A río revuelto, ganancia de antitransgénicos (y perdida de científicos)

Por Txema Campillo, el 22 octubre, 2013. Categoría(s): Medio Ambiente

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El pasado sábado 19 de octubre, desde la cuenta de la «Asamblea General de Ciencia» se lanzaba, con bastante mala fortuna, el siguiente tuit:

https://twitter.com/AGCiencia/status/391525878498226177

Y muchos le saltamos al cuello por lanzar esa falsa dicotomía. Posteriormente tuvieron que explicarlo:

https://twitter.com/AGCiencia/status/391566138842152961

¿Por qué les saltamos al cuello al malinterpretar ese primer tuit? Porque si algo está embarrando el debate sobre los transgénicos es el tótum revolútum en el que se está convirtiendo. El igualar empresas biotech con transgénicos y lanzar el mensaje de que las biotech son todas unas mafias y por tanto los transgénicos son tan malos que si te comes uno te conviertes en tertuliano de Intereconomía. O que hay transgénicos buenos y transgénicos malos cuando lo que realmente importa es su uso.

¿Y eso qué tiene que ver con los investigadores? Hago mías las palabras que la también naukas Esther Samper, Shora, escribió en su blog hace tiempo:

El principal problema en este debate radica en que, junto a fuertes intereses económicos existe una gran confusión y se distribuyen multitud de mentiras que empañan y oscurecen la realidad del asunto. En la actualidad, la financiación para la investigación pública de plantas transgénicas es irrisoria. No se dedica apenas dinero en este campo por su mala fama. ¿Las consecuencias? Las empresas privadas son las que están ganando a pasos agigantados el terreno de los transgénicos.

Esther Samper | Medtempus

Así que lanzar unos tuits como esos es pegarse un tiro en el pie de mucho cuidado. La sociedad, sobre todo la europea, no percibe los beneficios de los transgénicos. Percibe un debate encarnizado que hace tiempo debería estar finiquitado en su parte de ciencia y más desde hace 2 semanas. Si desde cuentas con supuesta autoridad se hace incidencia en sus «partes malas», aunque luego se rectifique (está probado que la rectificación tiene mucho menos eco), lo único que se va a conseguir es lo que se reseña en el párrafo de arriba. Y, por cierto, eso de la «parte mala» es algo fácilmente solucionable con visión política.

Además en la conversación posterior se descuelgan con lo siguiente:

Bien es cierto que la ciencia debe ser algo al servicio de todos pero para que eso suceda y a la vez sea sostenible económicamente hay que inventar mecanismos como el de la transferencia tecnológica del que en este blog hay gente mucho más autorizada que yo para hablar y por tanto no voy a explayarme en él. Lo que no veo es calificar esa transferencia de estafa. Otro tiro en el pie.

El último error, desde mi punto de vista y fuera de los tuits de la Asamblea, que se está cometiendo en este debate es tratar de abordarlo en todos sus aspectos a la vez: científico, económico, social, hasta psicológico proponen algunos. Y lo considero un error porque la sociedad es cautiva de la estrategia FUD de los grupos antitransgénicos. Es imposible abordar un debate donde la opinión pública está polarizada en un extremo que no se corresponde con la realidad. Dejémosle clara a la sociedad que sus miedos son infundados y luego tratemos de arreglar el desaguisado social y económico que están montando. Lamentablemente, ya parece ser muy tarde para la vieja Europa.

Imagen destacada de Davidovich_m bajo licencia CC