La tecnología de las novelas ciencia ficción empieza a tomar cuerpo delante de nuestros ojos. Esto, que es algo que ocurre todos los días, de vez en cuando se concreta en hitos singulares. Francisco R. Villatoro en Luz con auto-torque, cuyo momento angular orbital varía con el tiempo y Nueva sorpresa en la superconductividad del grafeno bicapa rotado con ángulo mágico
La ciencia y su comunicación no se sustrae a los comportamientos tribales de la especie. Así, consideremos este comportamiento de mi vecino, un especimen de Homerus simpsonensis local: “Hemos ganado”, si gana el Linares (el Isotopes local pero en fútbol), “han perdido”, si pierde el Linares. De la misma forma cuando nos conviene todos somos estadounidenses. Como cuando decimos que “el hombre” fue a la Luna hace 50 años o que “vamos” a visitar Titán como si la NASA no fuese una agencia de los Estados Unidos de América con el mismo estatuto que la CIA o el USPS. A este respecto este cronista reconoce que su nivel de mijitismo raya lo patológico (o la gilipollez, según se mire), y la cosa no detrae un ápice de la calidad de La NASA elige Dragonfly. ¡Nos vamos a Titán! de Daniel Marín.
Con esto de Raúl Ibáñez serás el centro de las sobremesas del verano, o de las charlas junto al fuego, si es invierno: FUN WITH MATHS, diversión con matemáticas
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Químico. Trabajo en Euskampus Fundazioa con la Cátedra de Cultura Científica de la UPV/EHU, para la que edito el Cuaderno de Cultura Científica y Mapping Ignorance. Escribo cosas para el Donostia International Physics Center y el Basque Center for Applied Mathematics.