Es probable que muchos de vosotros hayáis tenido en vuestra infancia una versión antigua de este juego. Pues bien, en un alarde de DIY inesperado para una plataforma como Naukas vamos a fabricarnos nuestra propia caja de experimentos, con materiales en su mayoría caseros ,que nos permitirán realizar un buen número de experimentos, ideales para niños a partir de 3 años. Eso sí necesitamos la colaboración de un adulto responsable (o como dice Javier F. Panadero, en su defecto sus padres). Aquí les metemos una goleada a los productos comerciales que están indicados para niños más mayores.
Antes de empezar, TODO ES QUÍMICA así que hay que tener precauciones con el uso de algunos productos que se incluyen entre los recomendados aunque estén habitualmente presentes en nuestras casas. Un ejemplo, el hidróxido sódico, aka NaOH, que se vende en la mayor parte de los supermercados libremente como desatascador, la archiconocida sosa cáustica.
¿Qué necesitamos?
Lo primero una caja. La que yo he utilizado es de cierta famosa multinacional sueKa que viene ya con divisiones para colocar los distintos elementos. Hay que personalizarla un poco, que si no es una birria de DIY. Con washi tape no, hasta ese punto no llegamos, pero con una etiqueta que nos guste sí, como esta por ejemplo.
¿Qué vamos a meter en la caja?
Vamos a meter el siguiente material:
Material básico:
- Libreta y lápiz para notas
- Carnet de cientifico
- Guantes
Además necesitaremos:
- “Bata de laboratorio” y “gafas de seguridad”
- Rollo de papel
Material de «laboratorio»
- Pipetas (cuentagotas)
- Jeringa
- Pinzas
- Espátula: Palitos de plástico para café (o cuchara)
- Pincel
- Tizas
- Bastoncillos
- Papel de filtro
- Papel pH
- Globos
- Velas
- Pajitas
Productos químicos
- Bicarbonato de sodio (el de ayudarte a hacer la digestión)
- Poliacrilato de sodio (las bolitas que se sacan de los pañales buenos debajo de la capa de celulosa)
- Cloruro sódico (sal común)
- Sacarosa (azúcar de mesa)
- Carbón activo (carbón de acuario)
- Ácido acético (Vinagre )
- Etanol (Alcohol de farmacia)
- Acetona (quitaesmaltes)
- Aceite
- Leche
- Agua
- Jabón lavavajillas
- Colorante alimentario
- Limón
Las etiquetas de reactivos también podéis personalizarlas a vuestro gusto. Veis que yo he usado botes de laboratorio de verdad, porque los tenía justo del tamaño adecuado, pero también se pueden utilizar recipientes rellenables de los que se venden en perfumerías para viajes.
Además de todo esto estoy segura de que váis a necesitar una bayeta para limpiar todo lo que se os caiga, unas botellas de plástico pequeñas, platos y vasos.
Este es el aspecto general de la caja (sin los productos líquidos, que no caben):
Y como véis esta caja de experimentos no sería nada sin un cuaderno de experimentos (pincha para descargártelo) en el que se cuentan los experimentos que se pueden hacer con la caja. Bueno, alguno de ellos, que seguro que se os ocurren ideas para hacer muchos más.
La lista de experimentos es la siguiente:
- Nieve con pañales
- Huellas dactilares con carbón activo
- Fabricación de negro de carbono
- Volcán
- Hinchando globos (al modo científico)
- Tinta china
- Separación por cromatografía
- Dibujos en leche
- Cambios de color
- Densidad y miscibilidad
- Columna de densidad (1)
- Columna de densidad (2)
- Huevo que flota
- Distinguir CO2 de aire
- Mensaje invisible
Acompañado de dos bonus que requieren un par de ingredientes un pelín más difíciles de conseguir: el camaleón químico y la oxidación de glucosa con azul de metileno.
Espero que estos experimentos os resuelvan al menos un par de tardes en este verano que se aproxima. ¡Felices vacaciones!
Ingeniera Química y doctora (UniOvi) en Tecnologías del Medio Ambiente. Científico del CSIC. Investigo en catalizadores y adsorbentes para aplicaciones energéticas y medioambientales. Divulgo sobre lo que hago y lo que aprendo de carbón y materiales de carbono de mis colegas del INCAR.