Muchos astrónomos aficionados del hemisferio norte se inician en la Astronomía por la contemplación del cielo estrellado en verano. En efecto, la Vía Láctea, esa banda lechosa que corta el firmamento en dos en los meses estivales, llama poderosamente la atención y nos invita a escudriñar los misterios del Universo. En el sur de Europa, desde donde las constelaciones australes del Escorpión y Sagitario son bien visibles, ya se aprecia que la Vía Láctea es especialmente densa y rica en esas regiones del cielo. Pero es solamente desde el Hemisferio Sur desde donde podemos apreciar con claridad el verdadero espectáculo que supone.
Desde el Hemisferio Sur, el centro de la Vía Láctea (que precisamente se localiza en la constelación de Sagitario) pasa cerca del cenit, el punto más alto directamente sobre la cabeza del observador. Es entonces, en una noche sin luna, cuando se observa el abultamiento de estrellas en la parte central de nuestra Galaxia sobre una franja lechosa de estrellas (consecuencia de la proyección del disco espiral de la Vía Láctea sobre el fondo del cielo) que baja hacia los horizontes sur y norte. Además, se distinguen dos objetos nebulosos, separados de la Vía Láctea pero no muy lejos de ella. Se trata de las Nubes de Magallanes, galaxias enanas satélites de nuestra propia Galaxia, y que terminarán siendo engullidas por ella.
Antes de venir a Australia a trabajar como astrofísico intentaba imaginarme cómo sería el cielo visto así, desde el Hemisferio Sur. Nunca pensé que me llevara tal impresión, literalmente me vi suspendido, cual mota de polvo diminuta, en las zonas externas de una galaxia espiral perdida en un rinconcito del Cosmos. A pesar de haber tenido vistas estupendas a través de telescopios y prismáticos, creo que es con la visión del cielo estrellado desde el hemisferio sur con la que me quedo de favorita. Así que desde que estoy trabajando en Australia he intentado, en cierta forma, recoger esa visión. En 2007, durante mi primer “verano” (invierno austral) trabajando en el interferómetro “Australia Telescope Compact Array” (ATCA), cerca del pueblecito rural de Narrabri (Nueva Gales del Sur, Australia), usando un telescopio de aficionado y mi entonces nueva cámara CANON EOS 400D, realicé un panorama de la Vía Láctea uniendo varias fotografías, pero aún así no conseguí realmente el efecto que estaba buscando para mostrar la Vía Láctea en su esplendor.
Panorama de la Vía Láctea desde el Hemisferio Sur. El cenit queda justo en el centro de la imagen, donde se localiza el Centro Galáctico, entre Sagitario y Escorpión. Hacia el Norte (derecha) las constelaciones del Escudo, Águila, Cisne y Lira (el Triángulo de Verano aparece también), entre otras. Se ve el horizonte Norte, con una de las antenas del interferómetro ATCA (movida) y árboles. Hacia el Sur (izquierda) las constelaciones de Centauro, Cruz del Sur y Carina, entre las más importantes. Destaca la nebulosa de Carina (justo a la izquierda, color rojizo), la Cruz del Sur, El Puntero (Alfa y Beta Centauro) y el Saco de Carbón. El punto brillante por debajo de la Vía Láctea, hacia el centro de la imagen, es el planeta Júpiter; a su izquierda (Sur) está Antares. Combinación de 5 campos seleccionando las 6 mejores imágenes de unos 300 segundos obtenidas con la cámara EOS 400D acoplada sobre un telescopio Meade de 8”. El seguimiento de las estrellas se realizó de forma manual. Más información.
Crédito de la imagen: Ángel R. López-Sánchez (AAO / MQ)
Afortunadamente, gracias a mi nueva cámara CANON EOS 600D (que dispone de un chip CCD mucho más sensible) y que ahora trabajo como astrónomo de soporte del Telescopio Anglo-Australiano (Observatorio de Siding Spring, Nueva Gales del Sur, Australia), donde el cielo es bastante oscuro, me he dedicado a realizar “fotografía timelapse” para intentar recoger el movimiento de las estrellas y de la luna desde el hemisferio sur.
Las mejores escenas conseguidas hasta septiembre han pasado a formar parte de un “timelapse” hecho público por el Australian Astronomical Observatory (AAO) la semana pasada, que tiene el título de “The Sky over the AAT”, “El Cielo sobre el Telescopio Anglo-Australiano”,
En mi blog personal “El Lobo Rayado” doy más detalles técnicos de cómo hice este timelapse. Sólo dura 2.7 minutos pero he necesitado unas 3800 fotografías individuales para hacerlo, y muchas horas de procesado individual de cada toma. La cámara estaba instalada fija sobre un trípode, mientras que usando un cable disparador se tomaba una imagen durante 30 segundos, de forma ininterrumpida, durante toda la noche. Posteriormente, y tras procesar las imágenes, las juntaba para conseguir una secuencia de unos pocos segundos. Como la película está grabada a 24 fotogramas por segundo, 1 segundo del timelapse corresponde a 12 minutos en tiempo real. Por lo tanto, lo que se recoge en este vídeo suponen más de 31 horas de tiempo total de observación.
