La avispa con placas solares fotovoltaicas

Por Carlos Chordá, el 24 noviembre, 2010. Categoría(s): Biología • Curiosidades
Vespa orientalis

La avispa oriental (Vespa orientalis), habitante del mediterráneo oriental y Madagascar, tiene un comportamiento un tanto extraño dentro del mundo de las avispas: son mucho más activas al mediodía, al contrario que el resto de especies, que tienen su máximo de actividad a primeras horas de la mañana.

A un equipo de investigadores de la Universidad de Tel Aviv, en Israel, le ha dado por averiguar qué hay detrás de ese comportamiento que, reconozcámoslo, la mayoría de nosotros hubiéramos considerado poco digno de reflexión. Fruto de su trabajo se han encontrado con que estos himenópteros tienen su cutícula repleta de células solares.

Las obreras de la colonia dedican su tiempo a excavar, sobre todo en las horas más cálidas del verano, lo que coincide con la radiación ultravioleta más intensa, así que estos científicos supusieron que esta especie había evolucionado desarrollando alguna adaptación para aprovecharla. Al examinar su exoesqueleto encontraron en él capas sucesivas de pigmentos, unas treinta en la zona marrón y quince en la amarilla (la diferencia de color es debida a que las áreas marrones contienen melanina, el pigmento del bronceado humano, mientras que las amarillas contienen xantopterina). Vieron además que aunque la superficie de ambas era diferente, tanto la cutícula marrón como la amarilla funcionan como rejillas de difracción, lo que les permite capturar el 99 % de la luz.

Lo más llamativo de todo es que estas estructuras son auténticos paneles solares fotovoltaicos: transforman la radiación en electricidad, generando un pequeño voltaje. ¿Qué hacen las avispas con esta energía eléctrica? Almacenarla en minúsculas baterías biológicas para conventirla en calor cuando baja la temperatura, o para proporcionar una dosis extra a los músculos de las alas cuando sea necesario. Lo comprobaron al observar que las avispas anestesiadas se recuperaban mucho antes al ser expuestas a radiación ultravioleta.

Avispas eléctricas. Parcialmente, pero eléctricas.

(Publicación original. Vía NewScientist)



Por Carlos Chordá, publicado el 24 noviembre, 2010
Categoría(s): Biología • Curiosidades