Desde hace unas semanas circula este video por Internet donde en estilo mezcla de bricomanía y teletienda te explican que es muy fácil modificar las bacterias que hacen el yogurt para que sinteticen prozac y así alegrarte la mañana.
El vídeo suena convincente pero ¿es real?
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=Co8NOnErrPU[/youtube]
Pues no, es un Hoax.
Vayamos primero al donde y al quien. La charla tuvo lugar en un congreso titulado “Next Nature” que es una especie de congreso interesado en ver como la naturaleza cambia por la mano del hombre, pero más desde un punto de vista filosófico que científico. Por lo demás ¿Quién es Tuur van Balen?, pues no lo sé.
Buscando en la principal base de datos de literaria científica como (Balen T, o Van Balen T) salen tres referencias (una del 2012, una 1988 y otra de 1977) que no parecen tener relación con biología sintética. Buscando en Google si que aparece una página web donde habla de sus proyectos de biología sintética, pero sin referencia a publicaciones, patentes o universidades o centros de investigación donde las esté desarrollando más allá de una colaboración con un bioquímico.
De hecho explorando un poco en su web es fácil darse cuenta que Van Balen es un artista que realiza proyectos artísticos en la línea de los que realiza en España el fotógrafo Joan Fontcuberta, autor de elaborados hoaxes, algunos de los cuales milenio 3 o algún diario ha dado por bueno.
No obstante, a pesar que se lo ha currado y consigue que una práctica de primero de biología (transformación de bacterias) parezca algo muy complejo, mete la pata varias veces:
Minuto 1:00 – Dice que el ADN de la bacteria es un pequeño círculo. Dependería de la bacteria, pero no distingue que las bacterias tiene un ADN genómico (que suele ser circular, pero está superenrollado) y otro ADN circular, pequeño e independiente del genómico (que es al que parece referirse), que son los plásmidos. Estos plásmidos son los utilizados en ingeniería genética para que la bacteria exprese genes foráneos.
Minuto 2:34 – ¡¡Tuur, esa microbiología!! Pone las bacterias en un medio de crecimiento líquido y dice “está hecho de agarosa, que es un alga que sirve de comida para las bacterias”. Fallo gordo. La agarosa sirve para gelificar los medios de cultivo y hacer el medio sólido, las típicas placas con microbios. Si el medio es líquido, no lleva agarosa, y en ningún caso las bacterias se comen al agarosa.
Minuto 3:47 – Un poco antes ha dicho que la secuencia es open code… utilizando jerga de informáticos. La mayoría de los organismos secuenciados se encuentran en bases de datos públicas y de libre acceso, como por ejemplo, PubMed.
En este minuto lo que dice es que tu mandas la secuencia y te sintetizan el ADN. Esto es carísimo y muy poco práctico. La biología sintética no está desarrollada hasta el punto de hacer genes ex novo con una función nueva, sino que modifica genes existentes en la naturaleza. Lo normal es obtener el gen del organismo donde se expresa, o si es una modificación depositada en una base de datos pública, solicitárselo al laboratorio que la ha hecho. Además también confunde el método de síntesis de nucleótidos con el método de envío. A veces los plásmidos se envían impregnados en papel, pero la síntesis no tiene nada que ver con el funcionamiento de una impresora.
5:12 – Dice que una vez recibes el gen transformas la bacteria. Para que este gen transformado fuera estable el ADN hay que introducirlo previamente en un vector que le permita replicarse y seleccionarlo, pasos que se ha saltado. Además cuando explica como se inserta el gen en bacterias, confunde dos métodos, el choque térmico y la electroporación. Haces uno o el otro, pero no uno después del otro.
Olvidando todos estos errores técnicos. ¿Sería posible que transformando con un gen el yogurt hiciera Prozac? Pues no.
Para que el arroz sintetice vitamina A y se convierta en arroz dorado hay que insertar unos 11 genes foráneos. El prozac (o fluoxentina) no es un péptido o proteína, es decir, no se codifica por un gen. Solo se podría dar el caso si la bacteria de forma natural sintetizara una molécula precursora y que el gen que insertes codifique una proteína que catalizara la conversión de esa molécula precursora a prozac, que no es el caso.
Y por supuesto la reducción al absurdo: a ver, aceptamos pulpo como animal de compañía y asumimos que tu puedes hackear el yogurt y que haga prozac ¿para que todo este rollo? con que alguien te pase o comprar las bacterias hackeadas y con una yogurthera, ya te puedes hacer el yogurt del optimismo tu solo. Con una vez que les metas el ADN, la descendencia ya fabricará Prozac. No es preciso hacerlo cada vez. El señor este se podría forrar vendiendo estas bacterias… si fueran reales.
Todas estas cosas tienen su gracia y no hay que negar que el chico se lo ha currado, sobre toda al final enseñando el yogurt rojo y diciendo que es porque también ha metido beta caroteno, el problema es que dentro de poco alguien en plan alarmista nos dirá que la biotecnología es mala por que el yogurt puede hacer prozac y si lo coge un terrorista cianuro y como prueba irrefutable enseñara este video. Vamos las tonterías habituales.
Catedrático de biotecnología (área de bioquímica y biología molecular) en la Universidad Politécnica de Valencia, Director del Máster de Biotecnología Molecular y Celular de Plantas (CSIC-UPV) e investigador en el Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas (IBMCP) un instituto mixto que depende del CSIC y de la UPV. Divulgador de temas relacionados con la biotecnología y la alimentación. Autor de la columna «Ciencia sin ficción» en El País Semanal y de libros como «Comer sin Miedo» y «Medicina sin Engaños» (Destino). Su último libro es «Ecologismo real»