Informe Pelícano: El Reiki y la Universidad Rey Juan Carlos, tercera parte

Por Arturo Quirantes, el 20 diciembre, 2016. Categoría(s): Alerta Magufo

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En diciembre de 2015 supimos que la Universidad Rey Juan Carlos estaba preparando un curso universitario sobre Reiki. Entre bambalinas, la Federación Española de Reiki ultimaba un sistema de “homologación” de títulos y se preparaba para hacer de intermediario entre la comunidad Reiki y la universitaria. La situación fue denunciada en diversos medios de Internet, y aquí le dedicamos su propio Informe Pelícano, que tres meses después mereció una segunda parte. Recientes informaciones llegadas a este que firma confirman que, lejos de estar cerrado, el caso Reiki-URJC sigue activo: ha habido cambios en la cúpula de la FER, y algunos federados que habían pagado cientos de euros en los cursos de homologación siguen sin ver su dinero.

Recapitulemos. Hacia mediados de noviembre de 2015, la Federación Española de Reiki (la Federación a partir de ahora) ofreció a sus federados la posibilidad de realizar dos cursos de reiki en la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) de Madrid. El Curso Superior Universitario de Formador de Reiki (Maestría) y el Curso Superior Universitario de Profesional de Reiki (Terapeuta) tendrían una carga docente de seis créditos ETCS (300 horas Terapeuta, 500 horas Maestría). El precio de dichos cursos sería de 1.400 y 1.950 euros para terapeuta y maestría, respectivamente.

Para aquellos que no pudiesen realizar esos Cursos Superiores, la FER ofrecía cursos de reciclaje a sus maestros federados y otros interesados que hubieran seguido el curso de Terapeuta Profesional de Reiki. Dicho cursos de reciclaje serían impartidos en Madrid y Málaga, y tendrían un coste de 550 € (Terapeuta) y 687 € (Maestría) en diferentes períodos de tiempo entre diciembre de 2015 y marzo de 2016. Cada curso tendría una duración de dos días, y se requería el pago de doscientos euros por adelantado, que podría hacerse mediante transferencia o por cuenta de PayPal a nombre de uno de los directivos de la Federación.

(Como verá el lector, estamos hablando de dos cursos: los “Cursos Superiores” que se impartirían en la URJC y los “cursos de reciclaje” que preparó la Federación; tenga usted cuidado de no confundirlos)

Para entonces la noticia sobre los Cursos Superiores Universitarios saltó al público, primero aquí (entre otros sitios) y poco después en Menéame (27 de noviembre). El 4 de diciembre publiqué mi primer Informe Pelícano sobre el tema; doce días después, la Universidad Rey Juan Carlos se desmarcó de la iniciativa y mediante un mensaje en Facebook afirmó que su centro adscrito CEDEU no participaría. En ningún momento, hasta donde tengo constancia, fueron avisados los inscritos en los cursos, más bien al contrario, fueron recibiendo diverso material online y se les confirmó la inscripción. Solamente el 29 de diciembre recibieron una comunicación al respecto, y fue en la forma de un comunicado colgado en la web de la REF (ha sido retirado, pero pueden consultar una copia aquí). A continuación la REF colgó el cartel de “cerrado por vacaciones” hasta el 7 de enero.

A finales de enero de 2016 los inscritos en los cursos de reciclaje fueron notificados por la REF de que el convenio con el CEDEU había sido rescindido por la URJC, a pesar de lo cual continuó el envío de material para los cursos de reciclaje. Paralelamente se hicieron algunos intentos de contactos posteriores con otras universidades, incluida (para mi sorpresa) la Universidad de Granada, pero según parece fueron infructuosos.

Lo sorprendente del asunto es que la FER afirmó que el dinero ya cobrado por ellos para los cursos de reciclaje estaba “invertido” en formación, tasas adelantadas y pagos administrativos. Esto me resulta particularmente llamativo. El epígrafe de “formación” incluye material digital reciclado de otros cursos, que no creo que cuesten mucho; en cuanto a los pagos y tasas no son universitarias sino internas (recordemos que los “cursos de reciclaje” los impartía la Federación según su propio criterio).

