Entrevista con el psicólogo Michael Tomasello: El niño y el chimpancé

Por Colaborador Invitado, el 8 noviembre, 2023. Categoría(s): Antropología • Biología
Michael Tomasello

Evidentemente, Darwin sigue siendo una referencia ineludible en las facultades de biología. En las de pedagogía, Piaget y Vigotsky resultan insoslayables. Y en las facultades de psicología dependerá mucho del paradigma que sigan, pero yo sugeriría seguir atentamente a Michael Tomasello, a quien me gustaría presentar con una fórmula simplificadora que sin embargo puede ser bastante operativa: Tomasello = Vigotsky + Darwin. Su obra es una combinación de psicología cultural y teoría de la evolución. Su enfoque es neovigotskiano, lo que quiere decir que la socialización y la cultura resultan fundamentales en sus reflexiones. En su libro Lo que nos hace humanos (Dr Buk, 2023), enfatiza su visión sociocultural afirmando que un pez no solo hereda sus aletas, sino el agua en el que vive. En cualquier caso, esa idea es insuficiente para condensar varias décadas de experimentos con chimpancés y niños, investigaciones con el fin de descifrar las rutas ontogénicas que llevan al desarrollo psicológico de las personas.

 

ANDRÉS LOMEÑA: Somos diferentes de otros simios porque hemos desarrollado una especie de mundo cognitivo compartido donde un trozo de madera puede ser para nosotros un palo o una herramienta en función de nuestras necesidades. Los gestos y ciertas abstracciones mentales fueron cruciales antes de la aparición del lenguaje. ¿Nos puede explicar cómo fue esa cooperación?

MICHAEL TOMASELLO: El primer paso fue una especie de coordinación y cognición cooperativa, lo que yo llamo intencionalidad conjunta. Solamente después vinieron la coordinación y la cognición de grupo, lo que denomino intencionalidad colectiva. Ambas presuponen el tipo de habilidades cognitivas que poseen otros grandes simios en un nivel individual, pero estas permiten a los humanos alinear sus mentes para hacer cosas que ninguno podría hacer por su cuenta. El lenguaje facilita este tipo de coordinación.

 

A.L.: Considera que es mejor analizar la comunicación no codificada en lugar del lenguaje si queremos comprender la comunicación humana, ¿verdad?

M.T.: Un gesto de señalización básicamente dice: “Mira ahí y sabrás a qué me refiero”. ¿Cómo entendemos eso? Es una forma de interpretación mental basada en nuestro entendimiento compartido de la situación. Así que el gesto y esa especie de lectura mental vienen primero y solo entonces es posible comprender la referencialidad del lenguaje, especialmente cosas como ella, él y esto, que básicamente no son mucho más que gestos de señalización sin usar el dedo.

 

A.L.: Se han desdibujado las líneas entre animales humanos y no humanos, pero su obra parece una contribución fundamental en la dirección opuesta.

M.T.: Desde una perspectiva más general, estoy de acuerdo en que la mayoría de personas infravalora a los animales y piensa que nosotros somos más diferentes de lo que realmente somos. Los animales domésticos, sobre todo los perros, son un caso especial no exento de interés porque las personas tienden a creer que sus perros piensan de una forma muy humana. Creo que eso se da porque los perros han sido domesticados para cooperar con los humanos y seguir sus instrucciones, de manera que les hace parecer muy inteligentes a nuestros ojos. Los chimpancés, en cambio, se benefician bastante de la interacción social, pero esta no es realmente necesaria para su desarrollo cognitivo del modo en que la cultura humana y el aprendizaje son necesarios para el desarrollo cognitivo humano.

 

A.L.: Su hipótesis es que los niños no se ven a sí mismos como miembros de un grupo social hasta los tres años aproximadamente, que es cuando se da el destete.

M.T.: No es que para el individuo el proceso de destete sea un acontecimiento cognitivo importante; se trata, más bien, de que en la evolución humana los niños necesitaron estar más preparados para estar solos en el momento del destete, y en la organización cultural tradicional (antes de los biberones y la leche de fórmula), el destete se daba a los tres años más o menos. Así pues, esa es la edad aproximada en la que los bebés necesitan entenderse a sí mismos como miembros de un grupo cultural y actuar con cierta independencia de sus padres.

 

A.L.: Se dice que para Margaret Mead, la primera señal de civilización era un fémur roto y luego curado. ¿Tiene sentido eso dentro de su gran narrativa en torno al desarrollo humano?

M.T.: Los chimpancés ya muestran algunos mecanismos de ayuda y altruismo. Creo que una forma de moralidad exclusivamente humana es el sentido de justicia hacia todo el mundo, incluido uno mismo, basado en el sentido de obligación.

 

A.L.: Seguiremos atentos a sus experimentos.

M.T.: Tengo un nuevo libro donde aplico el análisis del concepto de agencia al desarrollo cognitivo humano y saldrá en un año, más o menos.

 

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Esta entrevista nos la envía Andrés Lomeña Cantos (@andresitores). Estudió periodismo y se especializó en teoría de la literatura y literatura comparada. Trabaja como profesor de filosofía en un instituto de educación secundaria e investiga sobre los mundos imaginarios de las novelas.

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Por Colaborador Invitado, publicado el 8 noviembre, 2023
Categoría(s): Antropología • Biología