Cientos de miles vamos a morir de fiebres hemorrágicas por el virus Ébola
La infección por Ébola se manifiesta muy rápidamente. Tras un periodo de incubación de unos pocos días, en seguida comienzas a sentirte mal, te sientes muy cansado, pierdes el apetito, tienes fuertes dolores de cabeza y fiebre alta, te duele la tripa y sientes nauseas. Pronto sigue con una diarrea acuosa y vómitos al mismo tiempo. Si tienes la mala suerte de ser ese 50% de los casos en los que la infección continua, a la semana comienzas a tener erupciones por toda la piel. Pocos días después la cosa se complica y comienza la necrosis del hígado, riñón y bazo, siguen hemorragias digestivas y pulmonares, vómitos de sangre y pérdida de fluidos por todos tus orificios. También puedes comenzar a tener coagulación sanguínea diseminada, que debe ser una sensación bastante desagradable. En breve, fallo renal, dificultad para respirar, encefalograma plano, te mueres: fiebre hemorrágica por el virus Ébola. De momento, no hay tratamiento, ni vacuna, ni cura. Ahora entenderás por qué este virus da tanto miedo.
El virus Ébola es uno de los más mortíferos, con tasas que van desde el 50 hasta incluso el 90% de mortalidad (esto quiere decir que si se infectan 100 personas, 90 mueren por el virus). Por eso, este tipo de virus están clasificados como potenciales agentes de guerra biológica. Los primeros brotes de fiebres hemorrágicas por Ébola se describieron en Zaire (ahora Congo) y en Sudán en 1976. Desde entonces ha habido 20 brotes de Ébola en África central, la mayoría causados por la especie Zaire ebolavirus.
He querido que el titular y el comienzo de esta entrada sean lo suficientemente sensacionalistas para que pinches y sigas leyendo. El pasado día 2 de julio leía en un medio digital: «Sanidad activa el protocolo de actuación en Valencia por una sospecha de virus de Ébola en un paciente guineano».
¿Es posible que este mortífero virus Ébola de África llegue a Europa, se extienda por todo el planeta, se transforme en una pandemia (epidemia mundial) y cause cientos de miles o millones de muertos?
Aunque parece ser el primer caso ocurrió en diciembre de 2013, el 21 de marzo de este año el Ministerio de Salud de Guinea anunció un brote de Ébola en 49 personas. Unos días después, el Instituto Pasteur secuenció el genoma del virus y confirmó que se trataba de la especie Zaire del género Ebolavirus. En mayo se notificó el primer caso en Sierra Leona. A finales de junio, este brote de Ébola es ya el más extenso que ha habido jamás: 528 casos (entre confirmados en el laboratorio, probables y sospechosos) y 337 muertos (tasa de mortalidad del 64%), en tres países distintos, Guinea, Sierra Leona y Liberia. Además, es la primera vez que se confirma la transmisión de este virus en grandes ciudades, las capitales. Hasta ahora siempre había ocurrido en zonas rurales. El caso más extenso ocurrió en Uganda durante el año 2000-2001, con 425 casos y 224 muertos (tasa de mortalidad del 53%).
El reservorio o almacén donde se “esconde” el virus en la naturaleza no se ha verificado definitivamente, pero ya hay evidencias de que el virus se encuentra en los murciélagos. En estos pequeños mamíferos el Ébola tiene su ciclo natural. De ahí pasa a infectar animales salvajes, principalmente primates. El hombre se infecta por contacto con estos animales salvajes. La infección por Ébola es, por tanto, una zoonosis: una enfermedad de los animales que se transmite al hombre. El virus puede pasar de persona a persona a través del contacto directo con cualquier fluido corporal (sangre, orina, sudor, semen, leche materna, …). El virus Ébola NO se transmite por el aíre, ni por mosquitos. Los brotes son muy localizados, normalmente familiares y personas del mismo grupo o tribu y personal sanitario. Y esto tiene su explicación. Muchos ritos funerarios africanos suponen despedidas familiares muy efusivas: el cadáver se vela en familia durante varios días antes de enterrarlo y la familia y los allegados se despiden del difunto con besos, abrazos y caricias al cadáver. Si el fallecido estaba infectado por Ébola, el virus se transmite rápidamente entre toda la familia y la tribu. Cuando enferman van al hospital y los siguiente en la cadena de transmisión son el personal sanitario, que si no sospecha que hay un brote de Ébola, no toma las medidas de prevención y contención necesarias. Por eso, los brotes suelen afectar a familias y personal sanitario.