Algunos de los inscritos solicitaron su dinero (no tiene sentido hacer un curso para homologarse con un Curso Superior universitario que ya no se realizaría) y recibieron respuestas extrañas: si en marzo se suponía que ya se estaba realizando la devolución por transferencia, un mes después se dijo que habían solicitado un préstamo bancario. En mayo, algunos de los inscritos aún no habían recibido su dinero, y se les ofreció un trueque a cambio de otros cursos o de material de la FER.

Y así siguen algunos de ellos, porque a fecha de hoy hay personas que siguen sin ver su dinero (no estoy autorizado a revelar su cifra exacta). Mientras tanto la vicepresidenta Loida Burgos dimitió de su puesto y abandonó la FER (o fue expulsada, ese punto no lo tengo claro); el presidente John Curtin declaró al respecto que “eso me permite llevar a cabo ciertos cambios en la Federación para beneficiar a los federados, ya que no hay una necesidad de lucro tan grande como había antes” (mis negrillas).

Esa aparente falta de necesidad de lucro coincide en el tiempo con un incremento en las actividades lucrativas de la Federación. Recientemente han montado una nueva tienda online, que al parecer está vendiendo como rosquillas desde pegatinas y manuales hasta el reloj oficial de la Federación Española de Reiki. También han lanzado nuevos cursos (no universitarios) sobre meditación, maestría (reciclaje) o control del estrés.

También se ha creado un “Curso de Terapeuta de Reiki Profesional” (info), de un fin de semana de duración, impartido por una anestesióloga que en el video de promoción aparece estetoscopio al cuello y vistiendo la bata médica del Hospital Universitario Príncipe de Asturias, Alcalá de Henares; menciono esto último para resaltar que la FER parece mantener la línea de buscar respetabilidad en los círculos científicos, en este caso presentando médicos para impartir cursos que nada tienen que ver con sus disciplinas académicas.

La más reciente iniciativa de la FER es algo llamado “Centros de Formación Regional,” que según Curtin forma parte del proyecto de “devolver la Federación a los federados.” Se trata de designar centros que puedan realizar cursos de reciclaje y de otros tipos. Un vistazo al mapa muestra, en efecto, diversos centros en varias ciudades de España.

No parece que la Federación Española de Reiki tenga entre sus planes volver a llamar a la puerta de la comunidad universitaria, sino que después del tropiezo con la Universidad Rey Juan Carlos, y ante la negativa de otras Universidades, se está enfocando a la tarea de coordinar las distintas asociaciones de reiki de España, aumentar la cantidad y variedad de cursos propios (incluidos los impartidos por centros regionales) y potenciar las ventas de todo tipo de materiales relacionados. Conozco maestros dentro y fuera de la Federación, y no hace mucho algunos compartieron conmigo su malestar por la forma en que la filosofía de vida en la que creen se ha mercantilizado.

Porque, no lo olvidemos, el reiki NO es una técnica de sanación, por mucho que últimamente nos lo estén vendiendo de esa forma. El reiki es, según sus seguidores, un camino espiritual de iluminación personal. Lo que hoy se conoce como “terapia Reiki,” lo de convertirlo en terapia de sanación y cobrar por ello (sea directamente o mediante la formación de terapeutas y sanadores) nos lo inventamos en occidente.

Con independencia de la filosofía de vida de cada uno, por tanto, resulta cuando menos preocupante que se utilice esa tendencia terapéutica para hacer creer a personas enfermas que pueden sanarse, y fenómenos como la alianza URJC-FER deben ser denunciados. Espero que los afectados puedan cobrar lo que se les debe sin más dilación y les deseo suerte a todos.



Por Arturo Quirantes, publicado el 20 diciembre, 2016
Categoría(s): Alerta Magufo