Versión extendida del artículo originariamente publicado el domingo 13 de noviembre de 2016 en el Suplemento «El Zoco» de Diario Córdoba.
Durante los últimos días se está escuchando mucho sobre la “superluna” del lunes 14 de noviembre. Según recoge la prensa y predican incluso centros científicos como NASA será «la luna llena más brillante en años«. Astrónomos y divulgadores científicos de todo el mundo están siendo entrevistados por periodistas que quieren saber sobre este «raro fenómeno«. ¿Qué es esto y qué hay de cierto en ello?
Vayamos por partes. Primero hay que tener claro que, al igual que cualquier otro cuerpo orbitando alrededor de uno mayor, la Luna tiene una órbita elíptica. Los planetas, la Tierra incluida, también se mueven en órbitas elípticas alrededor del Sol, como descubriera el genial astrónomo (y primer astrofísico de la Historia, aunque tuviese que ganarse la vida como astrólogo en la primara parte de su vida) Johannes Kepler a principios del siglo XVII.

Esto quiere decir que la Luna a veces está más cerca de la Tierra y otras más lejos, dependiendo de la posición en la que esté dentro de su órbita. Cuando la Luna está en su punto más cercano a la Tierra (unos 362 600 km) se dice que está en el perigeo, mientras que cuando está en su punto más lejano (unos 405 400 km) se dice que está en el apogeo. La distancia media entre la Luna y la Tierra es de unos 384 400 km.
Simplemente por perspectiva, la Luna se ve un poco más grande cuando está cerca del perigeo que cuando está en el apogeo. Las imágenes que incluimos aquí, conseguidas desde Córdoba por el famoso astrofotógrafo y nauker Paco Bellido, muestran claramente la diferencia de tamaño aparente de la luna en el perigeo (izquierda) y en el apogeo (derecha).

¿Qué ocurre cuando la fase de luna llena coincide con el perigeo? Tenemos una “superluna”. Esto ocurrirá exactamente a las 14:52 hora peninsular española del lunes 14 de noviembre de 2016. En ese momento la Luna parecerá alrededor del 13% más grande y un 30% más brillante que una luna llena en el apogeo (una “microluna”). Desde España en este momento obviamente será de día y la luna, localizada en la zona opuesta del cielo al sol, estará bajo el horizonte. Habrá que esperar a la puesta de sol para ver salir una luna llena por el este, todo un espectáculo que la Naturaleza nos regala una vez al mes.
Enfatización: Los números «13% más grande y 30% más brillante» de cualquier «superluna» son con respecto a una «microluna», no con respecto a su tamaño o brillo medio.
Ojo que en muchos medios se está difundiendo que «el próximo lunes 14 la Luna parecerá un 13% más grande, al encontrarse en el punto más cercano a la Tierra». Esto no es correcto. En ese momento estará en su punto más cercano a la Tierra, cierto. Pero, insisto, la diferencia del 13% de tamaño es entre cuando está más cerca (perigeo) y cuando está más lejos (apogeo). Lo correcto es decir: «el próximo lunes 14 la Luna parecerá un 5% más grande de lo normal«. Nótese que, como la órbita de la Luna es elíptica, cuando está en el apogeo el tamaño aparente de nuestro satélite es un 8% más pequeño de lo normal, por supuesto definiendo como «normal» la distancia media entre la Tierra y la Luna.
Aquí es importante recalcar lo siguiente: nuestro cerebro nos engaña cuando vemos la luna o el sol cerca del horizonte: parecen que son más grandes que cuando se encuentran a gran altura en el cielo. Este efecto se conoce como la ilusión del horizonte. Algunos estudios sugieren que la percepción de tamaño que tenemos de la luna o el sol sobre el horizonte es casi el triple del tamaño que nos parece cuando están cerca del cenit, pero esto es solo una ilusión.

