría. Versión de 1570 (primera versión inglesa), digitalizada por la Smithsonian Libraries, disponible en Archive.Org.

John Dee. The Mathematical Praeface. (Op.cit.), disponible en The Project Gutenberg. (Nótese que está en inglés de la época y es un poco difícil de leer por la ortografía antigua y por su retórica extraordinariamente florida).