Pampsiquismo y computación

Por Colaborador Invitado, el 12 enero, 2022. Categoría(s): Divulgación • Historia

El pampsiquismo y sus parientes

El pampsiquismo es una teoría filosófica bastante respetable según la cual lo mental es una característica fundamental de toda la realidad. (Hay también muchas versiones esotéricas, pero de esas no voy a decir nada), Es pariente cercano del hilozoísmo: todo en el universo está de una forma u otra vivo, animado: tiene ánima, psyché, vida propia, autodeterminación en mayor o menor grado. En los seres vivos se manifiesta como autopoiesis, la capacidad de autorreproducirse y automantenerse. Pero esta cualidad mental estaría latente incluso en los seres no vivos.

El pampsiquismo se opone radicalmente al mecanicismo, según el cual la única forma de causalidad es la influencia física entre las entidades que conforman el mundo material: todo se explica en términos de materia y movimiento local, conforme a leyes naturales deterministas. El mecanicismo es una forma particularmente reductiva del antiguo adagio filosófico escolástico: “todo lo que se mueve, se mueve por otro”. En el mecanicismo la vida no es vida, es solo materia más complejamente estructurada; y la materia es entendida como aquello que “se mueve por otro”, es decir, pura pasividad, cero automotricidad, cero autodeterminación. Para el mecanicismo radical, el pampsiquismo es la peor de las herejías.

El modelo estándar de las partículas elementales y sus interacciones

El pampsiquismo afirma, pues, que todo en el universo es consciente de una u otra manera. Así lo defiende, por ejemplo, David Chalmers en The Conscious Mind[1], en un intento de resolver el problema difícil de la consciencia. Por el contrario, en una reciente entrevista, António Damásio no considera que el pampsiquismo sea una tontería, pero tampoco cree que lo necesitemos para explicar la consciencia.

La “panlibertad” (panfreedom) es una versión todavía más particular del pampsiquismo, en la que se afirma que todo en el universo tiene un cierto grado de libertad, incluso las partículas elementales de la física. Este sería, supuestamente, el resultado del teorema del libre albedrío(free will theorem) de John H. Conway y Simon B. Kochen[2]:

Bajo ciertos supuestos, si los seres humanos tienen libre albedrío, en el sentido de que su comportamiento no es una función computable del pasado, entonces también deben tenerlo las partículas elementales.

Aunque Conway y Kochen escribieran de modo provocativo en su introducción que “si existen experimentadores con un mínimo de libre albedrío, entonces las partículas elementales deben tener su propia cuota de este valioso bien”, en realidad su artículo trata sobre la refutación de la teoría de variables ocultas en mecánica cuántica. Sobre todo, es importante tener en cuenta la noción precisa de libre albedrío (free will) que manejan: comportamiento que no es una función computable del pasado. Bueno, algo tiene que ver con la noción de libertad humana, pero ciertamente no la agota.

John H. Conway, fallecido en abril de 2020 por complicaciones derivadas de COVID-19

Una formulación más aceptable para mí sería la siguiente: si los seres humanos son libres, entonces las partículas elementales no pueden ser pura pasividad sometida a fuerzas mecánicas. De todas formas, no voy a intentar argumentar ni a favor ni en contra del pampsiquismo, aunque confieso que tiene cierto atractivo para mí como enemigo declarado del mecanicismo.

 

Partículas libres no hacen máquinas libres

 

Hasta aquí lo que defienden Conway y Kochen: si los humanos son libres, las partículas elementales también. Ahora bien, según algunos, se puede dar un paso más: si las partículas elementales son libres, entonces es muy probable que los ordenadores también lo sean. Obien: si todo es consciente, entonces un ordenador también es consciente, aunque lo sea de forma diferente a un ser humano.En concreto, esto es lo que argumentaba un revisor contrario a nuestro artículo Are Human Beings Humean Robots? [3], comentado extensamente hace tiempo en Naukas (¿Puede ser libre una máquina computacional?). Así decía el revisor:

To begin, there is Conway’s and Kochen’s Freewill Theorem, which the author ought to look up, which establishes that if humans have freewill then so do elementary particles (this is called panfreedom). But then if elementary particles are free, then very likely so are computers. The autor is thus refuted.

Pero la conclusión de este revisor estaba muy equivocada, y desde luego no se puede derivar del teorema del libre albedrío(porque incurre en la falacia de afirmación del consecuente: si A implica B, de ahí no puedo derivar que B implica A). Es lo que pretendo explicar a continuación: incluso si el pampsiquismo fuera una verdadera propiedad del universo, seguiría siendo verdad que una máquina computacional no puede ser libre.

