A finales del pasado junio, los medios especializados en divulgación se hicieron eco de la entrada en funcionamiento del observatorio PS1 en el Monte Haleakala de Hawái. Este dispositivo fue el primero en alcanzar la operatividad de los varios previstos para integrar el Sistema de Rápida Respuesta e Inspección Telescópica Panorámica o (Pan-STARRS).
Con su cámara de 1,4 gigapixels apuntando hacia el cielo, el PS1 ha sido diseñado para buscar objetos potencialmente peligrosos para la Tierra (o PHA). No han pasado ni tres meses y el telescopio vuelve a saltar a los informativos. Acaba de encontrar el primero.
Se trata de un asteroide al que los astrónomos han bautizado como 2010 ST3 (véase imagen inferior), y el próximo mes de octubre pasará a 6,44 millones de kilómetros de la Tierra. Al parecer existe un ligero riesgo de que nos golpee en el año 2098. El pedrusco mide unos 46 metros de largo y si nos alcanzase tendría el efecto de una bomba de 20 megatones (eso es un «pedazo de avería» teniendo en cuenta que la de Hiroshima fue solo de unos 15 kilotones).
Pero no hace falta que el caos nos invada. Ciertamente conviene tener vigilado a este asteroide (de hecho para eso se han creado instrumentos como el PS1), pero que se le catalogue como peligroso no significa que el impacto vaya a producirse con toda seguridad. A medida que pase el tiempo, y se realicen proyecciones más precisas, es probable que se descubra que las trayectorias de la Tierra y de 2010 ST3 terminen por no cruzarse.
Lo que de verdad llama la atención es la potencia de observación de nuestro nuevo vigilante celeste. La primera vez que se observó a esta roca, el pasado 16 de septiembre (no hace ni dos semanas), se encontraba a una asombrosa distancia de 32 millones de kilómetros. Ningún otro observatorio de inspección celeste habría podido descubrirlo.
No se vosotros, pero yo dormiré más tranquilo sabiendo que ahora somos capaces de anticiparnos tanto tiempo a la llegada de estos potenciales destructores del espacio. Ah, y mejor os vais acostumbrando a esta cantinela. Esta nueva herramienta de observación va a descubrir decenas de miles de nuevos asteroides cada año, y es muy probable que algunos de ellos sean también peligrosos y merezcan una “ojeadita” permanente para tenerlos controlados.
Lo leí en la web del Instituto de Astronomía de la Universidad de Hawái.
Miguel A. Artime Menéndez (Avilés 1971). Estudió informática en la Universidad de Oviedo. En 2002 comienza a publicar traducciones en el germen de lo que luego sería Astroseti, web que con el tiempo se convertiría en la web astronómica más visitada en lengua hispana. En Astroseti coordina la sección del Instituto de Astrobiología de la NASA (NAI). En 2005 la agencia espacial estadounidense le invita (junto al creador de la web Emilio González) a San Francisco para la conferencia AbSciCon. Comienza su experiencia con los blogs abriendo una bitácora en Barrapunto en 2005. En noviembre de 2006 funda su blog Maikelnai’s Blog. En 2009 recibe en Sevilla el premio Bitácoras al mejor blog cultural. En junio de 2010 comienza a colaborar con Yahoo! abriendo el blog Cuadernos de Ciencia junto a Javier Peláez.