La pregunta Naukas 2017 – Iván Rivera

Por Iván Rivera, el 26 enero, 2017. Categoría(s): Naukas
4ª EDICIÓN DE LA PREGUNTA NAUKAS
4ª EDICIÓN DE LA PREGUNTA NAUKAS

¿Cuál es el hecho más fascinante del Universo?

Tengo la tentación de contestar a una pregunta tan —sí, digámoslo— pretenciosa con una técnica que no por manida lo es menos: acudir a las definiciones del diccionario de «hecho», «fascinante» y, tal vez, «Universo» para hilar un discurso aparentemente coherente que acabara versando acerca de algo que, personalmente, me resulte agradable de cogitar. No me digáis que encajar ese verbo aquí no viene al pelo —al pelo pretencioso, en este caso.

Sin embargo, no sería yo mismo si no cortara en este punto y de raíz esta presuntuosa deriva con otra costumbre muy mía —negar la mayor. ¿El hecho más fascinante del Universo? Ni idea, ni siquiera la más remota. ¿El hecho más fascinante del Universo para mí? Depende. Podría deciros cualquier cosa: de niño, me fascinaban los dinosaurios. Lagartos (ya, ahora son pollos, pero en mi niñez eran aún lagartos) gigantes que dominaron la Tierra y desaparecieron un buen día como por ensalmo, dejando atrás unos restos anonadantes y más preguntas que respuestas. Ya más crecido, en la adolescencia me fascinaba la naturaleza del tiempo, tan inasequible a la razón como real en lo subjetivo. Más específicamente, las secuencias a cámara lenta de Los vigilantes de la playa. La primera edad adulta me encontró fascinándome con la fragilidad de la tecnología: tanto de lo que damos por hecho firme y asentado depende de sistemas que funcionan en equilibrios circenses entre la buena voluntad y la mejor suerte. Lo que llamamos «bienestar», «seguridad» y «mundo civilizado» son espejismos que se mantienen en pie por los denodados esfuerzos de una legión de pequeños planificadores: agua en los grifos, electricidad en los interruptores, trenes en las vías, manzanas en los supermercados.

¿Y ahora? Sin duda alguna, lo que más me fascina ahora es estar yo escribiendo esto y que vosotros me estéis leyendo en vez de estar todos muertos en una catástrofe cualquiera, preferentemente de factura humana. ¡Qué tiempos para estar vivo!



Por Iván Rivera, publicado el 26 enero, 2017
Categoría(s): Naukas