Me sucedió durante un curso de Astronomía, y juro que es una anécdota real.
La profesora lanzó una pregunta a la clase (que podéis ver, y responder, aquí)*, y para tantear a su alumnado, nos hizo votar a mano alzada entre dos respuestas posibles. El curso había empezado hacía poco y muchos apenas habían tenido tiempo de estudiar, de modo que un 75% de los estudiantes votó la respuesta incorrecta.
La profesora apuntó cuidadosamente los resultados de la votación en la pizarra, y después nos explicó que la mayoría se había equivocado. Nos explicó el motivo, y por segunda vez nos aclaró que la respuesta correcta era la minoritaria. Tachó la incorrecta.
Para uno de mis compañeros, esto fue demasiado. Se puso en pie y gritó: “¡pero si ha ganado la otra!”. Las carcajadas fueron generales, pero duraron poco… el tiempo justo que tardamos en darnos cuenta de que el chico no estaba de cachondeo.
Airado y mascullando, se marchó de clase con grandes zancadas y dando un portazo. No volvimos a verle.
*: la respuesta correcta y los resultados los comentaremos en un futuro próximo.
Pablo Rodríguez (Guadalajara, España, 1984) se siente inclinado de un modo casi suicida hacia las cosas complicadas. Esta cualidad le ha llevado a convertirse en físico, malabarista, ilusionista aficionado y humorista de cuarta categoría. Actualmente trabaja como experto en computación científica en el Netherlands eScience Center. Más información y contacto aquí