El pasado sábado 19 de octubre, desde la cuenta de la «Asamblea General de Ciencia» se lanzaba, con bastante mala fortuna, el siguiente tuit:
https://twitter.com/AGCiencia/status/391525878498226177Y muchos le saltamos al cuello por lanzar esa falsa dicotomía. Posteriormente tuvieron que explicarlo:
https://twitter.com/AGCiencia/status/391566138842152961La búsqueda de vacunas a Sida y Malaria tb utiliza OMG. Los transgénicos son beneficiosos cd son xa el beneficio de TODOS, no del económico.
— Asam. Gral. Ciencia (@AGCiencia) October 19, 2013
¿Por qué les saltamos al cuello al malinterpretar ese primer tuit? Porque si algo está embarrando el debate sobre los transgénicos es el tótum revolútum en el que se está convirtiendo. El igualar empresas biotech con transgénicos y lanzar el mensaje de que las biotech son todas unas mafias y por tanto los transgénicos son tan malos que si te comes uno te conviertes en tertuliano de Intereconomía. O que hay transgénicos buenos y transgénicos malos cuando lo que realmente importa es su uso.
¿Y eso qué tiene que ver con los investigadores? Hago mías las palabras que la también naukas Esther Samper, Shora, escribió en su blog hace tiempo:
El principal problema en este debate radica en que, junto a fuertes intereses económicos existe una gran confusión y se distribuyen multitud de mentiras que empañan y oscurecen la realidad del asunto. En la actualidad, la financiación para la investigación pública de plantas transgénicas es irrisoria. No se dedica apenas dinero en este campo por su mala fama. ¿Las consecuencias? Las empresas privadas son las que están ganando a pasos agigantados el terreno de los transgénicos.
Así que lanzar unos tuits como esos es pegarse un tiro en el pie de mucho cuidado. La sociedad, sobre todo la europea, no percibe los beneficios de los transgénicos. Percibe un debate encarnizado que hace tiempo debería estar finiquitado en su parte de ciencia y más desde hace 2 semanas. Si desde cuentas con supuesta autoridad se hace incidencia en sus «partes malas», aunque luego se rectifique (está probado que la rectificación tiene mucho menos eco), lo único que se va a conseguir es lo que se reseña en el párrafo de arriba. Y, por cierto, eso de la «parte mala» es algo fácilmente solucionable con visión política.
Además en la conversación posterior se descuelgan con lo siguiente:
@bioamara @AndreuEscriva @Txemacg Hay mucha ciencia publica que termina siendo comercializada por empresas. Eso es una estafa.
— Asam. Gral. Ciencia (@AGCiencia) October 19, 2013
Bien es cierto que la ciencia debe ser algo al servicio de todos pero para que eso suceda y a la vez sea sostenible económicamente hay que inventar mecanismos como el de la transferencia tecnológica del que en este blog hay gente mucho más autorizada que yo para hablar y por tanto no voy a explayarme en él. Lo que no veo es calificar esa transferencia de estafa. Otro tiro en el pie.
El último error, desde mi punto de vista y fuera de los tuits de la Asamblea, que se está cometiendo en este debate es tratar de abordarlo en todos sus aspectos a la vez: científico, económico, social, hasta psicológico proponen algunos. Y lo considero un error porque la sociedad es cautiva de la estrategia FUD de los grupos antitransgénicos. Es imposible abordar un debate donde la opinión pública está polarizada en un extremo que no se corresponde con la realidad. Dejémosle clara a la sociedad que sus miedos son infundados y luego tratemos de arreglar el desaguisado social y económico que están montando. Lamentablemente, ya parece ser muy tarde para la vieja Europa.
Imagen destacada de Davidovich_m bajo licencia CC
Quise estudiar Ciencias Ambientales en Murcia, y así me va, luego decidí dedicarme a la educación ambiental… y para que contaros. Llevo en la vida internetera desde el 96 y en la bloguera desde el 2005. Algún día el FSM me dará constancia para postear.