Hacer el hyperloop sin hacer el hyperloop

Por Iván Rivera, el 20 julio, 2022. Categoría(s): Divulgación • Ingeniería • Tecnología
Recreación digital del aspecto del piloto SELF terminado. Imagen: Zeleros.
Recreación digital del aspecto del piloto SELF terminado. Imagen: Zeleros.

El verano, lleno de serpientes en lo noticioso, nos trae titulares que podrían hacer dudar a cualquier escéptico de ese curioso fenómeno de la ingeniería virtual moderna que es el hyperloop. Digo virtual porque real, lo que se dice real, no es. Pero para los medios de comunicación la historia puede ser muy distinta: «Zeleros probará en Sagunto el hyperloop para mercancías» (Las Provincias), «Zeleros presenta su proyecto de sistema de transporte autónomo “hyperloop” en Sagunt» (elDiario.es), «El hyperloop de Zeleros probará a mover los contenedores del puerto de Sagunto» (Onda Cero), «Zeleros probará el “hyperloop” en el Puerto de Sagunto» (Expansión). Y así sucesivamente, etcétera, o Und so weiter, como en el Perpetuum mobile de Johann Strauss hijo.

El hyperloop, de nuevo

Ya conocéis a mi viejo compañero, el hyperloop. ¡Este año cumple diez! Se trata de la idea, aparentemente razonable y hasta brillante, de que cápsulas llenas de pasajeros pueden ser lanzadas, en levitación magnética, por tubos sellados en los que se ha hecho el vacío. Las velocidades alcanzadas serían similares a las del sonido —entre 1000 y 1200 km/h— y el gasto energético, gracias a la falta de rozamiento aerodinámico, sería tan escaso que el sistema, orlado de paneles solares en toda su longitud tubular, produciría más energía de la que llegaría a consumir.

Como en el mundo de la ingeniería del transporte el diablo está en los detalles, voy a ahorraros aquí la densa retahíla de razones por las que hyperloop no podrá existir en un planeta como la Tierra. En Marte es otra historia; allí no hace falta tubo, pero tampoco hay de momento nadie que pudiera aprovechar semejante adelanto.

Captura de pantalla del twitch de Maldita.es con Iván Rivera sobre el estado actual de hyperloop.
Si no os queréis ahorrar las razones en contra de hyperloop, pero buscáis un formato actual, no dejéis de ver el twitch que el pasado mes de mayo grabé para Maldita.es sobre el estado actual de hyperloop. Imagen: Maldita.es.

A principios de este año, la empresa más avanzada en lo que a construir prototipos respecta —Virgin Hyperloop One (VHO)— se deshizo de una cantidad alarmante de ingenieros a la vez que proclamaba que en lo sucesivo se centrarían en la cuestión de las mercancías. A fin de cuentas, un contenedor no va a pedir la hoja de reclamaciones si las aceleraciones laterales del trayecto harían vomitar a una cabra, ni va a suscitar demasiadas condolencias en caso de descompresión explosiva de su cápsula. Reconociéndolo o no, la mayor parte de los desarrolladores de hyperloop del mundo pivotó entonces junto a VHO hacia el transporte de cargas, algo más accesible como reto de ingeniería que el delicado transporte de pasajeros. Naturalmente, nuestro hyperloop patrio, Zeleros, no iba a ser menos.

Zeleros, «versión española»

Así, a la vez que Zeleros presentaba una maqueta de cápsula de pasajeros en la Expo de Dubai —la misma que iba a mostrar un sistema hyperloop completo y funcional y que terminó con un «simulador de experiencia de hyperloop»—, se encontraba trabajando en un proyecto financiado con fondos de la Unión Europea: Sustainable Electric Freight-forwarder, o SELF.

El bombardeo por saturación mediático hace creer que Zeleros va a construir un hyperloop para contenedores en Valencia. Pero lo bueno de los proyectos con fondos públicos es que uno puede hurgar en las tripas de los laberínticos sitios web de los organismos encargados de evaluar memorias, asignar dineros y hacer seguimientos para averiguar qué es lo que va a hacerse.

El proyecto SELF

¿Pero qué va a hacerse? Una pista de 60 metros dotada de raíles en la que un motor eléctrico lineal propulsará unos pequeños vagones-plataforma. Suena mucho menos emocionante dicho así, pero en el vídeo Zeleros no miente:

El motor de reluctancia conmutada1 lleva desarrollándose mucho tiempo, pero son los avances en control en tiempo real los que permiten ahora su aplicación en la práctica, evitando los problemas de «rizado de par» que hacen su uso problemático —por resumir, el motor avanza «a golpes»—. Es interesante notar aquí que, pese a las luces blancas de ciencia ficción que aparecen en el vídeo en los extremos de las plataformas y el escaso énfasis en sus ruedas, de tipo ferroviario, no se va a desarrollar aquí ninguna solución de levitación, sino tan solo de propulsión.

Animación que describe la arquitectura general de un motor de inducción lineal.
Animación en la que se describe un motor lineal de reluctancia conmutada. Fuente: Zeleros.

El proyecto involucrará a Zeleros y a una empresa polaca, Magneto, que aportará componentes ferromagnéticos claves para el motor, y con la participación en régimen de subcontratación del CIEMAT y de Arcelor Mittal, al menos. El presupuesto subvencionado se reparte entre el Centro de Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), con 360475 € y su homólogo polaco, el NCBR, con 1057553,17 zlotys (unos 220000 € adicionales).

Esta subvención requiere, por cierto, justificar gastos por valor de un 66,67 % adicional. Dicho de otro modo, el presupuesto total de la actuación estará alrededor de 967000 €, de los que las instituciones públicas se comprometen a poner un 60 %, que es la intensidad máxima de la subvención que puede concederse en el marco del programa Eurostars-2. El resto del dinero deberá ser aportado por los socios del proyecto en partes proporcionales.

¿Es esto un hyperloop?

¿Es esto un hyperloop? Claramente no. El motor lineal es una de las tecnologías comunmente citadas como componentes de un hyperloop funcional, pero este sistema «solo» intenta mover contenedores en un entorno portuario cercano a la operación. Y ¿por qué las comillas en «solo»? Porque lo que se pretende no es para nada absurdo ni trivial.

Los motores lineales de reluctancia conmutada son, en teoría, más robustos y sencillos de construir que sus alternativas con imanes permanentes. ¿Funcionarán en el entorno inherentemente sucio de un puerto? ¿Serán competitivos frente a grúas, toros de gran tonelaje y plataformas rodantes? Si se logra equipar un puerto o una campa intermodal con un sistema de movimiento automático de contenedores capaz de despacharlos tras su descarga hacia áreas de almacenaje y de estas a trenes o camiones portacontenedores, todo ello sin emisiones de CO₂ y de forma económicamente competitiva, Zeleros podría tener asegurada su prosperidad futura.

Será complicado lograrlo, pero podría establecer una hoja de ruta para que la tecnológica saliera del callejón de las salidas demasiado lejanas que es el mundo del hyperloop. Por mi parte, les deseo la mejor de las suertes en la aventura.

Bibliografía

Garcia-Amoros, J., Andrada, P., & Blanque, B. (2020). Linear Switched Reluctance Motors. En R. E. Araújo, & J. R. Camacho (Eds.), Modelling and Control of Switched Reluctance Machines. IntechOpen. doi:10.5772/intechopen.89166. Visitado el 17/07/2022 en https://www.intechopen.com/chapters/69070.



Por Iván Rivera, publicado el 20 julio, 2022
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