Aunque el protagonista es, en cierta forma, el Telescopio Anglo-Australiano, muchos de los asterismos y constelaciones más famosos del Hemisferio Sur Celeste aparecen en este timelapse: la Cruz del Sur, Alfa y Beta Centauro, Carina, las Nubes de Magallanes, Orión “boca abajo” y por supuesto la Vía Láctea en todo su esplendor. Además, la Luna y Júpiter atraviesan también el cielo. En realidad, es la Luna y no el Sol lo que hace que se vea la cúpula del telescopio, el edificio es tan alto como un bloque de 12 pisos. La luz zodiacal también aparece en la antepenúltima escena y las “estrellas fugaces” que parecen cruzan el cielo en realidad son satélites artificiales o aviones.
Todo ello unido, como me gusta hacer cuando realizo montajes audiovisuales, con una música dinámica que va marcando el cambio de escenas. Para ello, seleccioné un extracto de la obra “Echoes from the Past” de Dj Fab, que creo proporciona mucha vida al timelapse. Finalmente, me pareció divertido incluir una escena (la penúltima) en la que se van creando los trazos de las estrellas como consecuencia de la rotación celeste. Como la secuencia fue grabada a la salida de la luna menguante, el efecto que queda es bastante llamativo.
Actualmente, tengo material suficiente para hacer un timelapse completamente nuevo, pero estoy perfeccionado aún la técnica, quiero incluir más escenas del movimiento del telescopio (en este timelapse no se ve por dentro, sólo cómo se mueve la cúpula sobre este enorme edificio) y, bueno, mi trabajo es realizar investigación astrofísica y dar soporte a los astrónomos visitantes del Telescopio Anglo-Australiano. Pero espero que en unos pocos meses pueda tener ese material listo para disfrute de todos y pueda mostrarlo también en Amazings.
Antes de que pulses para ver el vídeo, te recomiendo que lo pongas a pantalla completa y cargues la versión HD, subas el volumen de la música y bajes la luz de tu habitación. Espero que este timelapse te permita, en cierta forma, imaginar cómo es el cielo visto desde el Hemisferio Sur.
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=6mRMj52V4DM[/youtube]
Ángel López-Sánchez es astrónomo y comunicador científico en la Escuela de Ciencias Matemáticas y Físicas de la Universidad de Macquarie (MQ) con sede en Sydney, Australia. Es un reconocido experto en el estudio de cómo el gas se convierte en estrellas en galaxias cercanas y cómo esto afecta la evolución de las galaxias, particularmente el enriquecimiento químico. Dirige el programa «HI KOALA IFS Dwarf galaxy Survey» (Hi-KIDS), que utiliza el instrumento KOALA en el Telescopio Anglo-Australiano (AAT) de 3,9 m para diseccionar 100 galaxias enanas cercanas ricas en gas para comprender su historia y evolución. También brinda apoyo a los astrónomos visitantes del AAT. Es un miembro activo en grandes estudios de galaxias espectroscópicas y los próximos estudios de galaxias ópticas y de radio.
Tras recibir la licenciatura en Física Teórica en Granada en 2000 completó su Tesis Doctoral en Astrofísica en el prestigioso Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC, España) en diciembre de 2006. Se trasladó a Australia en 2007, cuando se incorporó al CSIRO «Astronomy and Space Science» para trabajar en el «Local Volumen HI Survey ”(LVHIS), que realizó observaciones radio-interferométricas de galaxias ricas en gas en el Australian Telescope Compact Array. En 2011 se unió al Australian Astronomical Observatory (AAO) y a la Universidad de Macquarie combinando soporte de instrumentación telescópica, investigación, conferencias y divulgación. En mayo de 2023 fue incorporado como investigador académico a tiempo completo en la Escuela de Ciencias Matemáticas y Físicas de la Universidad de Macquarie.
Es el actual presidente de la asociación de Investigadores Españoles en Australia-Pacífico (SRAP, Spanish Researchers in Australia-Pacific), entidad de la que es miembro fundador, y participa activamente en RAICEX (Red de Asociaciones de Investigadores Españoles en el Extranjero) dentro de la comisión de comunicación y en diplomacia científica. Es el vicepresidente de la Agrupación Astronómica de Córdoba (AAC), representante de la Red Andaluza de Astronomía (RAdA) y miembro de la Unión Astronómica Internacional (IAU), la Sociedad Española de Astronomía (SEA) y la Australian Astronomical Society (ASA).
Es miembro de la comisión ProAm (relaciones entre astrofísicos profesionales y astrónomos aficionados) de la SEA, de la que fue coordinador entre 2016 y 2020, y participa activamente en poner en contacto el mundo de la astrofísica profesional y de la astronomía aficionado. Es un apasionado astrónomo aficionado que utiliza su propio equipo para capturar la belleza del Cosmos.
Fue el primer astrofísico español en tener un blog de divulgación astronómica («El Lobo Rayado», en 2003) y es miembro fundador de la red Naukas, donde tiene el blog «Universo Rayado» desde 2015.