En realidad, el término “superluna” no viene de la Astronomía, sino de la pseudociencia de la astrología. De ahí quizá toda la repercusión mediática que parece tener este tema. Fue acuñado en 1979 por el astrólogo estadounidense Richard Nolle, quien también definió superluna como «fase de luna llena o fase de luna nueva que ocurre cuando la Luna está en, o muy cerca (dentro del 90%) del punto de su órbita donde se alcanza la menor distancia con la Tierra«.
Nolle, quien asociaba las superlunas a catástrofes (obviamente, ambas cosas no tienen nada que ver unas con las otras) quizá desconocía que ya existía un término científico para describirlo: perigeo-syzygy del sistema Sol-Tierra-Luna. El término inglés syzygy (*) denota una configuración en línea recta de tres cuerpos celestes (la Luna, la Tierra y el Sol en este caso). Los ejemplos más famosos de syzygies son los eclipses (solares o lunares), que ocurren cuando la alineación entre el Sol, la Tierra y la Luna ocurre en los nodos lunares (los dos puntos de la órbita lunar donde el plano de la órbita de la Luna alrededor de la Tierra y el plano de la órbita de la Tierra alrededor del Sol se cortan).
Desde entonces, al igual que otras expresiones como “luna de sangre” (término que detesto y que se usa para referirse a un eclipse de luna) o “luna azul” (la segunda luna llena que ocurre dentro del mismo mes) se han vuelto muy populares, también gracias a la difusión por la redes sociales. Pero estas definiciones no son términos astronómicos oficiales. De hecho, a veces poseen poco contenido astronómico, por ejemplo una “luna azul” puede ocurrir o no dependiendo del huso horario en el que se encuentre el observador (por eso a veces hay «lunas azules» que se ven desde América pero no desde Asia y Australia o viceversa).
En cualquier caso, el revuelo mediático de la superluna del 14 noviembre es que el momento exacto de la fase de luna llena (13:52 UTC) ocurre muy cerca del perigeo, a una distancia de 356 536 km de la Tierra. Esto no sucedía desde hace casi 70 años, el 26 de enero de 1948, cuando estuvo a 356 460 km, y no volverá a ocurrir hasta el 26 de noviembre de 2034, cuando la fase de luna llena ocurra a 356 472 km de distancia.
Ahora, por favor, fijaros en los números: 356 532 km, 356 460 km, 356 472 km… ¡todos difieren en menos de unas pocas decenas de kilómetros! Esto es sólo una diferencia del 0.02% entre la distancia de la Tierra a la Luna. Incluso si consideramos las distancias típicas que encontramos cuando hay «superlunas» (por cierto, no he dicho que típicamente tenemos 2-3 superlunas al año, las lunas llenas del pasado 17 de octubre y del próximo 14 de diciembre también son «superlunas») las diferencias en distancias están dentro de los 500 km, lo que es una variación de solo el 0.14% de la distancia.

Permitidme que lo enfatice: la diferencia de la distancia entre la Tierra y la Luna durante una «superluna», ocurriendo éstas unas 2-3 veces al año, es de sólo el 0.14%. ¿Crees que serías capaz de apreciar esta diferencia a simple vista?
Sin embargo, cuantitativamente (dando los números), científicos y medios de comunicación pueden decir «es un fenómeno raro, y será la superluna más cercana en casi 70 años«. Pero en la práctica no se va a notar nada. A efectos prácticos, las diferencias de tamaños aparentes no son apreciables. La superluna del 14 de noviembre será una superluna esencialmente similar a las 2-3 que solemos tener cada año (durante luna llena, 5-6 en total considerando luna nueva).
Enfatización: Todas las «superlunas» ocurren prácticamente cuando la Luna está a la misma distancia de la Tierra, por definición de «cerca de perigeo». La variación en la distancia es tan pequeña que no es apreciable a simple vista, y difícil con telescopios. Que la «superluna» de mañana sea la más cercana en 70 años no importa en absoluto: se va a ver igual de grande que cualquier otra superluna.

