Esta semana tenemos dos nuevas entregas del astrónomo indignado, la mejor serie del momento (con el permiso de Chernobyl).
Harry Potter tiene a Voldemort. Luke Skywalker tiene a Darth Vader. El coyote al correcaminos. Y el astrónomo indignado tiene a Serendipio, su enemigo, el astrónomo más brillante del país, protagonista de varios de los descubrimientos más importantes en ciencia en los últimos años. ¿Por qué lo odia tanto?
Y aquí es donde entramos en terreno cenagoso. Al astrónomo le toca en la tapa de un yoghurt una visita al Gran Telescopio de Canarias, actualmente el telescopio más grande del mundo. ¿Qué puede hacer un astrónomo de tres al cuarto en uno de los mejores observatorios del planeta? Pues meter un poco la gamba…
El astrónomo indignado es un proyecto del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC), los museos científicos coruñeses y el Gran Telescopio de Canarias, con la colaboración de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología – Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades (antes Ministerio de Economía, Industria y Competitividad).
(Madrid, 1981) Licenciado en Físicas por la Universidad Complutense de Madrid y Doctor en Astrofísica por el Observatorio de París, se ha especializado los últimos años en radioastronomía, trabajando en el telescopio de 30m de IRAM, en Granada, y en el 40m del Observatorio Astronómico Nacional, en Yebes, Guadalajara. Actualmente trabaja en el Instituto de Astrofísica de Andalucía donde se dedica a tareas de comunicación y divulgación. Coplero, en sus ratos libres.