El virus Ébola no está adaptado al ser humano, es un virus de animales. Y en humanos la mortalidad ya hemos visto que es muy alta. En ese sentido podemos decir que es un patógeno “poco evolucionado”. Puede infectar al hombre, se transmite por contacto muy estrecho y enseguida acaba con su víctima, por lo que la cadena de transmisión del virus acaba pronto y los brotes son puntuales y esporádicos. Los brotes por Ébola siempre son pocos en número, pero muy intensos y mortales. Por el contrario, un virus muy adaptado a su huésped es aquel que lo infecta, se transmite fácilmente y en la mayoría de los casos no mata al huésped, si no que puede continuar dentro de él aunque lo enferme. De esta manera la cadena de transmisión se extiende y dura más en el tiempo, lo que puede llegar a causar epidemias en vez de brotes puntuales. Si no hubiera vacuna, la varicela, por ejemplo, produce epidemias que afectan a un mayor número de personas durante más tiempo. Es un patógeno “más evolucionado” o adaptado al hombre.
¿Qué hay que hacer para luchar contra el Ébola?. Aunque ya hemos dicho que no hay tratamiento, ya se están ensayando algunos antivirales y vacunas específicas. Mientras tanto, es fundamental identificar y aislar a los pacientes para evitar la extensión de la enfermedad. La vigilancia y el control epidemiológico es lo más importante, lo primero es romper la cadena de transmisión del virus, evitar los ritos funerarios y proporcionar los equipos de protección necesarios al personal sanitario.
¿Es posible que este mortífero virus Ébola de África llegue a Europa, se extienda por todo el planeta, se transforme en una pandemia (epidemia mundial) y cause cientos de miles o millones de muertos? La respuesta claramente es NO. Es un otro de los virus de los que hay que ocuparse, … pero no preocuparse.
Para saber más:
– Ebola Viral Disease Outbreak- West Africa, 2014 (MMWR)
– The 2014 Ebola virus disease outbreak in west Africa. Gatherer D. J Gen Virol. 2014 May 2. doi: 10.1099/vir.0.067199-0.
– CDC: http://www.cdc.gov/vhf/ebola/
– Viral Zone: http://viralzone.expasy.org/viralzone/all_by_species/207.html
Soy profesor de microbiología y virología en la Universidad de Navarra. Los que me conocen saben que soy un tipo muy serio y que todo lo que escribo está basado en evidencias científicas, todo … o casi todo, je je. Intento descubrir por qué algunas bacterias son tan malas y producen enfermedades, y trabajo para desarrollar nuevas vacunas y nuevos métodos moleculares para detectar las bacterias. Me apasiona el mundo de los microbios, bacterias y virus, y disfruto contando historias en los blogs microBIO y El rincón de Pasteur (de Investigación y Ciencia). He publicado Virus y pandemias para meter miedo y luego ¿Funcionan las vacunas? (Premio Prismas 2018) para solucionarlo. Microbiota: los microbios de tu organismo es un libro de autoayuda (je, je), para conocerte mejor y nunca sentirte solo o sola: la mitad de lo que tú eres son bacterias. Lo último ha sido Preparados para la próxima pandemia: reflexiones desde la ciencia. Otro libro que he escrito con mi hija es Princesas de cristal, otra apasionante historia que nada tiene que ver con los microbios. En Twitter soy @microbioblog. En la foto de perfil salgo con pelo, pero ya lo he perdido.