Una vez digerido el éxito de la última edición de Naukas Bilbao, hace una semana, queremos hablaros aquí de una situación de injusticia que se generó de manera involuntaria hacia nuestras compañeras científicas y divulgadoras durante el evento. Y como el agravio fue público, creemos que también debe serlo la rectificación.
En esta edición de Naukas, la organización había dado instrucciones internas en las que “prohibía” a los ponentes hablar de sus libros durante sus charlas (para no convertir el evento en una especie de feria literaria anual y ampliar el abanico de temas). Y, aunque la mayoría respetó esa norma, no todos lo hicieron. No solo eso: los que la incumplimos en mayor o menor medida (yo incluido) fuimos solo hombres, generando una situación de agravio hacia nuestras colaboradoras que tienen libros publicados.
Nuestras compañeras nos lo hicieron ver el domingo en redes sociales y posteriormente lo hemos comentado y analizado con ellas internamente. “Esto da mucho que pensar”, escribió Laura Toribio en X. “Se pidió no hacerlo para que Naukas no se convirtiera en un espacio publicitario y fuera un evento de ciencia. Ellas lo cumplieron, ellos no. ¿Pensamos más nosotras en el bien común antes que en nuestros propios intereses? ¿Somos excesivamente obedientes?”.
Esto da mucho que pensar. Se pidió no hacerlo para que Naukas no se convirtiera en un espacio publicitario y fuera un evento de ciencia. Ellas lo cumplieron, ellos no. ¿Pensamos más nosotras en el bien común antes que en nuestros propios intereses? ¿Somos excesivamente obedientes
— Laura Toribio (@laura_tsc) September 18, 2023
La expresión que mejor lo define fue la frase de una de nuestras colaboradoras en el debate interno: “Hemos seguido unas normas del juego que nos han penalizado”. Absolutamente. Y también es certera esta otra observación en el debate interno:
Cada uno de los actores, actuando de una manera que pensaron que no sería nociva, han dado lugar a un resultado: muchas personas con libros no los mencionaron. Se genera, entonces, una brecha de género: entre las personas que cumplieron la norma hay hombres y mujeres. Entre los que incumplieron, no hay ninguna mujer. Todos los que incumplieron son hombres. Eso quiere decir que ninguna mujer habla de sus libros y genera una imagen negativa. No hubo coordinación por quienes metieron a sus libros en las presentaciones, no hay dolo, pero independientemente de la intención, ESE ES EL RESULTADO.
Ya hemos pedido disculpas a nuestras colaboradoras (también lo hicieron quienes mencionaron su libro en sus charlas) y queremos reiterarlo ahora públicamente para que sirva para la reflexión general y para mostrar cómo de forma no intencionada se puede llegar a una situación de este tipo. No supimos prever que podía suceder algo así y aprenderemos la lección para el futuro.
En cuanto a mí, Antonio Martínez Ron (por si hay algún despistado en la sala), entono el mea culpa por haber dado una charla sobre mi libro cuando pedimos que nadie lo hiciera. Ahora veo con claridad que fue un error y debería haberlo pensado mejor. Me equivoqué y pido perdón.
Respecto a nuestras colaboradoras, queremos dejar un mensaje claro. Sabemos, porque así nos lo han transmitido, que cuando se suben al escenario sienten más presión que nosotros porque están siendo “una fuente de inspiración para muchas jóvenes que vienen a vernos y dejan claro a ellos y ellas que la ciencia es cosa de todos”. En los últimos años hemos hecho entre todos un enorme esfuerzo por reducir esta brecha, aunque circunstancias como esta dejan claro que queda trabajo por hacer. Después de este error, lo último que queremos es que alguien se quede con la idea de que ellas no publican libros. Nuestras divulgadoras merecen tener la misma publicidad que tuvieron los que los anunciaron en la tarima.
Por eso os dejamos una lista de aquellas divulgadoras que respetaron la regla interna y no publicitaron sus nuevos libros en sus charlas y os invitamos a buscarlos y leerlos.
Gracias por estar ahí y por seguir acompañándonos todos estos años, con nuestros aciertos y nuestras meteduras de pata.
Conchi Lillo — ¡Abre los ojos!
Laura Morán — ¿Por qué (no) deseo?
Anabel Forte — ¿Cómo sobrevivir a la incertidumbre?
Isabel Moreno — Cambio climático para principiantes
Tampoco hablaron de su libro:
Ignacio López Goñi — Salud Global
Miguel A. Delgado — La costumbre ensordece
José Ramón Alonso — Citas con Cajal
Lluís Montoliu — ¿Por qué mi hijo ha nacido con una enfermedad rara?
Javier Fdez. Panadero — Story of a Dick
José Miguel Viñas — El Tiempo