El virus de la gripe o virus influenza pertenece a la familia de los Orthomyxovirus, es un virus de la clase V de la clasificación de Baltimore. En realidad no hay un virus de la gripe, sino muchos tipos distintos. La variabilidad de este virus es enorme.
Existen tres tipos del virus de la gripe: A, B y C, que son genéticamente distintos. En humanos, la gripe A es la más frecuente, la responsable de las epidemias anuales; la B suele aparecer cada 2-4 años y suele ser menos problemática, una gripe más suave; y la gripe C es mucho menos frecuente y no suele causar epidemias. El virus de la gripe está rodeado de una membrana o envoltura y tiene un genoma contenido en ocho fragmentos de RNA con información para diez proteínas. Dos de ellas, las denominadas hemaglutinina (que se abrevia con la letra H) y neuraminidasa (con la letra N) son proteínas de la envoltura y son muy importantes en la infección. Son también muy variables. Hasta ahora se conocen 16 subtipos distintos de H (H1, H2, H3, … H16) y 9 de N (N1, N2, N3, … N9).
Así, el virus que lleva la H de tipo 1 y la N de tipo 1 en su envoltura, se denomina H1N1; el que lleva la H de tipo 1 y la N de tipo 2, se denomina H1N2, y así sucesivamente hasta H16N9, según las distintas combinaciones posibles entre estas dos proteínas del virus. Ahora entenderás por qué a veces se habla de la gripe de tipo H1N1, H3N2, H5N1, …
Además, tienes que tener en cuenta que el huésped natural del virus de la gripe no es el ser humano, sino las aves (sobre todo las silvestres, patos, gaviotas, pollos, …), que actúan como reservorio o almacén donde se encuentran los distintos tipos de virus. El virus de la gripe es un virus de aves. En las aves es donde podemos encontrar todas las combinaciones posibles de virus de la gripe, desde el H1N1 hasta el H16N9. Pero también pueden infectar a otras especies animales, como cerdos, caballos, focas, … y por supuesto al hombre. Normalmente, los virus de la gripe que infectan al hombre suelen ser de los tipos H1N1, H2N2 o H3N2. No todos los virus de la gripe infectan al hombre, sino solo aquellos que pueden unirse a los receptores de las células humanas, los que se han adaptado al hombre. La gripe es por tanto una zoonosis: una enfermedad de animales que ha pasado al hombre.
El virus de la gripe puede variar de dos formas. Cuando el virus se multiplica, puede sufrir algunos errores (o mutaciones) en los genes de la H y de la N, lo que origina que a su vez haya varios subtipos o cepas distintas de virus H1N1, H2N2,… que cambian con el tiempo y que son la causa de los brotes o epidemias de gripe estacionales y de que haya que renovar las vacunas cada uno o dos años. Por eso, las vacunas contra la gripe se preparan con un cóctel de los virus que se trasmitieron en la población el año anterior.
Pero además, el virus de la gripe puede variar porque se puede mezclar o recombinar cuando distintas cepas del virus infecten a la vez a un mismo animal. Por ejemplo, esto puede ocurrir en un cerdo infectado al mismo tiempo por un virus de la gripe humana de tipo H2N2 y por otro de aves de tipo H3N8. Dentro del cerdo, los virus se recombinen y mezclan entre si y se produce una nueva estirpe de virus (tipo H3N2), que toma la H3 del virus de aves y la N2 del virus humano, y que es capaz de infectar y multiplicarse en humanos. El cerdo puede actuar por tanto como un auténtico tubo de ensayo natural donde se mezclen y aparezcan nuevas recombinaciones del virus. Esto explica la aparición de cepas pandémicas: nuevos tipos del virus de la gripe que causan epidemias mundiales porque la población humana no ha estado nunca expuesta a este nuevo virus y no tiene defensas contra él y se trasmite fácilmente.
Hasta ahora ha habido cuatro pandemias de gripe. La cepa de la gripe de 1918 era del tipo H1N1 y de origen aviar y causó la mayor pandemia de gripe de la historia con entre 20 y 40 millones de muertos en todo el mundo. La pandemia de 1957 se originó por la aparición de un nuevo virus del tipo H2N2 por recombinación entre virus de aves y humanos. La pandemia de 1968 fue causada por una nueva cepa H3N2 también originada por la mezcla de virus de aves y humanos. En el año 2009 hubo una pandemia por una nueva cepa del tipo H1N1 cuyo origen fue la recombinación entre virus de la gripe del cerdo, de aves y cepas humanas. En este caso, a diferencia de la cepa H1N1 de 1918 causó “solo” unas 200.000 muertes en todo el mundo.
