Un equipo de investigadores chinos ha logrado clonar, por vez primera, unos macacos cangrejeros (Macaca fascicularis) «à la Dolly«, usando el mismo método que se usó hace 21 años para generar el primer animal clonado a partir de células adultas: la transferencia nuclear de células somáticas (SCNT en sus iniciales en inglés). Los resultados han aparecido en un artículo en la revista científica Cell. La clonación de primates no humanos es algo que intentaron otros, sin conseguirlo, en particular el investigador Shoukhrat Mitalipov, que consiguió el desarrollo de embriones clonados de primates hasta blastocistos, la obtención de celulas pluripotentes embrionarias clonadas de primates y algunas gestaciones transitorias, pero sin que ninguna de ellas llegará a término.
El laboratorio de Qiang Sun, de la Academia China de Ciencias, en Shanghai, ahora lo ha logrado con algunas innovaciones metodológicas que pueden haber sido claves para que un porcentaje mínimo de los embriones reconstruidos por transferencia nuclear e implantados hayan llegado a término y sobrevivido al parto (problema que es una constante en clonación, recordemos que Dolly fue el único animal que se obtuvo de casi 300 embriones clonados). En este nuevo artículo, 21 años después, se detallan dos tipos de experimentos, clonando los macacos a partir de núcleos de fibroblastos fetales (de donde obtienen las dos crías que aparecen en la fotografía), y también a partir de núcleos de células del cúmulo, que rodean al óvulo, en las que a pesar de que llegan a término en otras dos ocasiones los primates clonados fallecen al poco de nacer, como sabemos que sucede desafortunadamente con un número importante de los embriones reconstruidos mediante transferencia nuclear.
Es la primera vez que se reportan primates no humanos clonados mediante SCNT, la denominada clonacion reproductiva, prohibida en humanos en muchos países, como el nuestro. Es indudable que pueden tener su papel en estudios de biomedicina a la hora de reproducir mutaciones y patologías graves, neurodegenerativas o infecciosas, que nos afectan a nosotros, y ahora deberían poder hacerlo en un número determinado de individuos clónicos, genéticamente uniformes, sobre los cuales investigar la enfermedad y poder validar el desarrollo de tratamientos. Los experimentos con primates en humanos, extraordinariamente protegidos por la legislación europea en bienestar animal, siguen siendo imprescindibles a la hora de validar determinadas vacunas de nuevas enfermedades infecciosas que afectan a los humanos, como las causadas por el virus Ébola, el virus VIH, causante del SIDA, o el virus Zika.
Sin embargo la baja eficiencia de la técnica de clonación mediante transferencia nuclear, la gran cantidad de gestaciones no productivas y la alta tasa de mortalidad perinatal, observada en todo experimento de clonación en cualquier especie clonada, ha hecho que la tecnología SCNT que en 1996 sirvió para generar por vez primera a Dolly, el primer animal clonado a partir de núcleos de células adultas, haya sido abandonada progresivamente en favor de otras tecnologías mucho más eficientes. La clonación pemitía obtener animales mutantes en especies en las cuales no era posible establecer las mutaciones en células troncales pluripotentes embrionarias (que, de verdad, solo conocemos en ratones y ratas). Eso permitió generar animales mutantes, knockout, en ovejas, cabras, vacas y cerdos, entre otras especies. El gen a eliminar se inactivaba en células en cultivo, y luego los núcleos de estas células se utilizaban para reconstruir embriones, con eficiencias muy bajas. Hoy en día las herramientas de edición genética CRISPR permiten inactivar los genes y generar mutaciones precisas sin necesidad de utilizar células troncales, directamente en embriones, por lo que la transferencia nuclear es una técnica que muchos laboratorios y centros de investigación ya han abandonado y solo se usa en determinadas casos.
