
La primera estación espacial china, Tiangong-1 fue lanzada en septiembre del 2011 y desde entonces ha estado situada en una órbita baja terrestre operativa de 42.7 grados de inclinación respecto al ecuador y una altitud que oscilaba entre los 330 km y los 400 km aproximadamente. Fuera ya de uso, las últimas maniobras para elevar su órbita se realizaron el 15 de diciembre del 2015.

Aunque la barrera del espacio ha sido establecida en los 100 Km de altitud lo cierto es que hasta aproximadamente los 1000 Km de altitud existen partículas de aire en una densidad extremadamente baja, pero suficiente para ir frenando lentamente los cuerpos que por esa zona orbitan. Los cálculos indicaban desde hace tiempo que la re-entrada la Tiangong-1 se produciría en los primeros meses de 2018. Estamos ya en fechas y las estimaciones se van afinando.
Teniendo en cuenta que la masa al lanzamiento de la Tiangong-1 era de 8500 Kg, es de suponer que tras las maniobras que ha realizado hasta el año 2015 haya gastado aproximadamente una tonelada de combustible, por lo que nos quedaríamos con una estación espacial de entre 7.000 y 7.500 kg. Los medios oficiales chinos estiman que sobreviva a la reentrada entre un 10 y un 40% de la masa del satélite, así que es posible que los objetos mas densos de la estación espacial sobrevivan a la reentrada y caigan a la Tierra. Los objetos típicos que sobreviven a la reentrada suelen ser los diversos tanques (combustible, aire y otros gases), junto a otros objetos metálicos contundentes.
Las autoridades chinas han asegurado, recientemente, que aún tienen algún tipo de control sobre la nave, por lo que se espera que actúen de manera que la reentrada se produzca sobre el mar. Sin embargo esta información está pendiente de aclararse. De no serlo, habría que remitirse a las predicciones. La posibilidad de que alguno de los restos cayera en España o en cualquier lugar de Latinoamérica es no nula, aunque muy baja. En cualquier caso, como bien dice Daniel Marín en su entrada: La histeria injustificada por la reentrada de la Tiangong 1, don’t panic! Aunque mucho me temo que eso no les valga a los medios y salte la alarma en cuanto la noticia les llegue.
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Este artículo ha sido escrito en colaboración con Itzalpean
Manu Arregi Biziola (Bergara, 1968) es profesor de Física, Matemáticas y Astronomía en la Ikastola Aranzadi de Bergara. Es miembro, además, de Ilatargi Astronomia Taldea, Agrupación Astronómica Vizcaína, Agrupación Astronómica de Sabadell y ApEA (Asociación para la Enseñanza de la Astronomía)