Estos procesos de cambios y mezclas (mutaciones y recombinaciones) entre los virus hace que algunas veces los virus de la gripe de las aves o del cerdo cambien y se adapten mejor al hombre, pudiendo aparecer nuevas cepas capaces de infectar al hombre y causar nuevas epidemias o incluso pandemias mundiales, dependiendo de la capacidad de esos nuevos virus de transmitirse entre personas.
En los últimos años, ha habido algunas alertas por el aislamiento de nuevas cepas de virus de la gripe en humanos. Son virus de origen aviar que han causado como mucho unos pocos cientos de fallecimientos, pero que suelen ir acompañados de una gran alarma social, fomentada por los medios de comunicación. Por ejemplo, en 1997 un nuevo virus de la gripe aviar el H5N1 causó una alerta mundial. A principio de 2013 se notificó el aislamiento en humanos de otra nueva cepa de virus de la gripe, la H7N9; y a finales del 2013 se ha aislado la cepa H10N8 en un paciente en China. Ya conocíamos que estas cepas circulaban entre las aves, pero lo nuevo es que hasta ahora no se habían aislado en humanos. Estos virus se encuentran en las aves silvestres, de ahí han pasado a patos y pollos de granja y se han establecido en los mercados de aves vivas y de forma ocasional se han transmitido a humanos. En el caso del virus H5N1 se ha extendido prácticamente por todo el planeta a través de las aves migratorias.
Quizá te has preguntado alguna vez por qué este tipo de virus siempre surgen en el sureste de China. Muy probablemente sea porque hay mucho chino en China. Pero además hay también una gran población de pollos y patos domésticos y de cerdos, que como hemos visto actúan como almacén o reservorio de este tipo de virus. Se calcula que donde aparecen estos nuevos virus, en un radio de 50 kilómetros, viven unos 131 millones de personas, 241 millones de pollos, 47 millones de patos y 22 millones de cerdos domésticos. Los mercados, casi medievales, de animales vivos en esa zona son muy frecuentes. Si además, tenemos en cuenta que las condiciones de temperatura y humedad de la zona facilitan la transmisión de los virus, se entiende que todos estos factores favorezcan la evolución y el intercambio de virus entre animales y el hombre.
Afortunadamente, estos nuevos virus de la gripe no parece que se trasmitan fácilmente de persona a persona, por lo que aunque sean virulentos su transmisibilidad es escasa. Por eso, el número de fallecidos es pequeño y hasta ahora han causado brotes localizados. La preocupación de los científicos es que estos nuevos virus pudieran cambiar y hacerse fácilmente transmisible entre personas, lo que podría causar una pandemia importante. Hoy en día, sabemos que solo cinco pequeños cambios o mutaciones son suficientes para hacer que el virus H5N1 se trasmita entre mamíferos por el aire.
¿Podrían por tanto estas nuevas cepas de gripe causar una pandemia tan devastadora como la de 1918? En ciencia el riesgo cero no existe. Sin embargo, nuestra capacidad de investigación, el conocimiento que tenemos hoy en día de este tipo de virus, las condiciones sanitarias e higiénicas de la población, la existencia de antibióticos que controlen las complicaciones de la gripe, las vacunas y los antigripales, … en definitiva, la situación actual es muy diferente a la que hubo en 1918. Por eso, la posibilidad de una pandemia devastadora es improbable. Aunque el valor de una sola vida humana es infinito, algunas estimaciones de la OMS nos pueden ayudar a “enfocar” el problema: cada año fallecen en el mundo más de 250.00 personas por la gripe común, 660.000 por malaria, 1,4 millones por tuberculosis y 1,7 por SIDA.
De los nuevos virus de la gripe H5N1, H7N9, H10N8 hay que ocuparse, … pero no preocuparse.
Soy profesor de microbiología y virología en la Universidad de Navarra. Los que me conocen saben que soy un tipo muy serio y que todo lo que escribo está basado en evidencias científicas, todo … o casi todo, je je. Intento descubrir por qué algunas bacterias son tan malas y producen enfermedades, y trabajo para desarrollar nuevas vacunas y nuevos métodos moleculares para detectar las bacterias. Me apasiona el mundo de los microbios, bacterias y virus, y disfruto contando historias en los blogs microBIO y El rincón de Pasteur (de Investigación y Ciencia). He publicado Virus y pandemias para meter miedo y luego ¿Funcionan las vacunas? (Premio Prismas 2018) para solucionarlo. Microbiota: los microbios de tu organismo es un libro de autoayuda (je, je), para conocerte mejor y nunca sentirte solo o sola: la mitad de lo que tú eres son bacterias. Lo último ha sido Preparados para la próxima pandemia: reflexiones desde la ciencia. Otro libro que he escrito con mi hija es Princesas de cristal, otra apasionante historia que nada tiene que ver con los microbios. En Twitter soy @microbioblog. En la foto de perfil salgo con pelo, pero ya lo he perdido.