Un ingeniero, un físico y un matemático están en medio de un chiste. De hecho es un chiste parecido a otros que ya habrás oído.

El ingeniero hace algunas observaciones y cálculos aproximados, se da cuenta de que está dentro de un chiste, y se ríe.

Tras unos momentos el físico también se da cuenta y empieza a reír, además de estar contento de que tiene nueva información experimental acerca de los chistes de ingenieros, físicos y matemáticos.

El matemático se queda perplejo ante la risa de sus amigos, porque él supo de inmediato que estaban dentro de un chiste, sabía el tipo de humor que encontraría a partir de chistes similares, y lo consideró un corolario trivial.

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Un matemático organiza una lotería, donde el premio es una cantidad infinita de dinero. El día de la lotería, se anuncia el número premiado, y el feliz ganador se acerca al matemático para obtener el premio.

El matemático le dice, “Muy bien, ¡Felicidades! Ahora te voy a explicar cómo te voy a dar el premio: 1 dólar hoy, mañana medio dólar, pasado mañana 1/3 de dólar…”

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Un matemático es detenido en el aeropuerto de Nueva York, y en su equipaje se le encuentra una calculadora y una cuenta para dar cursos MOOC en su laptop.

Se le acusa de estar en posesión de armas de instrucción masiva y ser miembro de la red de Al-Gebra.

Más tarde, se le fincan cargos extra al saberse que acostumbra resolver problemas con la ayuda de radicales.