En este episodio os voy a hablar de la adolescencia: ese maravilloso periodo de la vida donde se forjan gran parte de nuestros traumas, complejos y en el que para nuestros padres pasamos de ser sus queridos chiquitines a unos gachos que no les hacen ni caso.
Pero antes de empezar a explicar lo que ocurre en el cerebro durante la adolescencia, es importante diferenciar entre la adolescencia y la pubertad. Por un lado está la pubertad, que se suele definir desde una perspectiva endocrina: es el momento en el cual vienen las hormonas y esto acarrea una serie de cambios de crecimiento y de maduración sexual. Y por otro lado está la adolescencia, que hace referencia al proceso de maduración social, con lo cual implica una maduración cerebral y es un proceso que se alarga mucho más en el tiempo. Esta diferenciación es importante ya que ambos procesos no van exactamente a la misma velocidad, lo cual hace que aunque te hayan salido pelillos en la barba eso no significa que ya tengas un cerebro adulto.
¿Qué cambios se producen en el cerebro durante toda la adolescencia?
Si nos centramos en la parte más social del cerebro, es tiene un papel especialmente importante la amígdala cerebral, que es de donde surgen gran parte de nuestras emociones mientras que hay estructuras como el córtex prefrontal que se encargan de gestionar estas emociones. Respecto a estas partes del cerebro, en los adolescentes maduran mucho las partes que generan las emociones, como la amígdala, que las partes que las controlan, el córtex prefrontal. Por eso el control emocional lo llevan mal, se apasionan mucho, pero también agobian y sufren mucho.
Además, partes importantes de los circuitos de recompensa como el Núcleo accumbens, los circuitos de recompensa son las partes cerebrales que se activan cuando algo nos da gustillo, se activan con más potencia durante la adolescencia que durante la infancia o la madurez. Esta mayor recompensa es importante para favorecer una actividad exploratoria, lo cual hace que los adolescentes sean más propensos a experimentar e interesarse por nuevas experiencias.
En conjunto, tanto estos como el resto de cambios que se producen en el cerebro adolescente tienen como consecuencia que durante adolescencia las estructuras cerebrales están muy excitables, y al mismo tiempo todavía no maduras para controlar las emociones: así que el cerebro adolescente es como un coche que aunque le pises un poquito tira mucho, pero frenar frena poco todavía.
Sobre Neurocosas:
Dirigido y presentado por Pablo Barrecheguren (@pjbarrecheguren), Neurocosas es un proyecto de divulgación científica realizado por Big Van, Científicos sobre ruedas (http://www.bigvanscience.com/index.html) y Muy Interesante (http://www.muyinteresante.es/) realizado con la ayuda de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT, https://www.fecyt.es/).
Dr. Pablo Barrecheguren es autor del libro sobre neurociencia y videojuegos «Neurogamer: cómo los videojuegos nos ayudan a comprender nuestro cerebro» y el libro juvenil ilustrado «El cerebro humano explicado por Dr. Santiago Ramón y Cajal». Experto multidisciplinar en comunicación científica, consiguió una beca doctoral de La Caixa para realizar una tesis sobre neurobiología y tumores cerebrales. A nivel audiovisual hizo el máster “Science Media Production” del Imperial College London, lleva el canal de divulgación “Neurocosas” y en dos ocasiones ha conseguido financiación pública por parte de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) para realizar proyectos audiovisuales de divulgación: Neurocosas (2017) y Neuropíldoras (2018).
También trabaja en radio y como monologuista científico en Big Van Ciencia. Es coautor de cinco libros de divulgación científica, autor de una novela y colabora en medios escritos como Materia (elPaís), McGraw-Hill, Jot Down o Principia.