Pero aún hay más. A pesar de lo que nos engañe la ilusión lunar, la Luna está realmente un poco más lejos de nosotros cuando está saliendo o poniéndose que cuando está alta en el cielo, como se explica en el diagrama superior. Dependiendo de donde el observador se encuentre sobre la Tierra, su distancia real a la Luna variará entre unos pocos miles y unas pocas decenas de miles de kilómetros al día. A esto se le conoce como «efecto diurno» y, como vemos, su efecto (variación del 3% en la distancia, como mucho) es mayor que la diferencia de unos pocos centenares de kilómetros en que difieren las superlunas. Pero, insisto, en ambos casos las diferencias de tamaño aparente de la Luna no pueden apreciarse a simple vista.
Un poco de pensamiento crítico es importante aquí también, como para tantas facetas de la vida. Para nosotros, la luna llena del 14 de noviembre va a ser igual de grande que cualquier otra superluna. Pero si todo este revuelo sirve para que nos interesemos más por conocer el mundo que nos rodea y podamos clarificar conceptos, bienvenido sea. Lo mejor es aprovechar estos tirones mediáticos para volcar nuestra mirada al cielo y asombrarnos de toda la belleza que esconde.
(*) No me preguntéis cómo se pronuncia la palabra syzygy en inglés, siempre la he visto escrita pero nunca la he escuchado.
Más información:
- Supermoon: closest Full Moon to Earth since 1948 (Página web «Time and Date», en inglés).
- Moon Distance Calculator (Página web «Time and Date», en inglés).
Ángel López-Sánchez es astrónomo y comunicador científico en la Escuela de Ciencias Matemáticas y Físicas de la Universidad de Macquarie (MQ) con sede en Sydney, Australia. Es un reconocido experto en el estudio de cómo el gas se convierte en estrellas en galaxias cercanas y cómo esto afecta la evolución de las galaxias, particularmente el enriquecimiento químico. Dirige el programa «HI KOALA IFS Dwarf galaxy Survey» (Hi-KIDS), que utiliza el instrumento KOALA en el Telescopio Anglo-Australiano (AAT) de 3,9 m para diseccionar 100 galaxias enanas cercanas ricas en gas para comprender su historia y evolución. También brinda apoyo a los astrónomos visitantes del AAT. Es un miembro activo en grandes estudios de galaxias espectroscópicas y los próximos estudios de galaxias ópticas y de radio.
Tras recibir la licenciatura en Física Teórica en Granada en 2000 completó su Tesis Doctoral en Astrofísica en el prestigioso Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC, España) en diciembre de 2006. Se trasladó a Australia en 2007, cuando se incorporó al CSIRO «Astronomy and Space Science» para trabajar en el «Local Volumen HI Survey ”(LVHIS), que realizó observaciones radio-interferométricas de galaxias ricas en gas en el Australian Telescope Compact Array. En 2011 se unió al Australian Astronomical Observatory (AAO) y a la Universidad de Macquarie combinando soporte de instrumentación telescópica, investigación, conferencias y divulgación. En mayo de 2023 fue incorporado como investigador académico a tiempo completo en la Escuela de Ciencias Matemáticas y Físicas de la Universidad de Macquarie.
Es el actual presidente de la asociación de Investigadores Españoles en Australia-Pacífico (SRAP, Spanish Researchers in Australia-Pacific), entidad de la que es miembro fundador, y participa activamente en RAICEX (Red de Asociaciones de Investigadores Españoles en el Extranjero) dentro de la comisión de comunicación y en diplomacia científica. Es el vicepresidente de la Agrupación Astronómica de Córdoba (AAC), representante de la Red Andaluza de Astronomía (RAdA) y miembro de la Unión Astronómica Internacional (IAU), la Sociedad Española de Astronomía (SEA) y la Australian Astronomical Society (ASA).
Es miembro de la comisión ProAm (relaciones entre astrofísicos profesionales y astrónomos aficionados) de la SEA, de la que fue coordinador entre 2016 y 2020, y participa activamente en poner en contacto el mundo de la astrofísica profesional y de la astronomía aficionado. Es un apasionado astrónomo aficionado que utiliza su propio equipo para capturar la belleza del Cosmos.
Fue el primer astrofísico español en tener un blog de divulgación astronómica («El Lobo Rayado», en 2003) y es miembro fundador de la red Naukas, donde tiene el blog «Universo Rayado» desde 2015.