¿Es novedoso este experimento? Sí, en tanto en cuanto es la primera vez que se clonan y se llevan a término con éxito primates no humanos. ¿Es relevante para la investigación en enfermedades humanas? Yo tendría mis dudas y mis reservas a esa pregunta. Considero que las aproximaciones mediante edición genética con las herramientas CRISPR son ahora mucho mas versátiles, sencillas, prácticas, baratas y sobre todo mucho más eficientes, para generar animales con mutaciones determinadas, sin el riesgo inherente conocido a la transferencia nuclear, a la clonación.
Comparando los datos del experimento que dio lugar a la oveja Dolly, publicado en 1997, y este artículo que ha dado lugar a los macacos Zhong Zhong y Hua Hua, publicado ahora en 2018, encontramos sorprendentes similitudes. Wilmut y colaboradores usaron 277 embriones de oveja, reconstruidos con núcleos de células de la glándula mamaria, y solamente consiguieron una oveja (Dolly).
Por otro lado, los investigadores escoceses también usaron núcleos de fibroblastos embrionarios de oveja para reconstruir 172 embriones y entonces les nacieron 3 ovejas. En el experimento de estos macacos, cuando Liu y colaboradores usaron núcleos de fibroblastos fetales de macaco logan reconstruir 127 embriones y les nacen 2 animales que sobreviven (Zhong Zhong y Hua Hua). Sin embargo, cuando usaron núcleos de células del cumulo (células somáticas adultas, similares en cuanto a estado de diferenciación terminal a las células de la glándula mamaria de oveja usadas para Dolly) reconstruyen 290 embriones (casi 300 de nuevo, como el experimento de las ovejas) y les nacen dos primates, que desgraciadamente mueren al poco de nacer. Es decir, 21 años más tarde, en dos especies de mamífero diferentes las eficiencias son extraordinariamente similares. La técnica de transferencia nuclear sigue siendo muy poco eficaz. Se requieren muchas reconstrucciones embrionales para obtener crías a término de gestación, viables y que sobrevivan al nacimiento. En células adultas diferenciadas los 277 embriones de oveja comparan con los 290 del macaco, y el resultado es 1-0 a favor de las ovejas (Dolly), con una eficiencia del 0.4% para la oveja (0% para los macacos). En fibroblastos fetales los 172 embriones de oveja comparan con los 127 del macaco, y el resultado es más equilibrado: 3 a 2, con una eficiencia casi idéntica en las dos especies, del 1.5%, 21 años después.
La transferencia nuclear ya no es la técnica de elección para generar mutantes en aquellas especies en las que no conocemos las células troncales embrionarias. No lo es. Ahora tenemos la edición genética mediante las herramientas CRISPR que sí es la técnica de elección, y que en pocos años se ha convertido en la metodología habitual para la obtención de mutaciones específicas.
Este es un experimento que hubiera tenido muchísimo más impacto en investigación con primates no humanos si hubiera podido llevarse a cabo con éxito antes de 2013, antes de conocer las herramientas CRISPR. Ahora puede quedarse poco menos que en anecdótico. Un reto completado, pero anecdótico. Una especie más clonada de las muchas que ya hay clonadas mediante transferencia nuclear. Ahora bien (y ahí puede estar la diferencia y probablemente la revolución causada por esta publicación), se trata de una especie muy parecida a la nuestra, un primate como nosotros, lo que puede desatar de nuevo la polémica sobre la posible clonación humana, que de nuevo hay que recordar que está prohibida en muchos países, como España.
Barcelona (1963). Biólogo de educación, genetista de formación y biotecnólogo de profesión. He trabajado en Barcelona, Heidelberg y, desde 1997, en Madrid. Investigador científico del CSIC en el Centro Nacional de Biotecnología (CNB), investigador del CIBER de Enfermedades Raras (CIBERER-ISCIII). Utilizo modelos animales modificados y editados genéticamente, con las herramientas CRISPR, para entender y desarrollar posibles terapias para el albinismo. Además de la investigación, me apasiona la bioética y la divulgación.