En años recientes las matemáticas han gozado de mayor popularidad que nunca, gracias a tratamientos novedosos en la literatura y el cine, que las han vuelto más cool con historias de ficción, misterio y biografías dramatizadas. A esta última categoría pertenecen las excelentes Una Mente Brillante (2001) con la vida de John Nash; El Juego de la Imitación (2014) relatando cómo Alan Turing y su equipo descifraron el código de los nazis en la Segunda Guerra Mundial; y Hidden Figures (2016), con la historia de varias matemáticas afroamericanas que trabajaron en la NASA durante la Carrera Espacial.
Caso aparte es la hermosa The Man Who Knew Infinity (2015), que relata la vida de Ramanujan y su entrañable amistad con G. H. Hardy.
La inquietante Pi (1998) hizo uso central de referencias matemáticas en su trama de misterio y suspenso; y más recientemente la novela de Liu Cixin, The Three-Body Problem (2016) ha sido un exitazo en la rama de la ciencia ficción.
Con más tradición está el personaje del “genio matemático” y sus aventuras: algunos tratamientos comunes han sido el personaje autista como en Rain Man (1988) y Mercury Rising (1998); o el niño prodigio con problemas de adaptación, como en Little Man Tate (1991). Más recientemente, rompiendo moldes, vemos a un grupo de jóvenes matemáticos haciendo de las suyas en los casinos de Las Vegas, en la película 21 (2008):
En series de TV, los matemáticos puros aún no hacen su aparición con contundencia, aunque ya el “científico” ha pasado de ser comparsa del héroe de acción, a protagonista: en comedias como The Big Bang Theory (2007-2019); o bien en ciencia-ficción como Eureka (2006-2012) y Fringe (2008-2013).
Desde luego hay muchas más obras que han incluido a las matemáticas en sus historias, pero aquí comparto dos joyas poco conocidas o que han sido olvidadas:
¿Qué es más importante?
En la película animada The Phantom Tollbooth (1970), basada en la novela de aventuras infantil del mismo nombre, el Reino de la Sabiduría está en caos porque Azaz, monarca de Diccionópolis, tiene una agria disputa con su hermano el Matemágico. El primero dice que las letras y las palabras son lo más importante para el conocimiento, mientras que el segundo defiende a los números y las ecuaciones. ¿Quién tendrá la palabra final?
La mejor película de matemáticas
Donald en la Tierra de las Matemágicas (“Donald in Mathmagic Land”, 1959) es simplemente una obra maestra, que invita a la curiosidad y al juego. Adentrarse en las matemáticas es gozo y exploración, y ciertamente es “mucho más que dos más dos”, como le dice a Donald el “Espíritu de la Aventura” que lo guía por entre esta tierra de maravilla. La película presenta muchos conceptos de álgebra y geometría, con los clásicos seres inanimados que cobran vida y que son una delicia de ver. Los ejemplos son fascinantes y siempre en referencia a aplicaciones en la vida real: la creación de las notas musicales, aplicación en arte y arquitectura, las proporciones del cuerpo humano, y mucho más.
TRIVIA: esta película fue la primera animación de Disney en ser televisada a color.
Nací en México y vivo en China desde el 2000, donde estudié idioma e historia, y luego fui investigador visitante en el Centro Internacional Wan Lin Jiang de Economía y Finanzas, así como profesor de economía e historia para extranjeros en la Universidad de Zhejiang. Actualmente dirijo el Mexico-China Center y doy conferencias acerca de ciencia y cooperación tecnológica internacional.