Escribe Francis Villatoro (énfasis de este cronista): “¿Por qué se llama hipótesis a la conjetura de Riemann? Se llama hipótesis porque es una hipótesis en miles de teoremas. Hay miles de teoremas que serán verdaderos si la hipótesis es verdadera. Y fijaros, si la hipótesis fuese falsa, todos serían falsos. El trabajo de decenas de miles de matemáticos en los últimos 150 años tendría que ser tirado a la basura si la hipótesis fuera falsa. Por eso la mayoría de los matemáticos creen que la hipótesis es cierta.” Un colofón revelador a lo que va más allá de la mera transcripción de una estupenda charla introductoria a la hipótesis de Riemann.
Se pensaba que solo los primates hacían estas cosas: El pájaro que se comunica con un gesto simbólico por Ramón Muñoz -Chápuli.
Es increíble la cantidad de supercherías y papanatismo con un eclipse total de sol, empezando por los políticos, cuando es algo que no debería pasar de curiosidad (aparte del uso científico que se le pueda dar, obviamente) para la persona con un mínimo de cultura científica . Cómo el antiguo arte de la predicción de eclipses se convirtió en una ciencia exacta, un artículo de Quanta Magazine.
Este cronista tiene la sensación de leer un informe rutinario de una industria madura cuando repasa los titulares de la semana de Daniel Marín, donde los megaproyectos muskerianos ya casi no son novedad:
La vigésima recuperación de una primera etapa de un Falcon 9
Programa Artemisa de la NASA: un japonés en la Luna y el ninguneo a Europa
Primer lanzamiento del Angará A5 desde Vostochni
El último lanzamiento del Delta IV Heavy, el gigante de hidrógeno
Starship 2 y Starship 3: las futuras versiones del cohete más grande del mundo
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Químico. Trabajo en Euskampus Fundazioa con la Cátedra de Cultura Científica de la UPV/EHU, para la que edito el Cuaderno de Cultura Científica y Mapping Ignorance. Escribo cosas para el Donostia International Physics Center y el Basque Center for Applied Mathematics.