¿Por qué hay que transportar a los rinocerontes boca arriba y a las tortugas boca abajo?

Por Colaborador Invitado, el 31 marzo, 2021. Categoría(s): Biología • Divulgación • Ecología
Transporte aéreo de un rinoceronte

Los rinocerontes negros (Diceros bicornis) está en riesgo crítico de extinción. Los esfuerzos para mantener esta especie requieren, entre otras acciones, cambiar de sitio a algunos ejemplares. De este modo disminuye el riesgo de ataque de los furtivos y se consigue evitar otras amenazas importantes como los conflictos armados o la consanguinidad.

Gracias a las iniciativas de relocalización, la población mundial de esta especie ha experimentado un ligero aumento, de los 4.800 ejemplares en 2012 a los aproximadamente 6.000 de la actualidad.

Ahora bien, transportar animales de este calibre -entre los 800 y los 2.800 Kg de peso- no es tarea fácil, no sólo por su peso sino porque la anestesia requerida supone, en sí misma, un riesgo para la salud de los rinocerontes.

Por esta razón, veterinarios de la Universidad de Cornell, junto con expertos del ministerio de medio ambiente de Namibia estudiaron las constantes vitales de estos gigantes en dos condiciones distintas de transporte: recostados sobre una camilla o bien boca arriba, sujetos solamente por sus pies.

El tranquilizante utilizado fue una mezcla de Azaperona y Etorfina, este último un opioide con una potencia casi 3.000 veces superior a la de la morfina. Está aprobado sólo para uso veterinario, es mortal en humanos y, por esa razón se vende conjuntamente con su antídoto en caso de inyección accidental de una persona.

Independientemente de cómo se transporten, estos animales experimentan siempre una marcada hipoxia -falta de oxígeno- así como hipercapnia -exceso de CO2 en sangre. Sin embargo; se observó que cuando se les transportaba sujetándolos con correas por sus patas tenían mejores indicadores que los que estaban acostados sobre una camilla. En concreto, una presión arterial de oxígeno de 42 mm Hg frente a 38 mm Hg y una presión arterial de CO2 de 52 mm Hg frente a 55 mm Hg. Aunque las diferencias no son enormes, por pequeñas que éstas sean resultan muy importantes para el bienestar de los animales puesto que se minimizan los efectos secundarios y, por otra parte, se acelera toda la operación puesto que es mucho más rápido atar los pies de un rinoceronte anestesiado que ponerlo sobre una camilla. Reducir el tiempo de anestesia es muy relevante para el éxito de las medidas de relocalización.

La causa raíz de las ventajas de este sistema puede que estén en la hiperextensión de la columna vertebral que supone el transporte boca arriba, aumentando, aunque sea levemente, el diámetro de las vías respiratorias. Además, un animal de este tamaño recostado supone que haya un riego menor en la parte sobre la que se apoya debido a la presión del propio peso.

Rinoceronte transportado en camilla

Estos estudios se han llevado a cabo en espacios de tiempo cortos, de entorno a 10 minutos. Los autores quieren ahora probar en recorridos más largo, de unos 30 minutos para ver si las conclusiones son las mismas. De ser así, se adoptará de manera preferencial este tipo de transporte por ser más rápido y menos estresante para los rinocerontes.

Por su parte las tortugas deben estar siempre en posición boca abajo. En condiciones naturales este es el modo habitual de situarse, sin embargo; distintas circunstancias pueden acabar con el quelonio patas arriba y esta posición es una amenaza mortal para estos reptiles.

Efectivamente, cuando una tortuga avanza por una pendiente muy marcada o trata de superar un obstáculo puede rodar y quedar en posición de decúbito supino. El encuentro con un predador puede tener el mismo desenlace. También la cópula supone un riesgo para los machos en ese sentido.

Sea cual sea la razón por la que el animal acabe patas arriba, puede resultarle difícil volver a la posición original. De hecho, un estudio llevado a cabo en la universidad de Belgrado prueba que cuanto más grande sea la tortuga y más plano sea el caparazón, más difícil resultará regresar a la posición normal.

Evidentemente, una tortuga boca arriba es presa fácil, pero más allá de esto el verdadero problema lo supone el riesgo de ahogamiento.

Anatomía interna de una tortuga

Anatómicamente podemos observar que los pulmones de estos reptiles se sitúan inmediatamente por debajo del caparazón. Si el animal se sitúa boca arriba, todo el peso del aparato digestivo: estómago, intestinos e incluso hígado presionará sobre los pulmones que verán limitada su capacidad de expansión y por lo tanto no podrán inspirar el aire necesario. En estas circunstancias el quelonio hará ímprobos esfuerzos para recuperar su posición natural. Esto no hará más que aumentar su estrés y sus necesidades de oxígeno también se incrementarán exponencialmente. Como consecuencia, entrará en un círculo vicioso de mayor demanda de oxígeno y menos capacidad de obtenerlo. Que la tortuga no pueda corregir su posición, puede tener consecuencias fatales.

Así que nunca permitan que eso les pase a estos animales. Es estresante y potencialmente peligroso.

 

Este artículo nos lo envía Juan Pascual (podéis seguirlo en twitter @JuanPascual4 o linkedn). Me licencié en veterinaria hace unos cuantos años en Zaragoza y he desarrollado mi vida profesional en el mundo de la sanidad animal, de ahí mi interés en divulgar lo que los animales aportan a nuestro mundo actual. Soy un apasionado de la ciencia. Creo que es fundamental transmitir el conocimiento científico de una manera sencilla para que los jóvenes se enganchen pronto y para que la sociedad conozca más y mejor lo mucho que la ciencia aporta a nuestro bienestar. Viajar es otra de mis pasiones junto con la literatura, que no deja de ser otro modo de viajar.

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Referencias científicas y más información:

  1. Robin W. RadcliffeMark JagoPeter vdB MorkelEstelle MorkelPierre du PreezPiet BeytellBirgit KottingBakker ManuelJan Hendrik du PreezMichele A. MillerJulia FelippeStephen A. Parry, and Robin D. Gleed«THE PULMONARY AND METABOLIC EFFECTS OF SUSPENSION BY THE FEET COMPARED WITH LATERAL RECUMBENCY IN IMMOBILIZED BLACK RHINOCEROSES (DICEROS BICORNIS) CAPTURED BY AERIAL DARTING,» Journal of Wildlife Diseases 57(2), 357-367, (25 March 2021)
  2. Golubović Ana, Tomović Ljiljana, Ivanović Ana. Geometry of self-righting: the case of Hermann’s tortoises. Zoologischer Anzeiger – A Journal of Comparative Zoology, Volume 254, 2015, Pages 99-105
  3. https://www.iucnredlist.org/species/6557/16980917
  4. https://www.iflscience.com/plants-and-animals/cautious-optimism-as-critically-endangered-african-rhinos-makes-a-slow-recovery/
  5. https://www.iucn.org/news/species/202003/conservation-efforts-bring-cautious-hope-african-rhinos-iucn-red-list
  6. https://en.wikipedia.org/wiki/Etorphine