De vino y superconductores

Por maikelnai, el 13 enero, 2011. Categoría(s): Tecnología
Fuente imagen: Flickr. (Creative Commons).

El gran problema de los superconductores actuales es que para que las resistencias desaparezcan hay que enfriarlos a temperaturas cercanas al cero absoluto. Esto es bastante farragoso, así que no es de extrañar que los físicos busquen sustancias superconductoras a temperatura ambiente. Eso facilitaría enormemente la tecnología maglev o la construcción de aceleradores de partículas.

Y hete aquí que Yoshihiko Takano y otros colegas del Instituto Nacional para la Ciencia de Materiales de Japón, que intentaban crear cierta clase de superconductor sumergiendo un compuesto en agua caliente y dejándolo empaparse en ella durante horas, decidieron improvisar un poco. Lo que hicieron fue probar a empapar el compuesto en una mezcla de agua y etanol, y parece que la cosa fue bastante bien porque el 15% de la sustancia se tornó superconductora en agua y etanol caliente, que fue un resultado bastante mejor al de cuando solo usaron agua.

Y como al tal Takano le gusta el alcohol, después de una fiesta decidió seguir experimentando con otras sustancias alcohólicas, así que sumergió el compuesto en whisky, sake, vinos varios, shōchū y cerveza. Cuando se pusieron a evaluar los resultados, descubrieron que el shōchū elevaba la conductividad un 23%, y el vino tinto un 62%.

Podemos imaginar la perplejidad de los científicos, y es que parece que la copita de vino no solo le vino bien a Yoshihiko Takano. ¡Qué ironía! A algunos superconductores parece sentarles bien el vino, mientras que los conductores no deberían ni probarlo. 😉

Lo vi en Physorg y en Io9.com.

El trabajo de investigación está disponible en Arxiv.



Por maikelnai, publicado el 13 enero, 2011
Categoría(s): Tecnología