En efecto, la esencia de un algoritmo (recordemos la definición de Turing de “computación efectiva” o mecánica) es realizar un cálculo, es decir, obtener un resultado deseado, alcanzar un objetivo predefinido. Si el programa no logra su objetivo, es porque es una mala implementación del algoritmo, o porque no es capaz de superar la resistencia del hardware a obedecer al software. Si el ordenador no computa como se espera porque no puede dominara las desobedientes partículas elementales (ya sea debido a su verdadero indeterminismo aleatorio, o a su supuesto libre albedrío incontrolable), entonces no es un ordenador bien fabricado. La libertad o el indeterminismo de las partículas elementales no constituyen a un ordenador, más bien dificultan que funcione como tal.

Por lo tanto, incluso si asumimos que las partículas elementales son libres—o simplemente indeterministas— no deberíamos concluir que los ordenadores lo son, porque todo el propósito de un ordenador es neutralizar y controlar el comportamiento libre (o al menos indeterminista) de sus componentes, con el fin de lograr un objetivo fijado desde fuera.

De hecho, podemos argumentar de manera similar cuando los componentes del ordenador son comúnmente reconocidos como seres libres. Recuérdese el ordenador hecho con componentes humanos que funcionaba en Bletchley Park, ejecutando programas diseñados por Alan Turing y otros criptógrafos. Como explicaba el propio Turing[4]:

Un hombre provisto de papel, lápiz y goma, y sometido a una disciplina estricta, es en efecto una máquina universal.

La maquinaria de Bletchley Park funcionaba como un ordenador sólo porque se había suprimido por completo la iniciativa individual de los que trabajaban allí en la ejecución de algoritmos de descifrado. Si no hubiera sido así, si un miembro del personal hubiera fallado al realizar su subtarea, o si no hubiera querido realizarla, entonces Bletchley Park ya no habría funcionado como un ordenador algorítmico. (Hablo de los que ejecutaban los procedimientos de desciframiento, no de los que inventaban esos procedimientos.)

El cuartel general de Bletchley Park

En la medida en que obedecía las instrucciones de susprogramadores y se comportaba como un ordenador, Bletchley Park no era un organismo vivo autodeterminado, sino una obediente máquina computacional, por mucho que sus componentes elementales fuera personas o partículas libres.Otra cosa es que sus componentes empezaran a obrar con iniciativa propia. Pero justamente en ese momento habría dejado de comportarse como una máquina.

Puede que el pampsiquismo sea una condición necesaria para que pueda haber vida y consciencia en el universo. Pero no implica de ninguna manera que las máquinas sean conscientes. Las máquinas,por diseño, no son libres ni conscientes: porque están diseñadas para satisfacer un objetivo impuesto a ellas desde fuera.

 

Este artículo nos lo envía Gonzalo Génova, profesor de la Universidad Carlos III de Madrid. Aparte de mis clases de informática, también imparto cursos de humanidades en los que trato temas de filosofía de la tecnología y pensamiento crítico.

Puedes leer todos mis artículos en Naukas en este enlace. Además de usar las redes sociales de Naukas, si quieres comentar y debatir más a fondo puedes visitar mi blog De máquinas e intenciones (reflexiones sobre la tecnología, la ciencia y la sociedad), donde esta entrada estará disponible en un par de días.

Referencias y más información:

[1] Chalmers, D. (1996). The Conscious Mind: In Search of a Fundamental Theory. Oxford University Press, ISBN 0-19-511789-1.

[2] Conway, J., Kochen, S. (2006). The Free Will Theorem. Foundations of Physics, 36(10):1441–1473. DOI:10.1007/s10701-006-9068-6.

[3] Génova, G., Quintanilla Navarro, I. (2018).Are Human Beings Humean Robots?Journalof Experimental &Theoretical Artificial Intelligence 30(1):177–186. El manuscrito está accesible desde mi página académica personal.

[4]Turing, A.M. (1948). Intelligent Machinery. National Physical Laboratory Report. In Meltzer, B., Michie, D. (eds), Machine Intelligence 5. Edinburgh: Edinburgh University Press, 1969. Digital facsimile at http://www.AlanTuring.net/intelligent_machinery.



Por Colaborador Invitado, publicado el 12 enero, 2022
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