El cerebelo es una de las partes del cerebro humano de la cual más neurociencia se puede aprender:
Lo primero que nos enseña el cerebelo es la conservación evolutiva de algunas estructuras: si miramos muchos tipos de cerebros hay áreas que cambian bastante en su tamaño o forma según las necesidades de cada animal, mientras que otras son omnipresentes presentes en todos los cerebros de los animales ya que realizan funciones tan esenciales que todos necesitan esa estructura. Y un ejemplo de esto es el cerebelo, cuyo volumen en los animales suele ser siempre entre un 10-15% del volumen total del cerebro, ¡pero cuidado! Porque otra neurocosas que nos enseña el cerebelo es que el volumen no lo es todo: lo más importante es cuántas células hay ese espacio, ya que los cerebros tienen distintas formas de montar las neuronas y estas además pueden cambiar de tamaño según el animal, así que es posible que un cerebro sea más grande que otro, o una parte del cerebro tenga más volumen que otra y que, sin embargo, tenga menos neuronas dentro que otro cerebro u área cerebral más pequeña. Si tomamos como ejemplo el cerebro humano, los datos son muy claros: el cerebelo supone solo el 10% del volumen cerebral pero contiene aproximadamente el 80% de todas las neuronas cerebrales.
Y lo último que nos enseña el cerebelo es que muchas de las actividades que nos resultan sencillas requieren gran “esfuerzo” neuronal. El cerebelo tiene un papel fundamental en la neurobiología del movimiento, y es gracias a que gran parte de nuestras neuronas están involucradas en la gestión de movimientos que la mayor parte de las acciones motoras rutinarias que realizamos nos resultan cómodas, prácticamente automáticas.
Referencias:
- “Evolution of the human brain: when bigger is better” (2016): https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/24723857/
- Principles of Neural Science (2012)
- “The search for true numbers of neurons and glial cells in the human brain: A review of 150 years of cell counting” (2014): https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5063692/
Dr. Pablo Barrecheguren es autor del libro sobre neurociencia y videojuegos «Neurogamer: cómo los videojuegos nos ayudan a comprender nuestro cerebro» y el libro juvenil ilustrado «El cerebro humano explicado por Dr. Santiago Ramón y Cajal». Experto multidisciplinar en comunicación científica, consiguió una beca doctoral de La Caixa para realizar una tesis sobre neurobiología y tumores cerebrales. A nivel audiovisual hizo el máster “Science Media Production” del Imperial College London, lleva el canal de divulgación “Neurocosas” y en dos ocasiones ha conseguido financiación pública por parte de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) para realizar proyectos audiovisuales de divulgación: Neurocosas (2017) y Neuropíldoras (2018).
También trabaja en radio y como monologuista científico en Big Van Ciencia. Es coautor de cinco libros de divulgación científica, autor de una novela y colabora en medios escritos como Materia (elPaís), McGraw-Hill, Jot Down o Principia.