Puede resultar difícil de creer, pero ambas especies (chimpancés y humanos) tenemos un número aproximadamente igual de pelos corporales. Lo que sucede es que nuestros pelos carecen de utilidad y son tan finos que prácticamente son invisibles (salvo que padezcas hipertricosis, claro).
¿Por qué perdimos el pelo corporal? No estamos muy seguros, y existen varias hipótesis que tratan de explicarlo, desde las que afirman que esta mutación beneficiaba el acto de sudar (véase Homínidos corriendo en la sabana), pasando por los que lo ven como un mecanismo de defensa contra piojos y pulgas, hasta los que creen que tuvimos un antepasado acuático.
Sin embargo, acabo de enterarme de una nueva idea que podría explicar nuestra calvicie corporal, y tiene que ver con la necesidad de cooperar que tuvieron los primeros humanos a medida que abandonaron la arboleda y se adentraron en la sabana. Cuando se cría a alguna especie animal para que cooperen, tal y como en su día hicimos con los lobos para producir perros, estos van pareciéndose más a sus crías potenciandose así los rasgos infantiles.
De hecho, en un fascinante experimento con zorros que comenzó en 1950 y duró más de 40 años, se crió en Rusia a estos cánidos para potenciar su docilidad. Durante el proceso, los zorros adultos se convirtieron en una especie de cachorros grandes, pasando más tiempo jugando y desarrollando orejas caídas, colas flácidas y retorcidas e incluso pelajes con patrones de manchas, justo como nuestros perros.
De igual modo, los humanos pudimos haber adquirido características típicas de los monos infantiles: cabezas grandes, bocas pequeñas y un vello corporal mucho más fino. ¿Será esta la explicación definitiva al misterio?
Por cierto, la foto que ilustra el post corresponde a Cinder, la chimpancé calva de la que Aberrón nos habló hace ya unos añitos en Fogonazos.
El dato lo obtuve de 20 amazing facts about the human body.
Miguel A. Artime Menéndez (Avilés 1971). Estudió informática en la Universidad de Oviedo. En 2002 comienza a publicar traducciones en el germen de lo que luego sería Astroseti, web que con el tiempo se convertiría en la web astronómica más visitada en lengua hispana. En Astroseti coordina la sección del Instituto de Astrobiología de la NASA (NAI). En 2005 la agencia espacial estadounidense le invita (junto al creador de la web Emilio González) a San Francisco para la conferencia AbSciCon. Comienza su experiencia con los blogs abriendo una bitácora en Barrapunto en 2005. En noviembre de 2006 funda su blog Maikelnai’s Blog. En 2009 recibe en Sevilla el premio Bitácoras al mejor blog cultural. En junio de 2010 comienza a colaborar con Yahoo! abriendo el blog Cuadernos de Ciencia junto a Javier Peláez.